viernes, julio 26, 2024

La halterofilia argentina se queda sin Juegos Olímpicos

Por Joaquín Basile

Por segundo Juego Olímpico consecutivo, la delegación argentina no tendrá representante en halterofilia. La última fue la participación de Joana Palacios en Río de Janeiro 2016, cuando consiguió un sorprendente quinto puesto. La joven atleta, de entonces 19 años, se había clasificado por una plaza que le había sido otorgada a Argentina luego de que la Federación Internacional de Halterofilia suspendiera a 13 atletas por casos de doping.

A diferencia de países como Venezuela o Colombia, que son potencia en Sudamérica, Argentina deja mucho que desear en cuanto a instalaciones, equipo deportivo y becas en relación con el levantamiento de pesas. Sin ir más lejos, Palacios le dijo al diario La Capital luego de su participación olímpica en 2016 que ella se había entrenado debajo de una tribuna del estadio Jorge Newbery, en el Parque Independencia, y que se le había hecho difícil no poder tener las condiciones mínimas que una deportista de halterofilia necesita a la hora de encarar su trabajo: “Me gustaría estar concentrada en un lugar, con un entrenador de nivel, comer y entrenar”.

Muchos atletas no logran conseguir la beca deportiva y necesitan salir a trabajar para poder costearse los viajes, indumentaria o elementos necesarios para ejercer el deporte. Ariel Galeano, levantador de pesas argentino, consiguió tres medallas de bronce en la disciplina de arranque, envión y total olímpico en el Campeonato Panamericano de Levantamiento de Pesas 2024. Sin embargo, Galeano afirma que desde hace casi diez años hace pesas y nunca tuvo una sola beca: “Lo que le falta en este deporte a la Argentina para llegar a un Juego Olímpico es más apoyo a los mayores. Lo que hacen siempre es apostar a futuro a un atleta más joven que tiene 15 años y está haciendo kilos importantes. En el exterior saca alguna medalla y entonces le dan todo desde pibe, pero cuando se acerca a la edad adulta de competir contra los más grandes, se encuentra con la realidad”.

Colombia tiene una realidad totalmente diferente a la que sufren los atletas argentinos. Francisco “Pacho” Mosquera, medalla de oro en el Mundial de Halterofilia 2017, dueño de tres preseas doradas en los Torneos Panamericanos de Halterofilia 2013, 2014, 2016 y campeón en los Juegos Panamericanos de 2019 en Lima, cuenta otra realidad: “Estoy becado, apoyado tanto por el país como por mi departamento; eso es muy importante en el subsistir del deportista porque es nuestro trabajo; por este medio realizamos muchos sueños personales. La beca para el deportista significa que se concentre específicamente en realizar el deporte de una forma óptima y que pueda tener un buen rendimiento. Pero eso también va en el interés de las instituciones y los entes gubernamentales”.

Los deportistas deberían vivir con el apoyo recibido por parte del gobierno o Estado, sin preocupaciones. Que la única inquietud que tengan sea dar un buen rendimiento en la competencia e incluso intentar ganarla. Galeano tuvo su mejor torneo en el Panamericano de Levantamiento de Pesas en 2024, torneo en el que se dedicó a comer, entrenar y dormir durante 15 días. No pidió ningún lujo, solo la vida de un deportista y tampoco le dieron suplementación. En esos 15 días superó sus mejores marcas y dice que tuvo “el mejor torneo de mi vida”.

La situación colombiana era similar a la de Argentina, sin mucha importancia a las becas deportivas, entrenando en lugares que no estaban aptos para la halterofilia, pero dejaron todo atrás y se enfocaron en progresar. Pacho Mosquera dice: “Colombia se ha venido organizando muy bien, ha tenido muy buenos trabajos en cuanto al orden de estructuración, de cómo manejar los proyectos y la visión del levantamiento de pesas hacia los Juegos Olímpicos. También su constante capacitación con los entrenadores, ya no son solo empíricos, sino profesionales y eso permite que vean el levantamiento desde otro punto de vista, que sea más teórico, que conozcan un poco más de todo y lo implementen en el ejercicio diario de los deportistas”.

Atletas que supieron dejar en alto nuestra bandera en competencias como Ariel Galeano y Tatiana Ullua, primer puesto en el Campeonato Panamericano de Levantamiento de Pesas 2023 y tercera en los Juegos Sudamericanos 2022, ya están próximos a dejar la competencia. Ahora la selección argentina tendrá que buscar un nuevo proyecto con jóvenes atletas, como en su momento lo logró Joana Palacios. La Federación Argentina de Pesas tiene que buscar una mejor capacitación a los entrenadores, tener unas instalaciones aptas para todo lo que implique el levantamiento de pesas. María Luz Casadevall, de 23 años, se quedó a las puertas de París 2024. Paz Casadevall, quien salió campeona del mundo sub 17 en el Mundial Junior en Lima 2024, o Dante Pizzuti, octavo en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, podrían ser tomadas en cuenta para potenciarlos y que logren la hazaña de llegar a los Juegos Olímpicos.

 

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Los atletas tienen tres tipos de becas, las “Becas por excelencia” que son para aquellos que hayan ganado una medalla en el anterior Juego Olímpico y es de 528.000 pesos; luego está la beca llamada “Proyección”, que es para atletas que sean tendencia a poder conseguir un podio olímpico y es de 400.000; y por último, está la beca de alto rendimiento que es dada para todos los atletas que lleguen a París 2024 y es de 230.000 pesos. En el caso de la halterofilia, al no tener participación en los Juegos Olímpicos, no consiguen obtener alguna de las becas nombradas. Si quisieran conseguir una beca, tendrían que apuntar a las “Becas Panamericanas” que van desde 328.000 la beca de “Excelencia” a 234.000 pesos la beca “Sudamericana”.

El sueldo Mínimo Vital y Móvil en Argentina 2024 es de 234.000 pesos, entonces aquellos atletas que reciban la beca “Sudamericana” estarían subsistiendo con el salario mínimo. El país tiene que aportar mayor valor a las becas deportivas para que deportes como la halterofilia logren progresar, consigan representación olímpica y dejen al país en lo más alto. Hay que generar proyectos para que las próximas generaciones puedan vivir y pelear por un sueño sin que quede en vano, no por falta de talento, sino por falta de ayuda y oportunidades.

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