domingo, octubre 13, 2024

Pinocho, más que un club de barrio

Por Tomás Deraiopian, Lautaro Remy, Matías Zaccaría y Martín Rodríguez

Pinocho es un club social y deportivo ubicado en el barrio de Villa Urquiza que se destaca en el ámbito del Futsal, siendo uno de los más importantes a nivel nacional en esta disciplina. Sin embargo, para entender su gran relevancia en el fútbol sala argentino, es importante conocer cómo fueron sus inicios.

Fue fundado el 20 de julio de 1925 por Félix Zugasti, quien con un grupo de amigos de entre 12 y 16 años decidieron responder a una proclama de la revista española Pinocho, la cual invitaba a crear en cada ciudad de habla hispana un club con el nombre de dicho personaje.

Reunidos en el domicilio de Zugasti, Colodrero 3433, fundaron “Pinocho Football Club”. De esta manera, Don Félix se encargó de comprar todo el equipamiento y de los gastos del club junto con la impronta de un sello social para la institución. Así, tuvo sus primeras casacas con rayas verticales verdes y blancas, y se definió el escudo oficial del club: un dibujo de Pinocho tirando una pelota, imagen que aparecía en el periódico español.

De esta manera quedó formado un club abierto al público con la condición de que quienes lo integren, sepan contar el cuento: ”Las aventuras de Pinocho”, algo que marcó el emblema del club en aquella época. Con Zugasti como dirigente, así comenzó la historia de esta institución que en sus inicios contaba únicamente con 3 deportes: básquet, vóley y bochas. Para ese entonces no existía el futsal como tal en la Argentina, por lo que lo único relacionado a este, salvando las distancias, era una cancha de fútbol 11 al aire libre.

Lo cierto es que con el paso del tiempo, el club fue creciendo y así lo hicieron también sus instalaciones y sus socios. Tal como lo citan en la página oficial del club, Pinocho es “grande por sus dimensiones y por su gente. Es un equilibrio entre el deporte y la vida social.” De esta manera, se fueron incorporando distintas actividades con el correr de los años, entre ellas el Futsal, que se incorporó en 1999.

Este deporte comenzó a darse en Argentina a mediados de los 90, aunque no adquirió mucha relevancia y su desarrollo se dio en simultáneo con la de algunos clubes que abrían sus puertas para que los chicos practicaran el fútbol de salón, uno de ellos el club de Villa Urquiza. Desde allí comenzó una historia de gloria y alegría que llevó a convertir a Pinocho en uno de los clubes más grandes de Argentina, siendo la institución con más trofeos de la Primera División (14). 

Pinocho ascendió a la máxima categoría en 2001, y de 2005 a 2011 obtuvieron 12 campeonatos de futsal de AFA, un tricampeonato y un nona-campeonato. Además, el club ostenta varios récords en el futsal argentino, entre ellos un invicto de 111 partidos, más de 3 años sin derrotas. También conquistó el Torneo Nacional de Futsal en 2008, 2009 y 2010. 

Entre otros logros, cabe recalcar que participó en la Copa Libertadores de Futsal en 4 ediciones (2006 hasta 2009), llegando al tercer puesto en 3 competiciones distintas (2006/2007/2008). Además, en 2007 fue elegido por la marca Umbro como el mejor equipo del mundo, posicionándolo así como uno de los clubes más importantes a nivel mundial en la disciplina de fútbol de salón.

El club tiene una rivalidad muy grande con la institución 17 de Agosto. Ambos comenzaron en el básquet y luego se trasladaron al futsal. Esta se da debido a la cercanía geográfica de ambos equipos, Pinocho pertenece al barrio de Villa Urquiza y 17 de Agosto a Villa Pueyrredón, se lo denomina el clásico de Urquiza. 

Ambos clubes viven al máximo cada enfrentamiento entre sí y de la misma manera lo sienten los hinchas, de forma que a lo largo de la historia se han producido algunos inconvenientes, entre ellos el partido de 2010 disputado en la cancha 17 De Agosto a puertas cerradas por actos de violencia.

Si bien Pinocho es reconocido por sus éxitos en lo deportivo, también se caracteriza por su sentido de pertenencia y su identidad de unión, algo que se intentó instalar desde sus inicios. Es por eso que vemos en el club grandes obras en honor a personalidades destacadas, como el estadio de futsal que lleva el nombre de Don Ernesto Magriarella, o la estatua de Eduardo Olmedo, uno de los pioneros del básquet en la institución.

Pinocho es mucho más que un club de Barrio. “El deporte es salud del cuerpo y de la mente; es alegría, es amistad, es crecer”, como lo expresa la web oficial del club. Es por eso que cuenta con otras disciplinas además del fútbol sala y baloncesto. Patín, voley, gimnasia aeróbica, natación, krav maga, taekwondo y ajedrez son las actividades que hacen de Pinocho un club polideportivo, cuya historia lo consolida como un club de barrio histórico de la Ciudad de Buenos Aires.

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El semillero del campeón del mundo

Por Matías Zaccaría y Juan Livio

La Selección Argentina sub 17 de futsal disputó el torneo Sudamericano en Paraguay del 17 al 25 de junio, donde se consagró campeona tras vencer a Brasil 2 a 1.Matias Bonino, Thiago Argañaraz, Bautista Caso, Lucas Granda y Santino Pavazzan, todos surgidos de Pinocho, integraron el plantel que logró el título.

También formó parte de la delegación Facundo Ohanessian, arquero que surgió de las inferiores del club pero que actualmente se encuentra en Atlanta. En estos últimos años varios jugadores surgidos y con paso en el club se consagraron en la selección mayor. Casos como los de Fernando Wilhelm, Maximiliano Rescia y Alamiro Vaporaki, que fueron campeones del mundo en 2016 en Colombia tras ganar la final frente a Rusia por 5-4, siendo el primer y único mundial de Argentina.  

Los dirigidos por Santiago Basile integraron el grupo B, donde vencieron 3-0 a Perú en su debut, 6-0 a la selección uruguaya en la segunda fecha, y 3-1 a Ecuador en su tercer encuentro. Con esa victoria se aseguraron el pase a las semifinales del certamen. 

Por último, finalizaron la fase de grupo jugando contra el seleccionado brasilero, que desde un principio era el máximo candidato a llevarse el torneo. El partido terminó 1-1 y la selección acabó segunda del grupo por detrás de los brasileros, ya que el conjunto carioca tuvo +20 de diferencia de gol mientras que Argentina +11.

En semifinales se enfrentó con Venezuela, primera de la zona A que terminó con puntaje perfecto. En este partido Argentina se fue al descanso 0-0 teniendo muchas oportunidades que en el segundo tiempo recién logró concretar goleando por 4-0. Del otro lado del cuadro, Brasil ganó 3-0 ante Colombia.

Ya en la final, la albiceleste arrancó perdiendo 1-0 con un gol de afuera del área de Andrey Fernandes y con este marcador en contra Argentina se fue al descanso. Con el segundo tiempo en marcha la selección pasó por arriba a Brasil en todo momento, a falta de 13 minutos Bruno Bettoni igualó el partido y a 9 del cierre Bautista Caso anotó el gol con el que el elenco nacional se consagró campeón.

La selección venía de ser subcampeona en las únicas dos ediciones que se disputaron anteriormente, en 2016 y 2018, perdiendo ambas finales con Brasil, por lo que este triunfo no solo marca la historia del futsal argentino, sino que tiene el sabor a revancha que tanto se necesitaba. 

 

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