Por Francisco Salazar
120 equipos son los que conforman los distintos escalones del ascenso argentino. La realidad en la que se desarrollan sus futbolistas en contraste con la máxima categoría es cuando menos dispar. En la actualidad donde de acuerdo a datos del INDEC la canasta básica tipo 2 – madre, padre y dos hijos menores de 10 años- alcanzó los $319.422,04, y el sueldo mínimo de acuerdo al Ministerio de Trabajo es $132.000, algunos jugadores tienen que arreglárselas fuera de la cancha para seguir dedicándose a su pasión.
Tal es el caso de Guillermo Martínez, delantero de 22 años de Deportivo Paraguayo que disputa la Primera D, que cuando no está en la cancha trabaja como barbero. Inició este oficio por interés propio hace un año, sin saber que se convertiría en su herramienta para llegar a fin de mes: “Empecé a hacerlo porque me interesaba, pero actualmente tengo necesidad de hacerlo por el dinero”.
Su rutina diaria consiste en acoplar sus dos trabajos: “Actualmente entreno a la mañana y cuando vuelvo tengo que ir a trabajar. No me alcanza el tiempo más que cumplir con esos deberes. Solo descanso los domingos a la tarde”. Aunque destaca que es menos difícil por el hecho de no tener la responsabilidad de una familia: “Ya que no tengo que mantener a nadie, me alcanza medianamente para darme mis gustos”.
Otro caso similar es el de Braian Ceballos, volante del Club Atlético Atlas que milita en la Primera C, quien tuvo que iniciar un emprendimiento para completar los ingresos que recibe desde el club: “Hoy en día estoy con un emprendimiento de medias antideslizantes, mochilas, neceser, y otras cosas que son las que usan la mayoría de futbolistas. Lo tengo con un amigo que también juega al fútbol”. Cuando habla de los motivos no es nada diferente a lo que planteó Guillermo: “Lo tuve que hacer para llegar mejor a fin de mes porque la situación del país está cada vez más complicada. Los salarios se tendrían que acomodar a lo que es la inflación, porque vos arreglás un sueldo en enero y con la inflación que hay en diciembre, cuando terminás el año, tu sueldo se devaluó un montón”. Sin embargo, destaca el lado positivo dentro de todo: “La llevo bien, al tener mi propio emprendimiento me puedo manejar con mis propios horarios. Dentro de todo me alcanza para llegar a fin de mes”.
Los datos oficiales, de acuerdo al boletín N° 5501 de la AFA del 6 de julio 2018, es que los salarios básicos que se acordaron en aquel momento, según convenio con Futbolistas Agremiados Argentinos fueron: $15.000 ($234.000 en la actualidad) para la primera “C”; $17.400 ($271.400 en la actualidad) para el Federal A y la B metro ; $21.000 ($327.600 en la actualidad) para la B Nacional.
Al inicio de este año la AFA anunció la unificación de la Primera C y la Primera D para 2024 en una nueva Categoría que adquirirá el estatus de profesional. Sin duda esta modificación traerá consigo nuevos retos que sortear en el tema contratos y salarios. Al respecto, el delantero de Deportivo Paraguayo tiene una postura dividida: “La unificación (de la C y la D) creo que nos va a dar la posibilidad a los jugadores de la D de poder firmar un contrato. Pero esto “perjudica” un poco a todos, porque el año que viene va a ser más difícil jugar en la categoría por el hecho de que no nos van a poder hacer contrato a todos los que estamos ahora”. Y el volante de Atlas tiene una postura similar: “La unificación de las categorías va a ser una desventaja para muchos, porque no sé si todos los clubes que se unen van a poder mantener el mínimo de contrato que te pide la AFA”.