Por Juan Moure
Luego de nacer con una agenesia (una afección en las extremidades inferiores) tuvieron que amputarle su pierna derecha por encima de su rodilla, pero esto no lo privó de una vida llena de actividad. Matías De Andrade conoció la natación cuando tenía cinco años, gracias a su padre que lo llevó a practicar este deporte. En los Juegos Paralímpicos de Tokio en 2021 ganó la medalla plateada en 100 metros espalda y ya consiguió una dorada en los Juegos Parapanamericanos de Santiago de Chile, en la misma disciplina.
Aun así, no fue hasta los 11 que comenzó a entrenarse de forma competitiva representando al club Independiente gracias a una entrenadora que le vio potencial cuando vivía en Córdoba. Tras cumplir 15 años, comenzó a practicar con mayor profesionalismo y a los 17 decidió dedicar su vida a este deporte gracias a Edith Arraspide, la conductora del equipo nacional de natación paralímpica.
A lo largo de su infancia, De Andrade recorrió varios lugares del país porque su padre, Oscar De Andrade, es excombatiente de la Guerra de Malvinas y era reubicado constantemente por el ejército argentino. El nadador nació en Avellaneda, pero rápidamente se mudó a Córdoba (donde conoció la disciplina), luego vivió en Miramar y por último en Mar del Plata. Allí terminó de desarrollarse como deportista.
En 2009 participó de los Juegos Parapanamericanos Juveniles en Bogotá, Colombia. Aquel certamen significó su debut internacional y, desde entonces, no paró de competir. Con los actuales Juegos de Santiago, participó en cuatro Parapanamericanos y tres Juegos Paralímpicos.
“Recuerdo que en el 2000, estaba viendo los Juegos Olímpicos de Sidney con mi papá y yo le dije ‘¡Qué locura debe ser estar en unos Juegos Olímpicos!’. Obviamente no sabía que existían los Paralímpicos en ese momento. ‘Debe ser algo imposible’, le dije y él en vez de decirme eso, me respondió ‘No, para nada es imposible. Si vos lo soñás y te esforzás para lograrlo, podés llegar’”, comentó De Andrade, en una entrevista por DeporTV tras lograr su primer podio paralímpico.
En cuanto a las dificultades que podían surgir, el marplatense reconoció que muchas veces sus entrenadores, e incluso su kinesiólogo, no cobraron ni un solo peso con tal de que pudiese dar lo mejor de sí en los Paralímpicos de Tokio y le aseguraban que lo hacían por el orgullo y el honor.
En 2019, De Andrade fue distinguido como el Lobo de Mar de Oro, premio que distingue al mejor deportista de Mar del Plata, tras lograr el oro parapanamericano y el bronce en el Mundial de natación en Londres.
En su carrera a nivel internacional, Matías De Andrade consiguió tres medallas en los Parapanamericanos de Toronto 2015, una dorada en Lima 2019, un tercer puesto en el Campeonato Mundial de Natación de Londres, también en 2019, un diploma paralímpico en Río 2016 y la medalla plateada en los JJOO de Tokio que, por la pandemia de COVID-19, se disputaron en 2021.
Sin dudas es un nadador excepcional que supo hacerle frente a sus dificultades físicas para luchar y cumplir ese sueño que tuvo a sus siete años y que su padre acompañó y fantaseó con él para que aquel deseo se hiciera realidad.