Por Luca Quagliatini
Apenas unos días después de que la Supercopa ACLAV llegue a Formosa de la mano de Policial, una triste noticia golpeó la provincia del norte, la mesopotamia entrerriana y Santa Fe. Alexis Nocenti, oriundo de Villa Ocampo, quien supo ser jugador del equipo campeón y del Paracao de Paraná, entre otros, falleció la noche del 24 de octubre luego de luchar contra un cáncer durante seis meses.
“Es muy querido en el club, tenía muy buena relación con los compañeros y el staff”, declaró Pablo Urchevich, jugador de Policial de Formosa y ex River Plate, igual que el ex punta-receptor del equipo del norte. Declaraciones así son las más comunes entre los más allegados a Nocenti. Así como era quien debía dar el ejemplo y demostrar su liderazgo dentro de la cancha como capitán, también era quien unía a los compañeros e integraba a los jugadores recién llegados al grupo. “Se hizo sentir mucho en Policial y también creo que en el deporte argentino”, comentó Gerónimo Elgueta, campeón el pasado octubre con el equipo formoseño.
Todo aquel que guarda un recuerdo de Nocenti lo hace cómo si fuera un familiar. Nacido y criado en un pueblo de alrededor de 19.000 habitantes, que tiene la linda tradición de ser sede de uno de los torneos juveniles más convocantes del vóley nacional, el Abierto de Villa Ocampo. Es recordado en todos los clubes por los que pasó, como en su, deportivamente hablando, natal Bomberos. En el Club Adelante de Reconquista, provincia Santa Fe, donde tuvo una experiencia como entrenador. También, fue célebre capitán de Paracao de Paraná y guardó bellas memorias en Formosa donde logró el ascenso con San Martín y la Copa ACLAV 2021 con Policial.
Nocenti entregó su nivel exquisito de vóley en cualquier cancha que jugase. Incluso, en el equipo entrerriano llegó en una primera etapa compitiendo en la segunda categoría de la Liga Nacional, una temporada después ascendió a la A1 y fue transferido a Formosa. La temporada 2022/23, el ex capitán decidió volver a vestir los colores paranaenses. El club y Nocenti completaron un buen campeonato en el que clasificaron al play off. “La última liga se lo vió muy bien, era joven y un jugador muy respetado e importante para el vóley”, detalló Cristian Ambrosini, entrenador de Policial de Formosa, equipo en el cuál el ocampense iba a jugar en la próxima temporada.
“Un ganador, tirando siempre para adelante, apoyando a sus compañeros”, declaró Miguel Juárez, nuevo entrenador de Paracao, que si bien no tuvo la oportunidad de dirigirlo, sí lo enfrentó en varios de los clubes de la A1 y A2 por los cuales pasó el santafesino.
Nunca antes se ha visto que la motivación y el empuje de un deportista venga de un rival. Sin embargo, en la Liga Nacional jugó Nocenti. “Como rival era difícil de enfrentar, por su temperamento no te dejaba darte por vencido”, declaró Ambrosini. Guillermo García, asistente de Juárez en Paracao y quien también jugó con Nocenti en Alianza de Jesús María,Córdoba, explicó: “Era un pibe que amaba el vóley, siempre quería entrenar y eso era muy positivo para el grupo”. Tener un compañero con estas características es clave en un deporte tan dinámico y sobre todo que se necesita ser fuerte mentalmente. Sin ser reconocido mediáticamente, el ex atacante de Paracao supo, a base de entrenamiento y entrega a su oficio, acomodarse siempre entre los festejos del vóley. Por eso en este caso, el deporte perdió, no solo un valor individual muy grande para la Liga Nacional, con el fallecimiento de Nocenti también se fueron los principios que inspiraban a los otros jugadores. “Una persona súper dedicada y comprometida, era un ejemplo para muchos. Me hubiese gustado coincidir con él. Se lo veía como ese tipo de jugador que motiva, aconseja y contagia a ser mejor cada día”, agregó Urchevich.
Con 33 años pero con una soñada carrera para cualquiera que ame este deporte, Nocenti provocó un vacío de valores a todo aquel que se interesaba en la competencia nacional, ya que con él se fue la representación en vida del ser deportista por vocación. Igualmente, era una persona común, un chico de familia, amante de la actividad física y, sobre todo, optimista. “Tuve la suerte de pasar la cuarentena con mi familia, hace tiempo no pasaba tanto días con mi vieja, lo más lindo es que mirábamos series y películas juntos, y con mi papá armamos una cancha de tenis en el patio. Lo primero que haga apenas pueda volver, sin dudas, será trabajar, cursar y entrenar, obviamente”, describió Nocenti, en una entrevista con el medio digital Somos Vóley, en lo que fue su experiencia durante el parate en 2020 debido a la pandemia de Covid-19. En esa charla, el santafesino se mostró contento y agradecido por tener la suerte de estar con sus padres para acompañar durante el confinamiento. La convivencia le permitió recordar todo el tiempo que pasó con su mamá de pequeño y comentó que gracias a ello pudo conocerla mejor. Sin embargo, casi de manera premonitoria, también mandó un mensaje a todos los argentinos: “Aprovechemos a nuestras familias en los momentos complicados, desde mi punto de vista trato de verle el lado positivo, hacía años que no podía pasar tanto tiempo con mi madre”.
Lamentablemente, se hizo más conocido luego de su fallecimiento. Fue uno de esos jugadores que, sin pasar por los mejores equipos, dejó su recuerdo bien sellado en la memoria de los clubes por donde pasó. Una figura reconocida en el mundo del vóley por su esfuerzo y dedicación desde los eslabones más bajos del deporte profesional, recordado por personalidades del deporte, como entrenadores y jugadores. Incluso, quien suele dar voz por televisión al vóley y que conoció la enfermedad que sufrió el ocampense, José Montesano, empatizó con la situación que vivió el exdeportista y su familia y escribió en redes sociales: “Te fuiste demasiado rápido, Alexis Nocenti. Te vamos a extrañar, desde todos los lugares. Fuiste pura sonrisa.”
Así como cuando falleció Eduardo Galeano, escritor y periodista uruguayo, sus miles de seguidores repitieron lo que él escribió: “La muerte nunca mata del todo”, de la misma manera, Nocenti puede descansar en paz ya que su memoria nunca morirá, recordado por todos aquellos que se asombraron de la actitud de este chico, tanto rivales como compañeros. Lo que él representó para el vóley en calidad de valores y deportividad perdurará en la historia del deporte y deberá pasar como ejemplo a las siguientes generaciones.