viernes, abril 26, 2024

San Lorenzo, pum para arriba y otra vez

Por Matías Zuñez

Siento tristeza. Nadie quiere ver a San Lorenzo en esta situación. Es similar al momento de 2012”, expresó Leandro Romagnoli, entrenador de la Reserva y máximo ídolo del Ciclón, a quien le tocó pelear el descenso en aquel año y obtener la gloria eterna en 2014 con la Copa Libertadores.

Como en 2019, en aquella ocasión fue ante Estudiantes de San Luis por 2 a 0, los Cuervos quedaron eliminados en el primer partido de la Copa Argentina ante un equipo del Federal A. El miércoles, fue Racing de Córdoba el que se impuso 4 a 2, en los penales, tras la igualdad 1 a 1 en los 90 minutos.

El capitán Néstor Ortigoza aseguró después del partido que le están fallando a la historia del club y agregó: “Tocamos fondo. Tenemos que levantarnos porque la historia es muy rica. Los jugadores también nos debemos hacer cargo del mal momento de San Lorenzo. Nos duele y nos incomoda”.

El resultado decretó la salida de Pedro Troglio como entrenador del equipo -solo pudo conseguir una victoria en 10 partidos dirigidos- y de esta forma fue el decimosegundo director técnico en desfilar por Boedo en los últimos seis años. “Quería estar en San Lorenzo, pero no voy a seguir a cualquier costo”, dijo el técnico que bajo su dirección hizo debutar oficialmente en Primera a los juveniles Jeremías James, Tomás Silva e Iván Leguizamón.

Por el mismo camino, se marchó al otro día el mánager Mauro Cetto, que en su gestión eligió al uruguayo Paolo Montero, un nuevo interinato de Diego Monarriz y a Troglio como entrenadores del primer equipo. Además, designó a Romagnoli para la Reserva, contrató a Fernando Berón como coordinador de juveniles y pasó de tener un plantel que sumaba 52,3 millones de euros en su valor de mercado a un actual de 26 millones, según Transfermarkt.


Troglio fue el decimosegundo entrenador en desfilar por Boedo en los últimos seis años. Hoy San Lorenzo arrancaría, en la tabla de promedios del 2023, a un puesto del descenso directo.

El propio Berón este sábado, cuando San Lorenzo recibió a Platense en el Nuevo Gasómetro por la fecha 10 de la Copa de la Liga, se convirtió en el decimotercer entrenador, de manera interina, desde 2016. Será su segundo interinato en el club tras haberlo hecho en 2006 luego de la salida de Gustavo Alfaro y antes de la llegada de Oscar Ruggeri, con una victoria 2 a 0 sobre Olimpo.

Una tarde que aparentó ser de arranque un viento de paz con el marcador 2 a 0 a favor de San Lorenzo en el primer tiempo, terminó con un Calamar -que venía de seis derrotas consecutivas- llevándose un punto del Estadio Pedro Bidegain tras igualar el partido.

En el durante, insultos a Marcelo Tinelli, a Matías Lammens y al plantel, y un pedido general al grito de “¡elecciones, queremos elecciones!”. Posterior al partido, enfrentamientos en la Platea Norte entre hinchas y dirigentes (el intendente Sergio Constantino y el asambleísta Willy Buzzo) e incidentes en la Popular Local entre socios, policías y la barra.

La situación del Ciclón, como la describen los propios protagonistas y los hechos, es preocupante y los hinchas se manifestaron recientemente con dos marchas en las que se reunieron, sin banderas políticas, miles de cuervas y cuervos a pedir elecciones anticipadas en la institución –la primera fue el 23 de marzo en Av. La Plata y la segunda el 7 de abril en el Ministerio de Turismo y Deporte que comanda Lammens, vicepresidente segundo de San Lorenzo-.

Además del mal presente futbolístico, la gente azulgrana reclama por la legitimidad de la comisión directiva actual, ya que quien ganó las elecciones a presidente en 2019, con más del 80% de los votos, fue Tinelli, quien actualmente se encuentra en su tercera licencia, primera como presidente, desde mayo del año pasado. Sumado a la responsabilidad del vicepresidente Horacio Arreceygor como Secretario General del Sindicato Argentino de Televisión, Servicios Audiovisuales Interactivos y de Datos, y el puesto político de Lammens en la función pública.

¿Y la vuelta a Boedo? Quizás lo que más le interese al hincha de San Lorenzo, está detenida. A pesar del gran avance que significó la Ley de Rezonificación -sancionada y promulgada en agosto de 2021- que le permite al club construir un estadio en “tierra santa”, allí sigue sin demolerse el hipermercado que estaba y no se vislumbra, en el corto plazo, una evolución considerable al respecto.

Con el agregado de la desinversión que está sufriendo el básquet del equipo, disciplina emblema de la vuelta a Boedo que se desarrolla en el Polideportivo Roberto Pando, y en consecuencia el riesgo de perder la plaza en la Liga Nacional de Básquet ante la necesidad de venderla.

Hoy San Lorenzo arrancaría, en la tabla de promedios del 2023, a un puesto del descenso directo con una dirigencia inestable y cuestionada, con una situación financiera y económica delicada y con un plantel que disminuye su jerarquía campeonato tras campeonato. El final de esta historia dramática, si no pega un volantazo en breve, parece que se ve venir desde hace seis años.

 

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