Por Mauro Giro
Llegar a la élite en el deporte es para pocos. Mantenerse durante 20 años en la cima, es casi imposible o eso se pensaba antes. Con el tiempo hubo casos que demostraron lo contrario, que la edad no es un impedimento. Hoy hay varios casos en diferentes deportes que así lo demuestran: Lebron James, Lionel Messi, Novak Djokovic, son algunos de los ejemplos más conocidos que tienen más de 35 años y siguen siendo los mejores.
Anteriormente, los deportistas de alto rendimiento vivían como estrellas de rock. Este estilo de vida muchas veces los acercaba a diversos excesos como el alcohol o las sustancias ilícitas. George Best, leyenda del Manchester United, se volvió alcohólico. El tres veces ganador del Balón de Oro y ex jugador del Barcelona, Johan Cruyff, afrontó una adicción al tabaco. Marco Pantani, uno de los mejores ciclistas de la historia, tuvo problemas con la cocaína, al igual que Diego Armando Maradona. Paul Gascoigne, destacado exjugador del Newcastle United, pasó de estar en el once inicial de los mejores jugadores del mundial de Italia 1990 a vivir en situación de calle debido a sus problemas con el alcohol y la cocaína.
Antes los deportes eran más agresivos. Durante el juego se veían patadas más fuertes, y por lo tanto era más frecuente ver lesiones graves como rotura de ligamentos cruzados, fractura de tibia y peroné o rotura de metatarsianos. En la década de 1990, la medicina no había avanzado o, por lo menos, no estaba tan avanzada como hoy, por lo que estas lesiones podrían significar el final de una carrera. Una fractura o una rotura de ligamentos era sinónimo de tener que dejar la profesión. Hoy, con el avance, las lesiones se pueden curar más rápido y de una forma más eficaz.
El doctor Fernando Gómez, traumatólogo deportivo de la Clínica Adventista, habla sobre los avances tecnológicos en la medicina y trae un ejemplo de la evolución: “Neymar en el Mundial de Brasil 2014 se fracturó la tercera vértebra lumbar y a día de hoy está jugando. Antes era imposible que un jugador con semejante lesión siquiera pudiera pensar en volver a las canchas”.
“La genética también tiene mucho que ver con los deportistas. Hay algunas figuras como Messi o Maradona que tuvieron muy pocas lesiones graves a lo largo de su carrera”, dice el doctor Gómez. Las diferencias genéticas pueden afectar al rendimiento en un deporte. Se reflejan en aspectos como distinta capacidad muscular, diferente obtención de energía a partir de los alimentos, capacidad cardiorrespiratoria o de recuperación tras el ejercicio.
El Centro de Genética Cardiovascular de Girona, España, en su estudio “Genética y deporte” de 2009 habla sobre cómo la biomedicina ha experimentado grandes progresos científicos y técnicos en los últimos años, especialmente tras la descripción del genoma humano: “Las variantes genéticas tienen una incidencia tanto en el rendimiento deportivo como en las personas que practiquen ejercicio físico con el objetivo de mejorar la salud”. Hoy se conocen varios genes asociados al rendimiento deportivo y a la susceptibilidad a lesiones de ligamentos.
La vida útil de los deportistas de alto rendimiento se alargó. Cada vez se retiran más tarde, pero esto no viene solo, no pasó de un día para el otro, sino que todo fue mutando. Antes, pensar que los deportistas llegaran a los 32 años era difícil de creer, ni hablar de ser protagonista a esa edad, era casi impensado. Según estudios realizados por la Comisión de Atletas del Comité Olímpico Internacional, es muy raro que una carrera deportiva de élite dure más de 10 años, ya que los atletas generalmente se retiran alrededor de los 34 años. Hay ejemplos como Lionel Messi, Stephen Curry, Novak Djokovic, Serena Williams y Lebron James, que con una avanzada edad, todos superando los 35 años, siguen siendo protagonistas en sus deportes.
Desde la llegada de la televisión en la década de los 70 y los 80, el deporte sufrió ciertas modificaciones. Los árbitros y las asociaciones deportivas comenzaron a ser más rigurosas con las faltas para evitar lesiones graves. Al igual que en el fútbol, el básquet tuvo la iniciativa de ser más estricto con el reglamento porque perderse varios partidos de Michael Jordan o de Lebron, es sinónimo de perder grandes cantidades de dinero. Un gran ejemplo para demostrar que antes se pegaba en mayor cantidad es Maradona. El astro argentino es el jugador que recibió más faltas en un Mundial con 53 en México 1986.
No solo en deportes con mucho contacto físico se alargó la edad de retiro. En el tenis, carreras como las de Roger Federer, Nadal, Djokovic o Andy Murray son muestra de cómo la edad es tan solo un número. En 1990 había tan solo cinco jugadores mayores de 30 años en el top 100 de la ATP y uno solo mayor de 32, Jimmy Connors. Mientras que en la actualidad hay 22 jugadores que superan los 30 años y 11 que superan los 32. Esto se debe a que sus entrenamientos cambiaron y a que los hábitos, la tecnología y la alimentación son campos que antes no se tenían tan en cuenta.
Una de las facetas a la que en el pasado no se le daba mucha importancia es la mental. Muchos atletas se han tenido que retirar de sus deportes por no poder soportar la presión. Algunas a una temprana edad, como Delfina Pigniatello, nadadora olímpica argentina en los Juegos de Tokio 2020. Otro caso conocido fue el de Simone Biles que a sus 25 años decidió retirarse de las finales de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, aunque después de un año volvió a competir. La misma atleta habló a través de su Instagram sobre sus temores y sobre su paso por terapia. “Voy una vez a la semana durante casi dos horas. He tenido tanto trauma que poder trabajar en algunos de ellos es una bendición”.
Otros deportistas como Cristiano Ronaldo, ganador de 5 Balones de Oro, o Tom Brady, máximo campeón de la NFL, realizan ejercicios mentales para mantener su mente activa, sana y disciplinada. O casos como Emiliano Martínez, que tras ganar la Copa América contó su cercanía con la psicología: “Empecé con un psicólogo hace cuatro años. Mi cabeza está más centrada que nunca, gane o pierda. Con lo que exige el fútbol, todo jugador necesita un psicólogo”.
En 2017, Ángel Di María en una nota para el programa Líbero de TyC Sports habló sobre cómo lo ayudó su psicólogo para controlarse por los memes y las críticas en la Selección Argentina: “Las cargadas y los memes a los jugadores de la selección nos duelen muchísimo. A mí me ayudó mucho el psicólogo, gracias a eso aprendí que detrás de una computadora o un celular es fácil reírse, pero solamente hacen eso”.
La psicóloga deportiva del Hospital Borda Mariana Abelleira habla sobre la presión en los deportistas: “El deporte implica mucho en tener la cabeza vacía. La mente está en función del cuerpo. En general es al revés, la mente manda, pero cuando uno está haciendo deporte la mente se subordina al desempeño físico. Por eso es que muchos deportistas pueden rendir al máximo y no sienten tanto la presión”.
Hay muchos casos en los cuales hubo una gran mejora en el aspecto psicológico, deportistas que al principio se comportaban de una manera y que con el tiempo fueron cambiando. Todos tienen una visión de Federer como una persona tranquila y que se sabe controlar, pero en sus comienzos el tenista ha reconocido que no sabía manejar muy bien sus emociones y se dejaba llevar por ellas. La ex entrenadora del suizo Madeleine Baerlocher cuenta cómo era de joven: “Federer no aceptaba las derrotas o su mal juego y rompía muchas raquetas”.
La psicología en el deporte es clave al momento de optimizar el rendimiento de un deportista. Gracias a ella y a los avances en la medicina, figuras con mayor longevidad son capaces de mantenerse en la cima y rendir de la misma manera que otros deportistas más jóvenes. A día de hoy, en las máximas competiciones, es posible ver a jugadores que superan los 35 años dando su mayor esfuerzo, tanto de manera física como psicológica. Teniendo en cuenta esto, es posible pensar que, si se ha llegado a este punto, en un futuro, los deportistas serán capaces de superarse.