viernes, abril 26, 2024

El primer mundial de Cestoball, con mucha impronta argentina

Por Santiago Gutiérrez

“¿Cestoball? Yo lo jugaba en la secundaria”, me decía mi vieja, mientras le contaba que este domingo arrancaba el primer mundial de cestoball.

En India desde el domingo 21 de mayo hasta el jueves 25, más de cien años desde el origen del deporte, comenzó el primer Mundial de cestoball bajo la tutela de su máxima entidad, la Asociación Internacional de Cestoball, presidida actualmente por la argentina Laura Antas. La idea de esta competencia surgió por el gran interés del país asiático sobre este deporte. La organización de un Mundial sería el mejor recurso para aumentar la visibilidad del cestoball, no solo en India, sino en el mundo.

Argentina participará en el Mundial tanto en la rama femenina como masculina junto a la local India, Francia, Zimbabue, Kenia, Bután y Bangladesh quien debutará con los argentinos. Los partidos se transmitirán en vivo por el canal de Youtube de la Federación de Cestoball de India.

Su fundación fue en Argentina a principios del siglo XX, en la Ciudad de Buenos Aires, por el profesor Enrique Romero Brest. En aquellos años impulsó un cambio de 180 grados en la materia escolar “Educación Física”, que prácticamente consistía en ejercicios de gimnasia militar. Y Brest, a través del Sistema Argentino de Educación Física, las reemplazó, entre otras cosas, por el deporte.

En aquella época al cestoball se lo llamaba “pelota al cesto”, hasta que en 1986 se cambió su nombrecon el objetivo de iniciar su expansión internacional”, según la Confederación Argentina de Cestoball.

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El logo que representa un nuevo escalón en la historia del cestoball fue creado, de manera simbólica y meticulosa, por la cordobesa Renata Tosco. “El logotipo tiene toda una fundamentación. Los colores son por la bandera de India, el aro y la pelota representan al deporte, que a su vez forman una copa y esa forma modulada hace referencia a la calidez, amistad y amabilidad que el cesto tiene, porque es así”, relata la actual jugadora de cestoball en CARIB en la localidad de Tancacha.

Ella es diseñadora gráfica y previamente había rediseñado el escudo de la Federación Cordobesa de Cestoball. Ese trabajo le valió para que Giuliana Tasco -una de las integrantes de la Asociación Internacional de Cestoball, que también vive en Córdoba-  la recomiende como diseñadora del actual logotipo del Mundial con el apoyo de la Confederación Argentina de Cestoball. 

El cestoball es un deporte que se destaca por el dinamismo y la precisión, ya que quienes lo juegan no pueden tener la pelota más de tres segundos y deben encestar en un aro que se encuentra en un cuarto de la cancha, sin ningún apoyo como el tablero en el básquet. “El cesto es muy importante para mí, es muy lindo, muy dinámico y me encanta que sea en grupo”, cuenta Tosco.

Sin embargo, particularmente en la provincia de Córdoba, el cestoball tiene poca relevancia con apenas tres clubes (CARIB, Observatorio y Río Cuarto). Esta situación, según Giuliana Tosca, que también es secretaria de la Federación Cordobesa de Cestoball, surge porque en 2004 se dejó de dar cestoball en el IPEF (Instituto Provincial de Educación Física), que es la facultad más importante de Educación Física en Córdoba. “Si vos tenés profesores que sepan jugar al cesto y que lo conozcan lo van a enseñar”, afirma Tasco.

Por eso la Federación de Córdoba de Cestoball en acuerdo con la Subdirección de Educación Física de Córdoba presentará durante este año talleres para enseñar el deporte en IPEF y en las localidades de Villa María y Bell Ville. La idea es que el cestoball vuelva a su casa, donde todo comenzó. 

Este Mundial tiene un gran valor, más allá de ser el primero. Es una oportunidad enorme para atraer a ese público que desconoce el cestoball, para aquellos profesores que podrían enseñarlo en las escuelas y para que surjan clubes que solidifiquen el interés y desarrollo de este deporte en más países.

Previo al comienzo del Mundial las selecciones argentinas estuvieron haciendo un taller de enseñanza de cesto a los jugadores y jugadoras de las otras selecciones, quienes serán sus futuros rivales. Esto detalla la humildad y compromiso que tienen estos deportistas y que, a la vez, fomenta este deporte.

“Las y los jugadores de la selección argentina no vinieron a pasear, no vinieron a jugar y nada más, vinieron a enseñar su deporte”, comentó el presidente de la Confederación Argentina Juan Payllalef en el Instagram de la entidad.

“Es un lindo espacio para ir a aprender, pasarla bien y no me gustaría que eso en algún momento se deje de dar”, cierra Renata Tosco con cierto miedo a perder algo tan valioso como es ir a un club y compartir esos momentos que te da el deporte, aquellos que te dan una sensación de plenitud en el medio del pecho, esa calidez, amistad y amabilidad que definió al cesto.

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