sábado, diciembre 14, 2024

Fútbol sintético: las apuestas y el mercado en el deporte

Por Leandro Manganelli y Matías Morales

La falta de políticas de regulación en cuanto al juego está permitiendo que los celulares se transformen en casinos, y que aquellos asientos de maquinitas, donde se puede ver a la gente hipnotizada por los mil colores de cada juego, hoy puedan estar en cualquier lugar: colectivos, plazas, gimnasios, camas. Latinoamérica representa el 10% del mercado global de las apuestas online, con un total de 266 millones de usuarios. Durante 2020, la industria del juego online recaudó 63 mil millones de dólares, y espera multiplicar esa cifra para 2027.

Débora Blanca, psicóloga especialista en ludopatía y directora de Lazos en juego, comentó en una nota con Página 12 cómo mediante la pérdida comienza la adicción: “El adicto al juego necesita siempre perder porque, cuando pierde, es cuando se le arma la necesidad de recuperar lo que perdió; entonces vuelve a apostar y a perder porque el desafío es ver de dónde saca la guita para volver a jugar”.

Los logos de las empresas son llamativos, sus videos e imágenes publicitarias también y la tendencia de que los equipos de fútbol sean el cartel de las apuestas se instala, de a poco, en Argentina. Boca estampó a Betsson en su camiseta y River a Codere. Vélez y Estudiantes de La Plata promocionan a Bplay, y Rosario Central y Newell ‘s a CityCenter: un casino que, aunque no tiene apuestas deportivas, sirve para el ejemplo. La AFA, por lo tanto la Selección Argentina campeona del mundo con Lionel Messi, disputó el Mundial de Qatar 2022 con BetWarrior como uno de sus principales sponsors, aunque en junio de este año cambió de casa de apuestas y se unió a Bplay.

El Código Ético de la FIFA 2023, que entró en vigencia el 1 de febrero de este año, habla sobre las apuestas deportivas en el artículo 27. Allí dice que un jugador profesional que esté relacionado con apuestas deportivas puede recibir una sanción que le prohíba jugar por un máximo de tres años. Ivan Toney, delantero del Brentford de Inglaterra, quien termina su contrato en junio de 2025, fue sancionado durante ocho meses por la Football Association (FA), “hasta el 16 de enero de 2024, multado con 50.000 libras y advertido sobre su conducta futura por incumplimiento de las Reglas de Apuestas de la FA”, según el sitio oficial de la asociación que rige el fútbol en Inglaterra. A Toney lo acusaron de cometer 262 infracciones a la Regla E8 de la FA, que dice que los jugadores no pueden apostar ni persuadir a alguien para que lo haga sobre eventos relacionados con un partido o una competición de fútbol. Las apuestas de Toney fueron entre 2017 y 2021, y la sanción fue de ocho meses porque él admitió su adicción al juego, amparado en el diagnóstico de un especialista que dictaminó el problema del delantero.

En un intento de regulación del mercado de apuestas -que crece sin techo-, la Premier League va a prohibir, a partir de la temporada 2025/26, la publicidad a empresas de este tipo en las camisetas de los equipos. Everton, Bournemouth, Burnley, Fulham, Nottingham Forest, Aston Villa, West Ham y Brentford -sí, donde juega Ivan Toney- son los ocho equipos de la Primera División inglesa que tienen estampada a una casa de apuestas en su pecho. Pero romper el contrato y elegir una publicidad nueva para sus camisetas no va a modificar demasiado la situación: la ludopatía arrasa en todas las pantallas y rincones de los estadios, de las transmisiones y hasta en el Championship, la segunda división de Inglaterra, que lleva a SkyBet en el nombre y el logo.

Nicolò Fagioli, futbolista italiano de Juventus, fue sancionado por siete meses por realizar apuestas deportivas. El Código Deportivo de la Federación Italiana de Fútbol prohíbe que un jugador profesional apueste, pero la Serie A es patrocinada por 1xBet y en todos sus partidos, tanto a los costados de ambos arcos como en las vallas publicitarias, el logo de la empresa de apuestas está presente, como se lo vió en las últimas transmisiones para Argentina de las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026: es la publicidad del cansancio, del hartazgo, pero también de la tentación. Todo es color de rosas, siempre se gana seguro.

Aunque los que publicitan casas de apuestas tienen, como ingreso principal, un porcentaje de lo que pierde la gente que se registra mediante su propaganda. Se llama sistema de referido y si el público no se registra ni apuesta, no hay ingresos. Este formato de “publicidad” es frecuente en redes sociales: los creadores de contenido reciben un código propio que le da un pequeño “beneficio” -confuso- al apostador con un “bono del 500% en los primeros cuatro depósitos”, por ejemplo, y la ludopatía es un tema que no se toca. Seducir con dinero y ser fuente de ingreso de cuentas de Instagram, canales de YouTube y de Twitch es la forma de que la adicción al juego no sea un tema de agenda en diferentes plataformas y medios digitales.

Las apuestas son el arte de inducir a las personas a que pierdan plata de manera frecuente, sin que eso les resulte significativo y, una vez que se meten en el fútbol, lo hacen cada vez más sintético: apostá y ganá. Ganá, ganá y ganá.

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