Por Facundo Santin
Lo primero que dijo Rubén Darío Insua al firmar con San Lorenzo, a mediados de 2022, fue que tanto él como su cuerpo técnico iban a tener un compromiso al 100% con el escudo. El entrenador llegó de la mano de Matías Caruzzo, mánager del club, con la premisa de que volvía un ídolo a casa después de 20 años de su último paso. Insua ya era ídolo del club; fue el DT campeón de la primera Copa Sudamericana en 2002; además, en su etapa como futbolista, pateó el penal para que San Lorenzo volviera a la Primera División en 1981. Entrenó a uno de los máximos ídolos de la historia del club, Leandro Romagnoli, quien describió lo que Insua está llevando a cabo en San Lorenzo: “Logró que vuelva ese sentido de pertenencia que le estaba faltando al club”.
El entrenador llegó en uno de los peores momentos económicos y futbolísticos de la historia de la institución. Deudas multimillonarias, que ascendían a 6 millones de dólares, jugadores y cuerpo técnicos que no estaban más y un coqueteo permanente con los últimos puestos en la tabla de promedios. En el mercado de pases del 2022 logró reordenar el plantel y deshacerse de futbolistas que no estaban a la altura, como Gino Peruzzi, Alejandro Donatti, Ricardo Centurión y Jeison Gordillo. A su vez, alimentó al equipo con jugadores que demostraron interés en estar en un grande, como con la vuelta desde Paraguay de Adam Bareiro o el regreso de su préstamo, en San Martín de San Juan, de Gastón Hernández. El Gallego, en cada oportunidad, dejaba en claro su visión acerca de lo que él sentía por el club y lo que quería que los futbolistas demostraran dentro de la cancha: “A San Lorenzo hay que defenderlo todos los días en todo momento y en todos los ámbitos”.
De a poco la hinchada pasó de insultar y silbar a la gran mayoría del plantel, a que haya un consenso de ir todos para adelante y sacar de la pésima situación alentando al equipo. Esto es en gran parte por el entrenador, quien motivó e incentivó a estos futbolistas a matarse dentro del verde césped e intentar que el hincha se viera representado por ellos. El “click” de la mayoría de la gente con el equipo y el cuerpo técnico fue en la cuarta fecha de la liga 2022 cuando San Lorenzo le ganó a Boca por 2 a 1. A partir de ahí se volvió a escuchar la canción “vamos vamos los pibes”. Lo cual, de algún modo, fue en gran parte por Insua, quien les empezaba a cambiar la cabeza tanto a los hinchas como a los futbolistas. En reiteradas oportunidades reclamaba en los medios que necesitaba por lo menos 3 futbolistas por línea para encarar el campeonato 2022 que estaba en disputa. No obstante, en la fecha 11 la dirigencia vendió Nicolas Fernández Mercau, el juvenil con más proyección del club. Pedía refuerzos y en lugar de dárselos, le acortaban el plantel. Sin embargo, el entrenador logró que un futbolista tan criticado como era Malcom Braida se ubicará de lateral izquierdo. Con las poquísimas herramientas que tenía pudo solucionar ese problema y hoy Braida es uno de los mejores laterales del fútbol argentino y de los más aplaudidos en el Pedro Bidegain.
Sin embargo, no fue hasta la fecha 13 de la liga 2023 que Insua logró tener todos los refuerzos que buscaba, lo cual deja en claro que todo lo bueno que le pasa o le pasó a San Lorenzo es por el cuerpo técnico, ya que la dirigencia sigue destruyendo el club como hace ocho años.
“Además de que está prácticamente todo el día todos los días en el club, una de las cosas que más me impactó es que con el Tonga (Gastón Hernández) y Tomás Silva están siempre hablando del futsal de San Lorenzo o del básquet. No va a verlos, pero sigue todas las disciplinas por la tele, sabe todo del club”, dice Elián Irala juvenil categoría 2004, quien pudo debutar en primera división bajo las órdenes de el Gallego .
El Gallego no solo quiere que la gente se sienta representada con el equipo, algo que logró casi con la totalidad de la hinchada, sino que también busca que vuelva el pensamiento positivo del hincha, ya que estos últimos cinco años fueron pésimos, la única tabla que se miraba era la de los promedios. Una de sus primeras frases, a mediados de 2022, hacía referencia a eso: “El año que viene queremos intentar volver a ganar algún campeonato. A fin de año veremos en qué lugar estamos y si hay alguna posibilidad de conseguirlo”. Dicho y hecho: San Lorenzo, durante todo 2023, compitió a la par con River en el campeonato 2022, club con mucho más plantel y recursos económicos. A pesar de esto logró alcanzar los octavos de final de la Sudamericana y meterse dentro de los cuatro mejores de la Copa Argentina.
Dylan Vargas es jugador del futsal de San Lorenzo y desde su mirada como deportista e hincha describe qué le genera Insua y qué se puede apreciar desde afuera
-¿Tuviste algún acercamiento a Insua?
-Directamente no; ojalá pueda tenerlo algún día ya que soy hincha. Pero el Gallego le mandó un mensaje a Damián (Stazzone) un día después de ganarle la final de la liga a Boca. Nos felicitó a todos y dijo que nos quiere conocer. Es uno de los máximos ídolos de San Lorenzo y está claro que es un loco lindo”.
Graciela Allende, armadora del equipo profesional de voley,no tuvo problema en responder si había tenido algún acercamiento a el Gallego: “No me lo crucé nunca y tampoco por redes sociales tuvimos interacción. Pero me consta que al cuerpo técnico le hablo, a la semana de perder la final con Boca del año pasado, y se puso a disposición para mejorar las instalaciones de entrenamiento del polideportivo. El vóley fue muy bastardeado y nos limitaron muchos materiales para entrenarnos. Estuvo muchos años fuera del club, pero no sé cómo estaba al tanto de este problema”. Insua no tiene pelos en la lengua a la hora de criticar, y su famosa frase “puteen a Tinelli que se robó todo” caló hondo en el corazón del hincha azulgrana,ya que Tinelli es uno de los apuntados como responsable del mal momento institucional de San Lorenzo. Al hincha lo hace sentir que no está tan sólo.
De igual manera hay hinchas que cuestionan a Insua ya que no les gusta la forma que juega el equipo ya que lo tildan de defensivo y hasta a veces de terco (por no romper la línea de cinco que lo acompaña desde que asumió en el cargo en mayo de 2022). Sin embargo, algo que logró es que no haya un clima hostil en el estadio. Que por esas dos o tres horas la gente vaya y no le recrimine por demás al equipo, además de que casi no hay insultos hacia el propio jugador, algo que era cotidiano en la vida sanlorencista.”Me encanta la química que se ha construido entre el equipo y la gente”, Insua en La oral deportiva.
Durante el verano de 2023, Federico Gattoni se vio inmerso en una polémica con San Lorenzo, ya que el defensor central quería ser vendido y, a su vez, los dirigentes no tenían la misma intención. Caruzzo, manager, dio a entender que el futbolista iba a ser relegado y que no jugaría hasta que se fuera al Sevilla, club que finalmente lo compró en 1.5 millones de dólares. La persona que pudo destrabar esta situación fue Insua, quien reclamó en varias oportunidades que el club debía cuidar su patrimonio y que mientras estuviera en el equipo sería tenido en cuenta. Defiende los recursos que le quedan a capa y espada, entiende lo poco que hay y no quiere privarse de ningún futbolista, menos uno formado y criado en San Lorenzo. “Si me das una chequera en blanco, no busco a nadie de otro club, pongo la plata para que les hagan contratos largos a los chicos de San Lorenzo. Hay que valorar lo que tenemos”, dijo, como para entender un poco el método de laburo que está practicando Insua en el club de su vida. Un ídolo, como jugador y entrenador, que volvió a poner el pecho por su equipo y hoy tiene más que merecida su ovación: “¡Gallego, querido, Boedo está contigo!”.