viernes, diciembre 6, 2024

La fiesta del campeón, otra vez en casa

Por Santiago Fiorda y Nicolás Santirso

La selección argentina enfrentará este jueves, desde las 20:30, a Panamá en el Estadio Monumental, en lo que será el primer partido del equipo de Lionel Scaloni luego de la consagración en el Mundial de Qatar 2022.

Pasaron exactamente 3 meses y 5 días de la final de la Copa del Mundo frente a Francia, pero la euforia sigue vigente. Los hinchas agotaron las entradas apenas dos horas después de que salieran a la venta. El Monumental estará colmado por más de 83.000 personas. En la convocatoria, están presentes los 26 campeones -a excepción de Alejandro Papu Gómez por lesión- más algunos juveniles que marcarán la futura generación, con el horizonte y el objetivo puesto en la Copa América 2024. 

Si bien será un partido que servirá como excusa para festejar la obtención del mundial, resulta extraña la elección de un rival de menor calibre como Panamá, la quinta selección de CONCACAF en el ranking FIFA (61°). En este sentido, resulta interesante recordar cómo fueron los dos partidos que disputó el seleccionado después de ganar el Mundial.

 

Bulgaria, el rival de los primeros campeones

Abril de 1979. La dictadura militar llevaba tres años en el gobierno y ya empezaba a levantar sospechas en las distintas organizaciones internacionales (NdR la primera visita de una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos fue el 6 de septiembre). El miércoles 25, justo cuando se cumplían 10 meses de la conquista argentina en el Mundial 78, la selección comandada por César Luis Menotti jugó su primer partido internacional. El rival fue Bulgaria, que venía con saldo positivo: le había ganado a Checoslovaquia y a Alemania Oriental, había empatado contra Rumania y solamente había perdido frente a la Unión Soviética.

El encuentro se jugó en un Monumental colmado por 70.000 almas, con una recaudación récord para el fútbol nacional ($684.715.000). Curiosamente, aquella noche hubo un título en disputa: el “Trofeo El Gráfico 60 aniversario”, cuya organización estuvo a cargo de la histórica revista deportiva.

Menotti paró un once que combinaba a los aclamados campeones –Ubaldo Fillol, Jorge Olguín, Daniel Passarella, Américo Gallego, Oscar Ortiz y René Houseman– con las figuras y promesas más brillantes del fútbol argentino, como Hugo Villaverde (Independiente), Jorge García (Rosario Central), Juan Barbas (Racing), José Reinaldi (Talleres de Córdoba) y un tal Diego Armando Maradona (Argentinos Juniors).

 “Este partido contra Bulgaria se tomará con la misma seriedad con que se tomó la final de la Copa del Mundo”, avisó el Flaco en la previa del encuentro. Y el equipo le contestó con creces. Argentina venció 2-1 a Bulgaria esa noche, con goles de Houseman, a los 3 minutos de juego, y de Passarella, a los 60 y de penal. Para los búlgaros, anotó de tiro libre Hristo Bonev, quien actualmente es el segundo máximo goleador de la historia de su selección nacional.

Aunque lo más recordado de la noche fue, paradójicamente, una jugada que no terminó en gol. Un joven Pelusa de cabellos cortos robó la pelota en la mitad de la cancha a los 63 minutos, eludió a cuatro hombres húngaros y quedó cara a cara con el arquero Vasil Hristov. Solo le quedaba definir, pero su tiro salió a las piernas del golero. Tal fue la admiración y la sorpresa que generó esa jugada, que El Gráfico publicó la secuencia con el título: “Vea esta pintura: es un Maradona”.

Finalmente, el Káiser levantó el trofeo amistoso en medio de una cancha explotada y ante la mirada de Jorge Rafael Videla. Solo cinco días después, las Madres de Plaza de Mayo cumplían dos años de su primera ronda para reclamar por la aparición con vida de sus hijos.

 

Argentina – Italia: un duelo de campeones ochentosos

A diferencia de la armoniosa era Menotti, su sucesor, Carlos Salvador Bilardo, mantuvo un trato conflictivo con el hincha argentino. Alejados del público nacional, la preparación del plantel para la Copa del Mundo de 1986 había iniciado en suelo mexicano un mes antes del inicio del certamen.

“¿Sabes el alivio que tengo? No hay que jugar más las Eliminatorias”, había declarado el Doctor luego de ganar el trofeo. Pero entonces: ¿Cuándo, dónde y contra quién fue el estreno de la segunda estrella?

Aquel 10 de junio de 1987, a un año y cinco días del duelo de fase de grupos del Mundial, la Albiceleste se midió contra Italia en Zurich, Suiza. Fue una contundente derrota por 3-1 con goles de Fernando De Napoli, Óscar Garré en contra y Gianluca Vialli. El entrenador argentino inició el encuentro con los campeones José Luis Brown, el mencionado Garré, Oscar Ruggeri, Julio Olarticoechea, José Luis Cuciuffo, Sergio Batista y Diego Armando Maradona, el autor del 1-2 parcial. Algunos nombres marcaron el comienzo del recambio con miras al Mundial 90, como Sergio Goycochea, Darío Siviski, Juan Gilberto Funes y Roque Alfaro, quienes arrancaron en el once titular.

Ante el mal resultado, Diego, capitán y emblema, habló con El Gráfico y criticó el desempeño del seleccionado que defendía: “Quería comunicarme con Funes y no me salía, acababa de conocerlo. Lo mismo con Goycochea, yo le decía Goycochea en vez de Goyco o Sergio. Ahora cuando nos encerremos todos en Ezeiza para la Copa América (junio de 1987), va a ser distinto”.

En el marco de la preparación para el siguiente torneo, disputado en territorio nacional, Bilardo optó por cerrar algunos ciclos como el de Sergio Almirón, Ricardo Bochini y Nery Pumpido, por lesión, entre otros. Tras la obtención del cuarto puesto en el torneo sudamericano, Argentina mantuvo 35 partidos consecutivos sin jugar en suelo local. Precisamente, hasta febrero de 1991, con la Copa América Brasil 1989 y el Mundial de Italia 1990 en el medio.

Por primera vez en la historia, la selección nacional enfrentará a un combinado americano tras levantar la copa más codiciada. Y más allá del resultado que Argentina obtenga contra el equipo panameño plagado de suplentes, el público se acercará al Monumental para presenciar una fiesta histórica. La fiesta de los campeones del mundo.

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