Por Sebastián Mongelos
La imagen se repite cada vez que Lionel Messi pisa un terreno de juego. Los aficionados se centran en observar a uno de los mejores jugadores de la historia con la noción de que, quizás, no volverán a tener esa oportunidad. Luz, cámara y acción. Pero, pará. Se juega un partido, no se graba un cortometraje. Esto también se reitera. Los espectadores sacan su celular para capturar lo que hacía el astro argentino. Ya no se disfruta del todo. Hay una preferencia en registrar el momento y después decir: “Yo estuve ahí. Yo lo ‘vi’ en vivo”.
Suele ocurrir cuando hay un hecho importante o inusual. Un acontecimiento crucial como un nuevo récord. Uno que, por ejemplo, Lebron James rompió el pasado febrero tras superar los 38387 puntos anotados por Kareem Abdul-Jabbar en la NBA. Pero la noticia no solo fue la canasta histórica, sino también las repercusiones que generó la imagen del instante en el que la pelota iba hacia el aro: la gran mayoría del público, incluido los hijos del basquetbolista, sostenía su teléfono mientras estaban al tanto del marcador de la cancha, el cual indicaba cuánto le faltaba al alero de Los Ángeles Lakers para ser el máximo anotador de la historia de la competencia. Medios como The Telegraph, Marca, US Today o la australiana News.com centraron textos en esta situación y se centraba en Phil Knight, fundador y dueño de Nike, y quien estaba al lado de los hijos de James siendo uno de los pocos sin celular en mano.
Un suceso inhabitual como la visita de un seleccionado que hace pocos meses fue campeón del mundo. La Argentina venció 2-0 a Australia con goles de Messi y Pezzella en el Estadio de los Trabajadores, en Beijing, China. Un país donde el fútbol no es el deporte principal, pero en el que no desconocen la calidad de los jugadores que vienen para disputar un partido. Cada momento que se paraba el encuentro, la transmisión mostraba a todos con el teléfono. Se veía hasta los oficiales dejando de lado por unos segundos su trabajo para grabar al capitán argentino. Un hincha logró evadir a la seguridad y, con un dispositivo consigo, abrazó a Messi y saludó al Dibu Martínez. Luego, lo sacaron del campo.
¿No es más cómodo quedarse en su hogar para verlo en la televisión antes que ir hasta la cancha para observar a través del celular? Pues un informe del Instituto de Investigación de Capgemini reveló que, con los avances tecnológicos, un 69% de las personas prefieren ver el deporte en su casa, especialmente los jóvenes. De hecho, solamente el 37% visitó al menos una vez un estadio en los últimos doce meses. También la empresa menciona que estos porcentajes sufrieron un mayor cambio en Australia y en el Reino Unido. En este último está Inglaterra, la cuna del fútbol. ¿Cómo puede ser que donde se inventó el deporte se esté perdiendo la pasión por ir a la cancha?
Definitivamente es un cambio de generación y, ante el avance constante de la tecnología, pasará cada vez más a menudo. Ya no será el pitido del árbitro y que inicie el partido. Será luz, cámara, y que comience a rodar la pelota.