Luis Climenti
El tango y el fútbol son dos pasiones populares arraigadas en nuestra cultura y el que sabe mucho de eso es el cantor de tangos y exfutbolista Hernán Castiello. De muy chiquito supo que quería ser futbolista y cantor, por lo que él mismo se define como un “cantor de fútbol y jugador de tango”.
Le dicen “Cucuza” por el tango “Cucusita” que cantaba Miguel Montero y no solo tuvo la suerte de jugar en primera división, sino que además su vida tiene puntos en común con la de Diego Armando Maradona. Él mismo se reconoce como “un enfermo maradoniano”.
Esa pasión por el fútbol, por el tango y por Diego lo llevaron a cantar en el homenaje que Deportea le realizó al máximo ídolo argentino en la ex ESMA en noviembre de 2021: “Fui varias veces a cantar ahí como invitado. Me acuerdo siempre de la primera vez que entré a ese lugar; fue hace muchos años, fue terrible. Era una noche de un invierno muy crudo. Todo jugaba a favor de ese ambiente tan jodido, tan bravo y donde han pasado tantas cosas. Esa primera vez no me la pude olvidar más”. Cucuza agregó que, en este caso, la carga emotiva fue mayor porque el homenaje era nada menos que a Diego Armando Maradona, su ídolo eterno.
Hernán Castiello nació en la ciudad de Buenos Aires y es dueño de un estilo propio al cantar. Amante del “Polaco” Goyeneche, Gustavo Cerati y -obviamente- Diego Maradona. Es una persona de barrio, transparente y humilde, lo que se dice un buen tipo. De esas personas que tienen una sensibilidad diferente. Conoce bien el apellido Maradona porque jugó al fútbol en las inferiores de Argentinos Juniors con el hermano de Diego: “Yo jugaba con Hugo Maradona y a él lo iban a ver Diego, Don Diego, La Tota y las hermanas. Mi trato desde muy pibito con ellos fue muy familiar, de ir ver los partidos. No era una ceremonia juntarnos, obviamente sabía quiénes eran, pero era un trato más normal, de vernos todos los sábados en la cancha. Por ejemplo, mi viejo se sentaba en la barra del club donde jugáramos y tomaba algo con Don Diego”.
Si bien Cucuza conoce a la familia Maradona, por una cuestión temporal, nunca había hablado con Dalma, la hija del Diez. Finalmente esa reunión tuvo lugar en el homenaje realizado por Deportea y, según contó, fue muy fuerte porque no lo esperaba. Se dio cuando fue a saludar al periodista Juanky Jurado y él estaba hablando con Dalma: “Me la presentó y me puse a llorar, sin ser un llanto desgarrado, pero se me caían las lágrimas. La noté muy conmovida, le traté de explicar lo que era su viejo para mí y la piba se emocionó. Después, obviamente, yo también me emocioné”.
Castiello recordó que cuando salió campeón con la sexta división de “El Bicho de La Paternal” Diego estaba viendo el partido: “Bajó de la tribuna a la cancha a dar la vuelta olímpica con el equipo. Nosotros estábamos todos enloquecidos porque era el Diego Maradona de Barcelona, pero a la vez era el hermano del Turco. Al otro día nos invitaron a comer un asado en la quinta de Moreno y jugué un partido de tenis con Diego. Te puedo asegurar que no le gustaba perder ni a un partido de tenis amistoso”.
Cucuza rescata el valor humano del Diez con otro momento que recordó cuando, luego del Mundial de 1986, el Turco lo invitó a su casa de Villa Devoto sabiendo de su fanatismo por Diego: “Entré al living y Diego estaba colgado boca abajo elongando la cintura. ¡Yo estaba loco! ¡Imaginate! ¡Mundial 86! Diego venía de ser campeón del mundo, el gol a los ingleses y yo no sabía qué carajo le iba a decir. Entonces se descolgó, se me acercó y me primereó: ´¿Qué hacés, Cucu? ¿Cómo anda el tango?´. Ese tipo, que en ese momento era la persona más importante y reconocida del planeta, me preguntaba a mí cómo andaba el tango”.
Fue el mismísimo Hernán Castiello el que cantó el tango “El sueño del pibe” junto a Diego Maradona en el homenaje que se le realizó al periodista Sergio Gendler en la cancha de Argentinos Juniors: el fútbol, el tango y Maradona cruzaron su vida.
“Cuando él llegó al vestuario de Argentinos el día del homenaje a Gendler a mí me tocó, sin quererlo, recibirlo. Hacía mucho que no lo veía, estábamos en el año 2019 y la última vez que lo había visto había sido en 1986. Se encontró conmigo, que estaba con más años y más cambiado, me reconoció, se rio cómplice y me hizo un chiste interno. Yo estaba enamorado. Que Diego se acuerde de vos, ya es un montón. Después, canté con él “el sueño del pibe” y quedamos con una relación. Algunas veces más hablamos por teléfono pero esa vez fue la última vez que lo vi”, afirmó el cantor.
Cucuza arrancó su carrera futbolística en el club Parque, luego pasó a Argentinos, en donde hizo inferiores y debutó en primera división como lateral derecho. Luego pasó a Tigre y, más tarde, jugó en Aldosivi de Mar del Plata, en donde sufrió una dura lesión en la rodilla que dio fin a su carrera como futbolista profesional. Pero el artista asegura que nunca dejó de ser jugador y, por esa razón, en ocasiones canta en vivo con sus botines puestos.
A Hernán Castiello no le gusta sacar chapa de los galardones obtenidos, lo que dice mucho de él. Si bien fue distinguido como personalidad destacada de la cultura de la Ciudad de Buenos por la legislatura porteña en 2016 y viajó con su música por París, Londres, Corea y Hong Kong prefiere hablar del bar “El Faro” de Villa Urquiza, donde canta en vivo desde hace más de 13 años, o mencionar con la cara iluminada de felicidad que cantó con Maradona y con Charly García.
Tiene varios logros en su carrera que podrían hacer que infle el pecho, pero sus mayores tesoros son: el barrio, el fútbol, los amigos, el tango y los recuerdos con Diego Armando Maradona.