miércoles, abril 24, 2024

Falta de compromiso y capacitación en los clubes

Por Julieta Grillo, Matías Barrios, Nicolás Annaratone y Dante Panigazzi

Micaela García tenía 21 años cuando fue víctima de un femicidio en manos de Sebastián Wagner el 1 de abril de 2017. Ella militaba en el Movimiento Evita y en “Ni una menos”, y estudiaba para algún día ser profesora de Educación Física en Entre Ríos, su provincia natal. Creía que, a través del deporte, se podía llegar a una transformación social y a una igualdad de derechos. Se comprometió en construir un deporte libre de violencia y discriminación. A Micaela le arrebataron ese sueño, pero, dos años después, se hizo un “poco” de justicia: el 10 de enero de 2019 se aprobó, en la cámara de senadores de la Nación, la “Ley Micaela” y, un año y tres meses después (4 de marzo de 2020), comenzó a regir en el país. Esta normativa se compromete a capacitar obligatoriamente a las personas que trabajan en funciones públicas sobre la violencia contra las mujeres y los temas de género. 

Hasta ese momento, según la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se habían registrado, cada 100 mil mujeres, la tasa de 1,09% de femicidios; es decir, uno cada 35 horas, de los cuales, ocho de cada diez ocurrieron en un contexto de violencia doméstica.  Y en la misma proporción, la víctima tenía algún vínculo o relación previa con el asesino. Sin embargo, la trascendencia de esta legislación fue aún mayor y, el 7 de octubre de 2020, el gobierno bonaerense la promulgó para las entidades deportivas sin fines de lucro, incluidos los clubes que militan en la Primera División del fútbol argentino. Con la finalidad de construir espacios deportivos libres de violencias machistas, el Gobierno de la Nación explicó que: “la capacitación es esencial para detectar las violencias y erradicarlas, generando efectos que aminoren las desigualdades de género en la escena deportiva y recreativa local, y promover la incorporación de la perspectiva de género, mediante el deporte y la recreación”.

A partir de esto, en septiembre del 2021, el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad lanzó un curso de formación que tiene como principal objetivo la reflexión, difusión y fortalecimiento de las herramientas que contribuyen a la promoción de la igualdad y la prevención de las violencias de género en los ámbitos deportivos. La capacitación involucró a autoridades de clubes y federaciones, integrantes de comisiones de género, entrenadores, trabajadores, deportistas y personas que participan en ámbitos deportivos.

Club por club

Lanús cuenta con capacitaciones para todos los empleados del club desde el surgimiento de la ley. Maia Moreira, titular del Departamento de Género del cuadro granate, una de las instituciones modelo en la implementación de la “Ley Micaela” en el deporte, detalló los contenidos y las herramientas que se les brinda a los miembros del club, entre los que se destacan género, masculinidades y violencia, estereotipos de género (varón y mujer), diferencia sexo/género, manifestación de estereotipos en el deporte, entre otros. 

Sin embargo, en la antesala de la aprobación de la ley para las entidades deportivas en 2019, el futbolista Lautaro Acosta, capitán y emblema del cuadro del sur, fue acusado por su ex pareja, Ludmila Isabella por agresiones físicas, verbales y maltrato psicológico. Este hecho tomó carácter público, ya que la víctima lo difundió por las redes sociales: “Hoy después de tanto tiempo sin poder soltar una relación tóxica de destrato y de violencia psicológica, de sentirme como un trapo y tanta denigración, necesito liberarme de tanto mal”, fue el descargo de Isabella. En ese momento el jugador no fue separado del plantel y quedaron expuestas las masculinidades hegemónicas. El nuevo protocolo que tiene Lanús indica que, en situaciones de violencia de género, recogerá la consulta y/o denuncia, ya sea a socios, jugadores, cuerpos técnicos o autoridades, se notificará acerca de la situación y se brindará un seguimiento a la víctima, con contención y asesoramiento y, en el caso de denuncia, el Departamento de Género y Diversidad, presentará un informe a la Secretaría, acorde al estatuto vigente.   

Además, Nicolás Russo, ex presidente de Lanús, fue quien impulsó esta ley a mediados del año 2020 y que, debido al contexto de la pandemia del COVID-19, las capacitaciones comenzaron siendo virtuales y para el plantel masculino de fútbol profesional y juvenil, incluidos los cuerpos técnicos y la propia comisión directiva. “Tuvimos dos encuentros muy importantes. Uno con Inés Arrondo, Secretaria de Deportes de la Nación, Guillermina Gordoa, directora Nacional de Políticas de Género, y con Jorgelina Bertoni, asesora en políticas sociales y de género. Y otro con Estela de Carlotto y Néstor García, padre de Micaela”, explicó Moreira. 

Por otro lado, Vélez, conjunto que milita en la Segunda División del fútbol femenino, es la institución pionera en garantizar el cumplimiento de la ley en Capital Federal y le aporta una mirada transversal a todas las disciplinas y las personas que integran el ámbito de la institución deportiva: empleados y dirigentes. Paula Ojeda, responsable del área de violencia de género del Fortín, afirma que, más allá de la inserción de la “Ley Micaela” en los clubes, tener un Departamento de Género es fundamental: “Vos podés dar una capacitación, todos escuchan y ya estamos, pero el trabajo es otro. Por eso la importancia de los departamentos, porque es un trabajo constante a lo largo del año, con medidas de prevención, de sensibilización, que no acaban con una capacitación”.

Género y Feminismo: Vélez, sede de una gran cita / Vélez Sarsfield

Con un área de violencia de género creada en 2018, el Departamento de Género de Vélez se formó a principios de 2020 y no tardó en intervenir. El 14 de junio de ese año, Miguel Brizuela, jugador del plantel profesional masculino de fútbol, fue denunciado por la madre de su ex pareja, Melina Neto, por ejercer violencia sobre ella. “Brizuela agredió físicamente a mi hija, dejando en su rostro daños visibles, sumándole un maltrato verbal y psicológico de meses”, expresó en redes sociales. 

Después de esto, el club se puso inmediatamente a disposición de la víctima y sus abogados, al jugador lo separaron del plantel y la Justicia le dio noventa días de restricción perimetral. Ojeda aseguró en Diario Olé que Brizuela tiene en su contrato (hasta junio de 2023) una cláusula de rescisión por violencia de género, por lo que la decisión final queda en manos de la comisión directiva. En la actualidad, el futbolista sigue perteneciendo a Vélez.

A su vez, Ojeda, quién también es gerenta de Equidad y Género de la AFA, declaró que es necesaria una decisión política de las autoridades que manejan las instituciones, ya que muchos clubes están “inmersos en el patriarcado y el machismo del fútbol”

Rosario Central adhirió a la “Ley Micaela” durante 2020 mediante un acta de aprobación de la Comisión Directiva. Con ello, asumió el compromiso de realizar talleres de sensibilización en cuestiones de género para todas las personas que forman parte de la vida del club. Sin embargo, previo a esa formalidad, ya se realizaban talleres a cargo de la Secretaría de Género y Diversidad. “El objetivo principal es garantizar un club libre de violencia y discriminación hacia las mujeres. No sólo ayuda al vínculo interno de las relaciones personales del plantel de fútbol femenino, sino de todos los deportes amateurs y profesionales, empleados, profes y socios”, describió Camila Ferreyra, integrante de la Secretaría de Género del conjunto rosarino.

 El cuadro Canalla, que fue la primera institución del interior del país en aplicar la ley sin tener la “obligación”, busca garantizar el pleno ejercicio de los derechos en el ámbito de la vida social y deportiva, no sólo mediante la intervención en casos de violencia o discriminación sino, y, sobre todo, para evitar que se den esas situaciones. Todo esto está estipulado en el Protocolo de Prevención y Actuación para el abordaje de situaciones de violencia y discriminación basadas en el sexo, la orientación sexual, la identidad o la expresión de género de las personas. 

El manejo de Central fue coherente, incluso antes de la “Ley Micaela”. En enero de 2018, Fernando Tobio, en ese momento jugador del Canalla, agredió verbal y físicamente a una mujer a la salida de una cervecería en la ciudad de Rosario. A partir de esto, el club sacó un comunicado explicando su proceder, en el cual especifica que al jugador se lo multó económicamente, se brindó una charla a todo el plantel y se puso a disposición del Instituto de la Mujer de la Municipalidad de Rosario, para coordinar acciones en conjunto. Según informó la institución, el dinero fue destinado a acciones de prevención de violencia de género y a la intensificación de formación y educación para las divisiones inferiores. Tiempo después, al ex jugador de Vélez y Boca, no le renovaron el contrato.  

Ferro Carril Oeste firmó a fines de 2020 un convenio con diputados de la Nación para llevar la “Ley Micaela” al club. Según la página oficial de la institución de Caballito, la idea es que sea aplicable al grupo de personas que la reciben y que se den ejemplos de la vida cotidiana del club, aunque no buscan dar una bajada de línea, ya que creen que, para transformar las relaciones de género, estos espacios deben ser para el beneficio de todos. 

En relación a esto, una empleada del área de género del club, manifestó que las transformaciones se verán a largo plazo y que mucho tiene que ver las medidas que ellos adoptan como institución deportiva y social. “Creo que a la AFA le falta el compromiso real con la causa y este debe ir acompañado de políticas públicas que transformen las relaciones de género en la sociedad y posibiliten una redistribución más igualitaria de las responsabilidades de generación de ingresos, cuidados y trabajo doméstico”, expresó.

El Club Atlético Boca Juniors, por iniciativa del Departamento de Inclusión e Igualdad, aprobó el 12 de agosto de 2021, a través de la Asamblea de Comisión Directiva, el “protocolo de actuación en caso de violencia en razón de género, identidad de género u orientación sexual”. Esta normativa comenzó a regir a raíz de una denuncia ante la Justicia que realizó Daniela Cortés al jugador del plantel profesional masculino, Sebastián Villa, y no por iniciativa a través de la “Ley Micaela”. Pese a este caso, el club no tomó cartas en el asunto y apenas lanzó un comunicado en el que se compromete a colaborar con la causa: “Boca no puede mirar para otro lado cuando se trata de temas que nos afectan como sociedad. La identidad del club trasciende lo deportivo y, sus actividades y acciones, tienen un importante impacto social”. Tiempo después, el club “miró para otro lado” nuevamente, ya que al futbolista colombiano le sucedieron dos denuncias más y no hubo medidas ejemplares al respecto, ni tampoco dirigentes que salieran a clarificar la situación, sino todo lo contrario. El vicepresidente de Boca, Juan Román Riquelme, declaró públicamente en TyC Sports que “Villa es el mejor jugador del fútbol argentino y que lo que pase fuera de la cancha es otro tema”, dejando en claro la poca relevancia que se les da a las reiteradas denuncias. Sin embargo, señaló que el departamento de legales está trabajando en el tema y que el club tomará las medidas necesarias cuando haya una sentencia. 

El de Villa no fue el primer ni único caso, ya que varios jugadores de Boca -Agustín Rossi, Wilmar Barrios, Frank Fabra, Cristian Pavón, Edwin Cardona y Eduardo Salvio- han recibido denuncias en los últimos cinco años.

River Plate presentó su protocolo de género el 20 de junio de 2020 bajo la presidencia de Rodolfo D´Onofrio para prevenir y actuar en casos de violencia a mujeres, algo que, hasta ese momento, no tenía. Días antes (7 de junio de 2020), Ernesto Farías, ex jugador Millonario e integrante del cuerpo técnico de la Reserva, había recibido una denuncia por “lesiones y daños” a una joven de 23 años, en la ciudad de La Plata. En ese entonces, la entidad de Núñez suspendió al acusado hasta que la Justicia aclarase el hecho. Más allá de que el fiscal determinó la no imputación del denunciado y la causa quedó sin efecto, hacía falta esta herramienta para prevenir este tipo de episodios y agilizar los pasos a seguir cuando ocurren. Tal vez el caso Farías aceleró la aprobación de este protocolo. 

River ya había afrontado una situación similar en marzo de 2018, cuando Rafael Santos Borré, ex integrante del plantel profesional, había sido acusado de “golpes, amenazas y extorsión” por parte de la piloto de carreras, Romina Elizabeth Re. A fin de ese mismo año, fuentes dirigenciales de la institución habían asegurado en TN.com.ar que la denuncia había sido retirada, ya que las partes habían llegado a un “acuerdo extrajudicial”.       

En Estudiantes de La Plata la Subsecretaría impulsó desde sus orígenes espacios de reflexión, formación y concientización en materia de género y diversidad. Aún antes de que el club estuviese obligado por la Ley Micaela a hacerlo, se habían iniciado las capacitaciones para la Comisión Directiva (dictada por la socióloga Dora Barrancos), para toda la estructura del fútbol profesional (femenino y masculino), para entrenadores y coordinadores de los diferentes deportes, para integrantes de las comisiones directivas de las filiales del club en diferentes puntos del país, para socios e hinchas en general.  

Además, las capacitaciones se planifican en acuerdo con entrenadores o coordinadores de las disciplinas, para ajustarlas a las realidades y necesidades del grupo destinatario. “Muchas veces contamos con la participación de profesionales de organismos como el Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual, la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires o la UNLP, con los cuales tenemos acuerdos para potenciar el trabajo pedagógico”, amplió Paula Aberastegui, quien integró el Departamento de Género y actualmente es miembro de la comisión directiva del Pincha. 

Por otra parte, el cuadro platense cuenta con un protocolo a seguir en caso de situaciones de violencia de género. Tal es así que, cuando fue denunciado Diego García (ex jugador de Estudiantes) a principios de 2021 por abuso sexual a una joven, rápidamente lo puso en funcionamiento. “Lo primero que hicimos fue ponernos en contacto con la víctima para brindarle contención y acompañamiento. Los pasos que se dan se deciden en conjunto, es consentido y acordado con la persona afectada”, expresó Aberastegui en Diario Olé

Desde ese episodio ocurrido a la salida de una fiesta, el futbolista uruguayo no vistió más la camiseta del Pincha, entre otras medidas institucionales. En tanto la Justicia sigue adelante con la investigación y Estudiantes continúa a disposición hasta que se resuelva. No obstante, el jugador siguió su carrera con normalidad en Talleres de Córdoba y luego en Patronato, dando cuenta de la irresponsabilidad de estas instituciones para con las víctimas.  

A pesar de la rivalidad dentro de la cancha, Gimnasia y Esgrima La Plata y Estudiantes (LP) se juntaron para dar una capacitación en el marco del 3 de junio del 2021 para periodistas de la región, con el fin de promover una comunicación inclusiva y no sexista, y propiciar la reflexión y sensibilización en materia de género.

El Lobo, cuando se implementó la “Ley Micaela” en las entidades deportivas, lanzó su propia área de género. “Se ha trabajado la Educación Sexual Integral con hockey, talleres de Noviazgos Adolescentes Violentos con las juveniles, hemos dado capacitaciones sobre nuestro protocolo, charlas sobre cyberbulling para alumnos del Colegio René Favaloro, entre otros”, explicó Merlina Pierini, coordinadora de la Subcomisión de Género del cuadro platense.

El protocolo se puso en acción en noviembre de 2020, cuando denunciaron al futbolista Johan Carbonero por acoso y tentativa de abuso. Los directivos del club dispusieron a la víctima todas las herramientas y el acompañamiento necesario. Además, según comentó una de las autoridades del Tripero, le aconsejaron a Carbonero que se presente ante cada citación de la fiscal. Sin embargo, la situación deportiva del colombiano no cambió y siguió jugando hasta ser transferido a Racing a mediados de 2022.    

La Comisión Directiva de la Academia resolvió contratarlo pese a las quejas de Racing Feminista, un colectivo de hinchas mujeres, que se opuso -y se opone- debido a que la causa comentada anteriormente está pendiente de una resolución judicial. Desde el Departamento de Legales del club estudiaron el expediente y se concluyó que su situación legal “no es un impedimento para su contratación, ya que rige el principio de inocencia”.   

Lo contradictorio de todo esto es que la dirigencia aprobó, a fines de julio 2020, el Protocolo para la Prevención e Intervención de Situaciones de Violencia de Género y la creación del Departamento de Género y Derechos Humanos. Y, en el caso Carbonero, la institución de Avellaneda está yendo en contra de los compromisos asumidos y contra el espíritu del club. La Academia, por ejemplo, fue el primer club de AFA en asistir al Seminario organizado por la Secretaría de Deportes de la Nación, en el cual, Néstor García, padre de Micaela, realizó diferentes charlas con jugadores de todas las divisiones, cuerpos técnicos y directivos. 

A raíz de situaciones como estas, parece que de nada sirve esta clase de capacitaciones si no se ponen en práctica los conceptos aprendidos. Y huele un poco a algo meramente comercial para dar un mensaje hacia el afuera, cuando puertas adentro las cosas se manejan de una forma muy diferente. 

Por el lado de San Lorenzo, también se creó en el 2020 la Subcomisión de Género y se realizan capacitaciones desde entonces para todo el club.  La “Ley Micaela” se cumple gracias a la organización de la institución, ya que no les brindan herramientas para hacerlo desde AFA. “Los cambios se van a ver en un largo tiempo. Estuvimos más de cien años sin tocar estos temas. Que haya mujeres en la comisión directiva va a cambiar un montón de cosas. Los que recibieron las capacitaciones nos dijeron que les sirvió, ya que no conocían muchos temas o había cosas que pensaban que no eran así por difusiones incorrectas”, contó Nuria Escobar, Vocal de la Comisión Directiva del Ciclón. 

Además, la institución de Boedo cuenta con la cláusula contra violencia de género –similar a la de Vélez- que especifica que: “Si un jugador llegare a resultar imputado en una causa penal, quedará automáticamente separado del plantel hasta tanto no se resuelva su situación judicial”. Asimismo, en el hipotético caso de que un futbolista fuese declarado culpable, automáticamente dejará de pertenecer al club. 

En la vereda de enfrente, en Huracán, se destaca la obligatoriedad de concurrencia a una capacitación anual por parte de todos los dirigentes, empleados, deportistas e incluso periodistas partidarios de la institución. Esta nueva medida fue aprobada en abril de 2020. A su vez, Yamila Mora, encargada de la Secretaría de Género y Diversidad Sexual del Globo, manifestó en diálogo con TyC Sports.com que “la negativa de asistir o ausencia injustificada será sancionada dependiendo la normativa que corresponda al empleado, deportista o dirigente que faltase”.

Meses atrás, Walter Pérez y Federico Marín, jugadores del plantel profesional de fútbol, recibieron una denuncia de una violación grupal a una joven en Villa Carlos Paz, Córdoba, en diciembre de 2019. La Justicia cordobesa encarceló a los futbolistas en el penal de Bouwer. Marín fue liberado en marzo de 2020, mientras que Pérez, en septiembre de ese mismo año, después de estar diez meses bajo prisión preventiva. El cuadro de Parque Patricios les suspendió el contrato hasta que se resuelva la situación y evitó involucrarse en el tema. Una vez determinado el fallo, ambos jugadores se reincorporaron a los entrenamientos y volvieron a formar parte del primer equipo, luego de reunirse con la Secretaría de Género, dirigentes y entrenador, para delimitar las conductas a seguir en materia “contractual, deportiva y humana”. Lo que se omite es la falta de compañía para con la víctima, ya que el club buscó cuidar su patrimonio, antes que la cuestión humana. 

Independiente fue de los primeros clubes en realizar un protocolo institucional, el cual se aprobó el 16 de julio del 2020. En el Rojo, el caso más redundante y mediático fue el de Alexis Zárate, ocurrido el 16 de marzo de 2014. El ex futbolista cometió “abuso sexual con acceso carnal” a Giuliana Peralta, una joven de 19 años. La Justicia determinó en 2017 una condena de seis años y medio de prisión efectiva. Este hecho fue un puntapié para que el cuadro de Avellaneda cambie su manera de educar en todos sus niveles y para que este tipo de situaciones no vuelvan a suceder.     

Deportivo Español, a pesar de no tener la obligación de hacerlo por su jurisdicción, elige implementar la “Ley Micaela” y que la capacitación sea una obligación para renovar el contrato con el club. De todas formas, a diferencia del resto de los clubes, esta vez fue el plantel de fútbol femenino el que sufrió un hecho repudiable durante el 2021. Carlos Torres, director técnico del equipo en ese momento, fue denunciado ante la Justicia por abuso sexual a una menor de edad. A Torres se lo alejó de su cargo hasta que haya una resolución al respecto y, además, el club dictó charlas a los planteles de primera división y reserva luego de lo sucedido. Deportivo Español se puso a disposición de la denunciante, mientras que la AFA le brindó asistencia jurídica.   

En clubes como Social Atlético Televisión (SAT), Comunicaciones, El Porvenir y Defensores de Belgrano, de la Primera División del Fútbol Femenino, no realizan ninguna capacitación específica a partir del surgimiento de la “Ley Micaela” en las entidades deportivas. Al igual que los clubes mencionados anteriormente, Villa San Carlos tampoco cuenta con la incorporación de la ley, pero sí participó de algunos eventos de concientización. Por ejemplo, en 2021 se organizó una actividad para conmemorar el Día Internacional en contra de la Violencia de Género con la participación de Ayelen Pujol y pioneras del fútbol femenino, para visibilizar el lugar de las mujeres futbolistas. 

Además, la institución de Berisso, La Plata, fue el primer club en incorporar a una jugadora transgénero (Mara Gómez), luego de pasar los análisis correspondientes en Futbolistas Argentinos Agremiados. 

Según una investigación realizada por el medio digital Doble Amarilla, entre 2015 y mayo de 2021, se registraron 28 denuncias a futbolistas profesionales por violencia de género. Ante la cantidad de casos que hubo tanto en el fútbol masculino y femenino, las capacitaciones que establece la “Ley Micaela” son indispensables no solo para las entidades deportivas, sino para cualquier organismo. Respecto a esto, el 12 de abril de 2022, el INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) y la Secretaría de Deportes de la Nación, presentaron los resultados de una investigación que se realizó en los clubes a nivel federal en materia de género: solo el 28% de las instituciones recibió talleres para entrenadores y dirigentes, y solo el 17% de los deportistas asistieron, mientras que el 62% no participó. A partir de esto, queda definido que los protagonistas no tienen interés y predisposición en concientizarse. Y, por el lado de las entidades deportivas, apenas un 10% tiene área de Género y Diversidad, un 9% de Derechos Humanos e Igualdad y el 6% área de Género y Derechos Humanos. Por lo tanto, el 76% restante no posee ningún departamento de los mencionados. Para sumar a este análisis, el 58% de los clubes del fútbol argentino no cuentan con un protocolo de género. 

En base a estos datos, los clubes aún no toman dimensión de lo grave e importante que es este tema, teniendo todas las herramientas para hacerlo. Se nota la falta de compromiso por parte de la AFA, ya que no solo no hacen un seguimiento día a día, sino que cuando tienen la oportunidad, miran para otro costado. En el caso más resonante de 2022, el de Diego Guacci, entrenador del fútbol femenino de Defensa y Justicia, el cual acumula más de cinco denuncias por abuso sexual a menores de edad, la AFA no lo sancionó y la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPRO), a su vez, sacó un comunicado confuso en el que no queda clara su postura. Habla de pruebas “contundentes y creíbles”, y luego aclara que la FIFA “tiene dudas sobre cuánta evidencia se necesita para la sanción disciplinaria”. Los intereses económicos juegan un papel fundamental y es cada vez más difícil ganar terreno cuando se trata de un equipo de Primera División. No hay medidas ejemplares y es un mundo con mucha contradicción.

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