jueves, noviembre 21, 2024

40 años de democracia: elección argentina de fútbol

Por Santina Cova, Agustina Milidoni, Emilia Pellegrini y Victoria Schirmer

Semanas previas a los comicios presidenciales en busca de la democracia tras siete años de dictadura, la revista El Gráfico publicaba una sección llamada “¿Por quién votarán los deportistas?”. Figuras, entrenadores y dirigentes del ambiente del fútbol local se animaron a responder a esta pregunta que hoy, 40 años después, parece muy fácil de responder pero en ese entonces no lo era.

Jugadores como Mario Estanislao Killer, Sergio Daniel “Checho” Batista o el campeón del mundo de 1978 Ubaldo Matildo Fillol manifestaban su apoyo al candidato del Justicialismo, Ítalo Argentino Luder. Del otro lado, nombres como el del ex futbolista Juan Carlos “Chango Cárdenas), o los presidentes Martín Benito Noel (Boca) y Alfredo Ginanni (Platense) se identificaron con el radicalismo, por lo que anunciaban su voto a Raúl Alfonsín.

Cabe destacar, aunque eran minoría, la presencia de algunos futbolistas afiliados al Partido Socialista Popular, entre ellos Edgardo Bauza, quien en ese año jugaba en Junior de Barranquilla.

Otra encuesta realizada por Sport ´80, emblemático programa de aquel entonces que se emitía por Radio Mitre, en los 19 planteles de Primera División el ganador sería Alfonsín, con el 45,47% de los votos, y en segundo lugar quedaba Luder, con el 40,95%, casi como una premonición de lo que ocurriría el 30 de octubre.

El Bocha, jugador del momento

Ricardo Enrique Bochini era el jugador figura de ese entonces. Contemporáneo a la vuelta de la democracia y al triunfo de Alfonsín -justamente ídolo del club de sus amores- , en el mundo futbolístico brillaba el “Bocha”. 

El futbolista deslumbraba fanáticos no solamente del club de Avellaneda, quienes presenciaron lujos futbolísticos como la conducción de pelota por 310 metros, 27 pases cortos positivos y solamente ocho negativos, 14 gambetas al adversario y  10 quites ante Huracán en el Torneo Metropolitano, sino que también a muchos fanáticos del fútbol argentino que exclamaban su presencia en el Mundial de 1982. 

La ausencia de Bochini con la camiseta albiceleste se enlazó con las diferencias que tenía con el técnico actual de ese momento, César Luis Menotti. El entrenador argumentaba la falta de gol del jugador que en ese entonces tenía tres anotaciones en 42 partidos, a lo que el futbolista refutó. 

 

Un amistoso de ejemplo para el futuro

El 26 de octubre, el plantel de Argentinos Juniors jugó, luego de su sesión habitual de gimnasio, un partido amistoso. A diferencia de los que participaban normalmente entre titulares y suplentes, o jugadores de Primera contra los de Reserva, el técnico de ese momento, Rodolfo Santiago Talamonti, decidió cambiar la forma de división de equipos.

Por un lado, conformaron un equipo todos aquellos jugadores que votarían Luder y por otro, todos aquellos que lo harían por Alfonsín, miembro de la Unión Cívica Radical. El encuentro finalizó cordialmente.

La revista El Gráfico destacó esta actitud del Bicho de La Paternal y sus jugadores a falta de cuatro días para las elecciones, a modo de ejemplo de lo que debería ser una sociedad con diferencias, pero con la capacidad de vivir en paz: “Este partido es el que quisiéramos que se jugara de ahora en más cada día, en todos los rincones del país. No importa que unos estén de un lado y los otros del otro. Nadie renunciará, por cierto, a sus convicciones. Pero todos nos debemos respeto, reconocimiento, y hasta cierto tipo de adhesión pensando en el gran objetivo que es el futuro de la Nación”.

Dónde votaron las figuras del fútbol argentino

En una jornada que marcaría un antes y un después en la historia argentina los futbolistas de Primera se acercaron a ejercer su derecho como ciudadanos, ese que había sido quitado y que recuperaban después de diez años.

En su edición del 1/11/1983, El Gráfico publicó la cobertura que realizaron sobre los deportistas y sus actividades durante el día de elecciones. Los hermanos Rinaldi, Jorge Roberto (San Lorenzo) y Osvaldo Ricardo (Racing de Avellaneda), votaban por primera vez. Lo hicieron en la mesa 7509 del Autódromo Municipal. “No podemos negar que estábamos un poco nerviosos por tratarse de un hecho desconocido para nosotros”, aseguraron tras emitir su voto.

El director técnico de la Selección argentina en ese momento, Carlos Salvador Bilardo, se presentó en la mesa 8037 del colegio Cabrini ubicado en César Díaz, entre las calles Boyacá y Andrés Lamas, pleno barrio de La Paternal.

A Ubaldo Matildo Fillol, arquero de Argentinos Juniors y del seleccionado argentino, le tocó cumplir con el rol de autoridad de mesa; fue segundo suplente en la escuela Nº19, situada entre las calles Mitre y Ortiz Campo, en la ciudad de Quilmes. “El nombramiento me alegró como ciudadano”, afirmaba el Pato.

El volante central de Independiente, Claudio Oscar Marangoni, emitió su voto en la mesa 6457 del colegio armenio “Mekhitarista”, ubicado en Virrey del Pino 3511. Cuando faltaban de 25 minutos para el cierre de las urnas, se presentó a votar Hugo Orlando Gatti en la mesa 6457 del colegio Saint Catherine, en Belgrano “R”, más precisamente en Avenida de los Incas 3255.

Al día siguiente de las elecciones, y a falta de cuatro partidos para la finalización de la fecha 24 de la Primera División de la AFA, Independiente lideraba la tabla de posiciones con 31 puntos, seguido por Vélez Sarsfield y Ferro Carril Oeste que lo escoltaban con 30 puntos cada uno. Boca Juniors estaba 6° con 26, por debajo de San Lorenzo y de Argentinos Juniors. En la última parte de la tabla estaba River Plate, decimotercero, con 21 puntos, en una de las peores campañas de su historia, que lo haría terminar penúltimo.

Más abajo, y por salir del fondo, ya peleaban por la permanencia Racing de Avellaneda, antepenúltimo con 19 puntos, Racing de Córdoba, anteúltimo con 18 puntos y Nueva Chicago, último, también con 18. 

El fin de semana del 19 de noviembre, a 11 días de las elecciones presidenciales que darían retorno a la democracia en Argentina, el Millonario y el Xeneize se enfrentaron por la fecha 24 del campeonato de Primera División. Con un gol agónico de José Orlando Berta, el equipo de La Ribera se quedaba con el clásico 1 a 0, en un partido que se jugó en cancha de Vèlez y que terminó con un enfrentamiento entre ambas hinchas que dejó como muerto a uno de los lìderes de la barra de River. 

Semanas antes, en el partido de River contra Rosario Central, Oscar Trossero murió en el vestuario a causa de un aneurisma cerebral y, días antes, también del lado del club de Núñez, la noticia del fallecimiento de Ángel Labruna -en ese momento DT de Argentinos Juniors- golpeaba al mundo del deporte.

Sin dudas fueron años difíciles para los equipos grandes de Argentina que, además de las situaciones fuera de lo futbolístico, dentro de la cancha tampoco encontraban soluciones.  Racing, dirigido por Juan José Pizzuti, paradójicamente el mismo que lo había llevado a ser campeón de América y del Mundo en 1967, parecía no tener rumbo.

La Academia estaba en la antepenúltima posición de la tabla el 1 de noviembre, el día posterior a las elecciones en las que triunfaron la democracia y el radicalismo. Contaban con 19 puntos en 24 partidos (7G, 5E y 12P), a 12 unidades del puntero y rival de toda la vida: Independiente.

El 18 de diciembre, Racing perdió 4-3 de local contra su homónimo de Córdoba y descendió a la B Nacional, lugar donde jugaría los siguientes dos años. Mientras tanto, el 22 de ese mismo mes el Rojo se consagraba campeón tras derrotar 2-0 a una Academia ya descendida.

¿Quiénes eran las figuras?

La revista El Gráfico publicaba “El ranking del mes”, una especie de 11 ideal con los mejores jugadores de la Primera División. Un día después de los comicios, se dio a conocer la cuarta entrega de esta sección, que abarcaba desde la fecha 16 hasta la 25, correspondientes a septiembre y octubre.

Los elegidos fueron el arquero Ubaldo Matildo Fillol (Argentinos Juniors); los defensores Néstor Clausen (Independiente, José Omar Beccerica (Talleres de Córdoba), Osvaldo Coloccini (Racing de Córdoba) y Juan Bujedo (Vélez; en el mediocampo, Mario Vanemerak (Vélez), Carlos Luis Ischia (Vélez) y Ricardo Enrique Bochini (Independiente); los delanteros seleccionados fueron Rodolfo Rodríguez (Instituto), Mario Husillos (San Lorenzo y Rubens Navarro (San Lorenzo).

 

El deporte después de las elecciones

El 30 de octubre de 1983, Raúl Alfonsín era elegido presidente tras siete años y meses de dictadura militar. En múltiples sentidos, aquella jornada marcó un antes y un después para la historia argentina y su sistema político. Ese día se convirtió en un momento histórico que se celebraría a partir de entonces, en toda la Argentina. Se trató nada menos que del Día de la Restauración de la Democracia, de la recuperación del Estado de Derecho y el fin definitivo de la última dictadura militar, que se había instaurado el 24 de marzo de 1976, y que dejó 30 mil desaparecidos. Los argentinos y argentinas recuperaron el derecho a votar y elegir a sus propias autoridades y gobernantes, tal como se contempla en la Constitución Nacional. Y, por supuesto, no solo eso, sino también todo lo que implica vivir en democracia y con derechos inalienables: el derecho a la vida, la libertad de expresión, la igualdad, la identidad, la seguridad, la felicidad y tantos más. El flamante presidente se impuso con casi el 52 % de los votos y comenzaba a escribir un nuevo capítulo en la historia nacional, a partir del 10 de diciembre de ese mismo año. A la vez, dentro de sus distintas obligaciones y decisiones a cambiar o tomar, se encontraba el deporte.

La actividad venía de tiempos oscuros, repleto de violencia y sin dirección. Al asumir, Alfonsín argumentó que su pasión por Independiente quedaría en un segundos plano, ya que sus actividades le impedirían seguirlo como espectador en la cancha, para centrar su atención en ocuparse del deporte en conjunto. Uno de los principales focos que comenzó a plantear el presidente fue el perfeccionamiento de la actividad deportiva en las escuelas: “La prioridad será el deporte en sus escuelas y colegios antes que el profesional, pues este tiene su problemática propia y aquí la cuestión es que haya un acceso directo y razonado del niño a la actividad. Y eso solamente se logra promoviendo torneos, pero -de ninguna manera- cayendo en la demagogia ni gastos faraónicos. Simplemente hay que aprovechar todos los recursos que se poseen hoy”.

Simultáneamente, Alfonsín manifestaba una autonomía del ente nacional del deporte: “Sin perjuicio de que en un futuro no lejano el ente nacional del deporte deje de pertenecer al ministerio de acción social -formándose en una secretaría autónoma-, hoy seguirá tal cual está. Pero deberá actuar en estrecha colaboración con los ministerios de Educación, Salud Pública, y las restantes secretarías de acción social”.

Fotos: revista El Gráfico

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