viernes, noviembre 22, 2024

Barein: la aventura de un futbol para pocos

Por Iván Codevila

El fútbol es un deporte que se encuentra en cualquier parte del mundo, desde un potrero en Villa Fiorito hasta un estadio de última generación en Japón. Oriente Medio es noticia debido a que el Mundial se está realizando en Qatar y con este será el segundo certamen realizado en Asia y el primero en esta región. No solo Qatar creció en el deporte, sino que en el Mundial 1994 Arabia Saudita apareció con fuerza y entre 2018 y 2022 logró la clasificación a dos mundiales consecutivos, mientras Emiratos Árabes Unidos, que está un escalón más abajo, intenta crecer nacionalizando jugadores extranjeros.
Hay una pequeña isla que pertenece a Oriente Medio que tuvo grandes actuaciones pero quedó opacada por el crecimiento de las demás selecciones: Baréin. Este país es una pequeña isla monárquica, que logró su independencia del Protectorado del Reino Unido en 1971, y forma parte de los siete emiratos, el más chico, su ubicación se encuentra en el Golfo Pérsico y su tamaño es de unos 55 kilómetros de largo y 18 de ancho con una población de 2 millones de habitantes. Un país cuya cultura es islámica, no tan cerrada como otras, que en sus inicios era un desierto y por su gran capital de a poco fue  desarrollando su infraestructura hasta ser una de las más modernas de Asia. En cuanto al fútbol es una selección con altibajos debido a que su liga es semiprofesional y sus jugadores reciben más dinero realizando otras actividades como en el área económica (banqueros, gerentes), seguridad (servicio militar, policía), abogados. Para el Mundial de Sudáfrica 2010 estuvo cerca de clasificar, pero quedó a las puertas tras perder en el repechaje contra Nueva Zelanda.

A El Trébol, un club de barrio de Parque Chas, Capital Federal, va todos los días Alberto “Chirola” Rodríguez, ayudante de campo de Sergio “Checho” Batista, que observa a los chicos categoría 2010 mientras fuma un cigarrillo. Comenta “Chirola” que cuando llegaron al país para dirigir a la selección se tuvieron que adaptar a su cultura y a las
costumbres: “Nosotros vivíamos en un Campau, una especie de country que es donde viven los extranjeros, donde las mujeres pueden ir a la pileta y vestirse como ellas quieran, siempre respetando sus normas”.

El “Checho” y su cuerpo técnico llegaron en 2015 con un proyecto a largo plazo con un objetivo claro: clasificar al Mundial de 2018. “Había una base de cuatro o cinco jugadores”, detalla Chirola mientras saca los cigarrillos y el encendedor. “Todos estos eran los que estaban jugando en Qatar, Omán y Emiratos, pero ninguno le daba la seriedad que
necesitaba una selección. Por eso con trabajo y tiempo se enderezaron y mejoraron el rendimiento. Le hicimos partidos a todos y los muchachos se sentían importantes y logramos clasificar a la Copa Asiática. Pero nos robaron en Corea del Norte, país que no televisan nada, y desde ahí el equipo se vino abajo y no pudimos volver a
levantarlos”.

Durante 2011, Baréin tuvo una movilización denominada “Primavera Árabe” que se desató en varios países de Oriente Medio y norte de África y ocasionó disturbios con varios muertos, heridos y encarcelaciones. Rodríguez comenta que había jugadores del
seleccionado que fueron encarcelados debido a estos disturbios y desde el cuerpo técnico pidieron las liberaciones: “Teníamos tres jugadores de 34 años pero de muy buen nivel y logramos con Batista que los indulten para que puedan jugar”, cuenta y además resalta que en los planteles del fútbol de Baréin hay diferencias entre los jugadores por las distintas etnias y que se dividían en grupos, pero ahora la tolerancia va mejorando.

Cristian Toncheff es un jugador del Mons Calpe de Gibraltar y que tuvo un paso por la isla de Baréin. Toncheff jugó en Bahrain FC entre 2016 y 2018 y después pasó en Busaiteen Club entre 2018 y 2019: “Jugué en los clubes que componen el derbi de la ciudad” resalta el delantero ex Colegiales y Deportivo Morón. Toncheff (foto) disputó la primera y segunda división de aquel país, únicas dos categorías, y afirma, mientras prepara un mate, que la liga tenía un nivel de Primera B Metropolitana y equipos de Primera Nacional de mitad de tabla para abajo: “El nivel con el tiempo fue bajando. Primero, porque el cupo de extranjeros, que era de cuatro, bajó a dos; y segundo, porque dejaron de incorporar brasileños o jugadores de buen nivel y contrataban a futbolistas de África por la mitad o menos”.

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La primera división de Baréin cuenta con 12 equipos mientras que la segunda solamente con ocho. Debido al bajo nivel de la liga, muy pocos jugadores pueden aspirar a competir internacionalmente y la federación opta por nacionalizar jugadores extranjeros para su selección, aunque no es la única: “Qatar y Emiratos Árabes Unidos son los seleccionados que más nacionalizan debido al nivel bajo de sus propios jugadores. Bahrein también lo hace, brasileños y africanos son los elegidos, siempre y cuando hayan jugado mínimo cuatro años en el país”, asegura Chirola Rodríguez resalta que Baréin es una selección competitiva “para la zona” pero ve difícil que dispute un Mundial: “Es un desafío, las eliminatorias asiáticas son muy difíciles porque tenés mucho viaje para un lado y el otro, sumando a que te enfrentas a las selecciones poderosas como Corea del Sur, Arabia Saudita, Japón e Irán, que creció en el último tiempo, y Australia”.

No mucha gente va a las canchas, entre 300 y 400 personas pagan su entrada para ver los partidos de la liga de Baréin, la única excepción es cuando se juega la final de la Copa del Príncipe: aumenta el número de espectadores a 3.000. “A ellos solo les gusta el fútbol europeo, ver a Messi, Cristiano, las figuras”, resalta Chirola y suma que es difícil ver a los bahreiníes con camisetas de los clubes locales ya que la mayoría de los chicos tiene las camisetas de los clubes de Europa, “sobre todo de Messi y Maradona”. El deporte que más atrae en la isla son los automovilísticos, como el Gran Premio de Bahrein de la Fórmula 1: “Es casi el deporte nacional, llena el autódromo y se vuelven locos; tienen una fecha asignada y preparan todo. Encima la pista está en una zona céntrica y ayuda a la convocatoria”, comenta Rodríguez.

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El fútbol no es 100% profesional y los jugadores tienen sus trabajos aparte del deporte. “Chirola” Rodríguez resalta lo que hacen los jugadores cuando no disputan encuentros: “Ellos hacen un servicio militar obligatorio entre los 20 y 23 años durante cuatro años, después siguen por el lado de la policía o se hacen abogados, pero estudiar es obligatorio e indispensable. Una vez íbamos a jugar un partido importante y un jugador preguntó si se podía sumar más tarde porque trabajaba de gerente en un banco, tenía que cerrar el balance”.

Además de lo laboral está la religión: “A las cinco de la mañana se levantan a rezar y durante el día lo hacen entre cinco y seis veces, aunque con el tiempo eso se va perdiendo. Los rezos más importantes son el de las cinco y el de las seis de la tarde, cuando aparece la primera estrella”, resalta Rodríguez y comenta cómo se practica el Ramadán, la fiesta religiosa musulmana que preocupa a las instituciones europeas cuando estos fichan a los jugadores de estos clubes: “No es como lo expresan, el Ramadán es levantarte a las cuatro de la mañana y permanecer en ayunas hasta las seis de la tarde y después comen como locos y se quedan despiertos hasta las cuatro cuando sale el sol y duermen hasta las dos de la tarde”.

En 2021, el Fondo de Inversiones de Arabia Saudita compró al Newcastle y se sumó al Manchester City, de Emiratos Árabes Unidos, y al París Saint Germain, de Qatar, la familia de los “Clubes-Estado”. Bahrein, en 2020, compró el 20% de las acciones del París FC, rival de la ciudad del PSG, de la segunda división de Francia en 5 millones de euros y ahora el Fondo Investcorp, gestor de inversiones alternativas, intentará comprar al Milan en 1.100 millones de dólares. “Un jeque con el que tengo relación está en tratativas, ojalá se concrete, sería muy bueno para el país”, afirma Toncheff y agrega que no le sorprendería que tarde o temprano pase, aunque Chirola no piensa lo mismo: “Los emires son falsos, nunca van a llegar a nada porque no saben. Es más, los emires son siempre las ovejas negras de la familia y, como no saben qué hacer con ellos, los ponen a manejar un club”.

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