martes, abril 30, 2024

El fútbol en el país peor rankeado por la FIFA: San Marino

Por Matías De Leo

En la actualidad, son 207 las selecciones que la FIFA reconoce en su ranking. Argentina, gracias a su gran desempeño en estos últimos años, sumado a la obtención del Mundial y la Copa América, se ubica en el primer puesto. Sin embargo, si damos vuelta la tabla nos encontramos a un seleccionado que tomó cierta popularidad desde hace un tiempo por ser catalogado como el peor del mundo: tanto por sus abultadas derrotas, como por poseer el promedio de gol más bajo. Se trata de San Marino, una nación que más allá de las críticas de los medios, crece lentamente y cuenta con un proyecto a largo plazo que promete.

A pesar de ser un país con tan solo un poco más de 33.000 habitantes, es la república más antigua del mundo. Cuando en la Edad Media toda Europa era feudal y dominada por nobles, San Marino ya era república formalmente desde el año 1243.

Con respecto a la fundación del primer equipo de la selección, hay que remontarse a 1986, cuando jugó su primer partido amistoso contra el equipo olímpico de Canadá, con derrota por la mínima. Cuatro años más tarde jugó su primer partido oficial, por las eliminatorias de la Euro 1992. Fue caída por 4-0 ante Suiza.

Registro de la única victoria hasta el momento de “La Serenissima”.

Si bien la gran mayoría de los récords son negativos, existe uno que escapa a eso y del que todos los seguidores de “La Serenísima” pueden estar orgullosos. En 1993, jugando ante Inglaterra para las clasificatorias al Mundial del año entrante, Davide Gualtieri marcó para los de celeste y blanco a los ocho segundos. En un abrir y cerrar de ojos sorprendieron a una de las selecciones más fuertes. Luego, los ingleses terminarían ganando por 7-1, pero no les fue suficiente para clasificar a la Copa del mundo. 

Para la visita fue una goleada con un sabor amargo, pero para los locales tuvo un condimento agridulce porque durante mucho tiempo fue el gol internacional más rápido. En toda su historia solo ha ganado un partido: un amistoso, contra Liechtenstein en 2004. El único gol en aquel encuentro fue anotado por Andy Selva, goleador histórico de la selección con 8 tantos. 

Desde entonces, tan solo empató cinco veces y las restantes son derrotas, por lo que acumula 133 partidos sin conocer la victoria. En todo este tiempo, fueron más los años que pasaron que goles anotados. 19 contra 16. Los números son devastadores, pero si hay algo que no se pierde en este pequeño país es la fe. Sus bocas se encuentran selladas frente al grito de la victoria, aun así el gusto de romper la mala racha sigue latente.

Uno de los desafíos más grandes de este seleccionado es la conformación de su plantilla. Para muchos eso es básico y fundamental, sin embargo, para San Marino es muy difícil debido a la baja población que tiene. Solamente seis jugadores del combinado nacional son profesionales: tres juegan en la Serie C de Italia y los otros tres en la Serie D (tercera y cuarta categoría del fútbol italiano). Los demás compiten en la liga local, la cual es semiprofesional y entrenan dos o tres veces por semana en sus clubes.

Una cuestión a destacar es la resiliencia que los impulsa para continuar luchando. “Parece que hay que hacer deporte para ganar, pero esta gente seguiría aunque no ganen”, aseguró Víctor Romero, un periodista español apasionado por la historia de esta selección.

Los 11 jugadores y de fondo la bandera de la “Siamo Noi”.

El año que se originó el primer equipo nacional, también se creó la liga local. Desde su fundación, hasta el campeonato pasado, la integraban 15 clubes. Para este nuevo torneo se sumó un nuevo equipo a las filas: la Academia San Marino U22, formada únicamente por jugadores nacidos después de 2001. El principal propósito es reforzar la selección nacional con futuras promesas y en un futuro no muy lejano acabar con la seguidilla de partidos sin conocer la victoria. El plantel estará conformado por jugadores sanmarinenses, aunque podrían sumarse algunos juveniles italianos. 

La Liga Sanmarinense es calificada como la que menor nivel tiene en Europa pero al mismo tiempo es una gran vidriera tanto para jugadores locales como extranjeros ya que otorga tres cupos en competiciones UEFA.

El campeón se clasifica a fases preliminares de Champions League, mientras que el ganador del play-off (del 2do al 11vo puesto) obtiene una plaza en la Conference League. También existe la Coppa Titano, similar a la Copa Argentina. El ganador ingresa a rondas previas de Conference.


La derrota se convirtió en un sinónimo de la selección de San Marino y ninguno de los jugadores que la componen actualmente ha tenido el placer de saborear un triunfo.

Hasta el momento ningún equipo tuvo el honor de representar al país en una fase de grupos europea. Debido en parte a que el camino previo es muy largo y con muchos partidos en juego. 

En cada rincón del mundo es casi imposible no encontrarse con un argentino y San Marino, de ninguna manera hace excepción a esa regla. Dante Rossi, Adolfo Hirsch y Danilo Rinaldi son tres jugadores que decidieron ir a probar suerte con el fútbol en este pequeño estado europeo y actualmente integran la selección mayor. 

“Yo lo defino como un pueblo con comodidades del primer mundo”, afirma Hirsch, quien lleva 14 años viviendo en San Marino. Lo que más le llamó la atención en su llegada es el fuerte sentido de pertenencia que se respira allí. 

Hirsch y Rossi, argentinos que representan a San Marino.

Si bien el orgullo sanmarinense es notable, algo que deben modificar es la mentalidad con la que los jugadores salen al campo de juego. En este sentido, Rinaldi remarcó: “No disfrutan porque entran pensando en que van a sufrir. Es así, en Wembley, la noche anterior ya decían vamos a perder 8 a 0; yo en cambio, decía mirá dónde voy a jugar mañana”.

Así como ocurre con los tres jugadores experimentados, también los hay jóvenes que eligieron la república enclavada en territorio italiano para desarrollar sus primeras armas en el “calcio”. Tal es el caso de Agustin Cavalieri y Luciano Composto, de 24 y 20 años respectivamente. Ambos jugaron para el Faetano en la temporada pasada y el balance que les dejó es más que positivo. “Me encontré con un fútbol totalmente distinto al argentino, acá es todo mucho más táctico y allá es más físico”, manifestó Cavalieri. 

A pesar de que son 16 los equipos que integran la liga, solo existen 11 estadios. Los mismos son municipales por lo que la Federación los sortea para cada fecha. El Olímpico de Serravalle es el más destacado. Cuenta con una capacidad para 7000 personas. Allí hace de local la selección y se disputan los partidos de mayor relevancia del campeonato. Todos son de césped sintético y la gran mayoría cuenta con iluminación artificial.

“El estado de las canchas es muy bueno, eso permite que se pueda jugar por el piso y siempre tratar de generar un buen fútbol, caso contrario a las canchas del ascenso argentino”, agregó Cavalieri, ex jugador de Atlanta. Sin embargo, no ocurre lo mismo con respecto a la pasión con la que se viven los partidos.  En nuestro país, las hinchadas, sumado al ruido de los bombos, cánticos y hasta incluso los insultos, juegan un partido aparte y eso no pasa en el territorio europeo, donde todo es más calmo y el sonido ambiente es el de los jugadores y las indicaciones de los técnicos. 

Por otra parte, la conexión entre Argentina y San Marino no solo es entre los jugadores, sino que también hay un grupo de hinchas que sigue tanto a la liga como a la selección desde Buenos Aires. El 4 de diciembre de 2021, nueve apasionados por el fútbol sanmarinense decidieron fundar la “Siamo Noi” (Somos Nosotros) y un mes más tarde tuvieron su primer encuentro donde firmaron su propia constitución en un banderín.

La “Siamo Noi”, una pasión que trasciende fronteras.

“Muchos de nuestros amigos nos tratan de locos por seguir a la peor selección del mundo, pero como amantes del ascenso, encontramos en la selección de San Marino un reflejo a ello, donde todo es cuesta arriba y la única opción es ponerle el pecho a las adversidades”, mencionó Juan Manuel San Martín, uno de los fundadores de la comunidad.

Actualmente, el grupo sumó nuevos adeptos y suelen juntarse a ver y reaccionar tanto los partidos de la selección como los de la liga local. Para ellos el resultado es simplemente una anécdota, lo que consideran importante son los momentos que comparten juntos. Más allá de que la distancia entre un país y otro es de 11280 kilómetros, los jugadores pueden estar tranquilos de que en este lado del charco hay una hinchada incondicional.

A pesar de las piedras en el camino continúan luchando para que el “calcio” crezca y se desarrolle. Así como el sueño de la victoria se convierta en realidad, porque mientras la pelota continúe rodando, todo es posible.

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