Por Abel Iranzi
Manuel Lanzini, luego de nueve años, volvió a vestir la camiseta de River y espera jugar el siempre tan ansiado partido contra Boca este domingo. Es por eso que vale la pena recordar el récord atípico que tiene el ex jugador del West Ham, el de marcar el gol más rápido en la historia de los Superclásicos.
Para tener un contexto, hay que retroceder hacia el 2013. El 5 de mayo de ese año los Xeneizes recibieron a los Millonarios en el barrio de La Boca para disputar la fecha 12 del Torneo Final. El partido concluyó 1-1 pero lo que más destacó fue la problemática que hubo por parte de los hinchas del equipo local y del entrenador de River en aquel entonces, Ramón Díaz. Hubo dos cortes en el segundo tiempo, el primero fue por parte de Ramón, quien fue expulsado a los 22 minutos del segundo tiempo, y la segunda fue por la intervención de la barra de Boca, que dejó el partido parado por siete minutos debido a que tiraron bombas de estruendo, algunos se colgaban del alambrado y unos pocos invadían el terreno de juego. Fue un partido para el olvido, lo único rescatable fue aquel gol que quedará en la historia de River.
Ni bien arrancó el clásico, el uruguayo Carlos Sánchez ganó una pelota tras un error de Nicolás Burdisso, tras avanzar por la derecha, el 8 de River envió un centro para que Lanzini remate cómodamente de cabeza y así convierta el 1-0 en apenas 42 segundos, cifra que hasta el día de hoy continúa latente como el gol más rápido de la historia en un River – Boca.
El 10 de River le arrebató el récord a Pablo Ledesma, que había hecho lo propio en el Torneo Clausura 2007 convirtiendo tras un pase de Juan Román Riquelme a los 47 segundos. A estos números le siguen los tantos de Norberto Menéndez en 1957 y Ernesto Mastrángelo en 1972, ambos con la camiseta del Millonario lograron convertir a los 60 segundos.