Por Pedro Ignacio Pérez Naveira
Alemania perdió en su debut mundialista ante Japón por 2-1. El gol de los teutones lo consiguió Ilkay Gundogan en el primer tiempo desde el punto penal, pero en el complemento los asiáticos lo dieron vuelta con los tantos de Doan y Asano.
Pero lo más importante no fue eso, sino que, una vez que se supo que su capitán Manuel Neuer no iba a poder usar el brazalete multicolor (algo que también querían hacer los capitanes de Inglaterra, Gales y Dinamarca), optaron por un método de protesta incluso más significativo y esta vez, contra la FIFA.
Poniéndose la mano en la boca en la foto oficial mostraron lo que sienten, que si no pueden llevar una distinción en favor de una causa a favor de los derechos de las personas en todo el mundo, entonces lo que hace la FIFA es censura y esta censura radica en la plata y el poder que tiene el país anfitrión en la casa madre del fútbol.
El arquero Neuer ya se había enfrentado con la UEFA cuando quisieron quitarle el brazalete a favor de los derechos LGBTIQ+, esto en el marco del partido contra Hungría, pero era para mandar un mensaje a su Primer Ministro, Viktor Orban y su política antiderechos.