jueves, noviembre 21, 2024

La década ganada del handball argentino, bajo la lupa

Por Agustín López Nicolas y Federico Maurici

El 24 de octubre de 2011, en la ciudad mexicana de Guadalajara, la Selección argentina de handball masculino, más conocida como Los Gladiadores, ganó la medalla dorada en los Juegos Panamericanos y obtuvo la histórica clasificación a Londres 2012, convirtiendo al handball argentino en olímpico por primera vez. Gracias a ese logro, el deporte tuvo la gran oportunidad de su historia: lograr un crecimiento total en la Argentina.

Aquella consagración no se dio de la noche a la mañana. La llegada de Eduardo Dady Gallardo al banco de la mayor produjo un antes y un después para el deporte. El entrenador venía de dirigir a la selección juvenil culminando el ciclo con un cuarto puesto en el Mundial de Bahréin 2007. Desde ese entonces, lo nombraron como director técnico de Los Gladiadores y allí comenzaría la gestación de lo que luego sería el equipo más importante de la historia del handball masculino argentino. Matías Schulz, referente y arquero por ese entonces de Los Gladiadores, cuenta: “Dady tuvo un peso muy importante en todo lo que fue la formación del grupo, fue una pieza fundamental para crear un grupo muy fuerte”.

El 2 de diciembre de 2009, luego de que el Congreso sancionase la ley N° 26.573, nació el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD) con la misión de dar soporte para el entrenamiento y la capacitación de los atletas de alto rendimiento y colaborar con el objetivo de atender y de promover las actividades relacionadas con el deporte nacional. A raíz de su creación, la Selección argentina de handball empezó a hacer giras y a competir contra las mejores selecciones del mundo, mientras que a la hora de disputar partidos y realizar entrenamientos comenzaron a tener mejores materiales, mejores lugares para la práctica del deporte y algunas becas que se les fueron dando a los deportistas para poder sobrellevar gastos y concurrir a los torneos a los que clasificaban. “No es casual que Los Gladiadores hayan explotado después de la aparición del ENARD”, remarca Hernán De Lorenzi, periodista y autor del libro 25 años del handball argentino, en relación a lo que significó el nacimiento del ente. En la misma línea que De Lorenzi, Carlos Marino, médico de Los Gladiadores desde el inicio de la era Gallardo en 2007, dice: “Al handball le sirvió mucho el ENARD porque no era un deporte debidamente sponsoreado; entonces le dio una continuidad en la competencia con los equipos europeos que era fundamental”.

El primer gran torneo que disputó la Selección argentina tras la creación del ENARD fue el Mundial de Suecia 2011. El equipo dirigido por Dady Gallardo finalizó en el doceavo puesto y consiguió la mejor ubicación para la Argentina hasta ese momento. En aquel torneo, el conjunto albiceleste logró una victoria histórica al ganarle 27-22 al local. Finalizado el Mundial de Suecia, Los Gladiadores se encontraron ante el gran desafío de lograr el objetivo que se habían planteado a fines de 2007 con la llegada de Gallardo: clasificar a los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

En los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, la Argentina pasó la fase de grupos de manera invicta: ganó los tres partidos ante República Dominicana, Estados Unidos y México. En semifinales venció a Chile por 26-25 y en la final se topó con Brasil, al que ya había enfrentado en esa instancia en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003 y Río de Janeiro 2007, y en ambas oportunidades había salido derrotado. Sin embargo, en 2011, el seleccionado dirigido por Gallardo tendría su revancha: le ganó 26-23 a Brasil y logró la histórica clasificación a Londres 2012, convirtiendo así al handball argentino en un deporte olímpico por primera vez. “Es el punto de inflexión, la bisagra del handball argentino, fundamentalmente porque se abrieron las puertas del evento más importante que tiene este deporte”, dice De Lorenzi.

Con la participación histórica en Londres 2012, donde el seleccionado finalizó en la décima posición con tan solo una victoria ante Reino Unido, se idealizaba: el handball iba a tener un gran crecimiento, en términos comerciales y de sponsors. Pero no ocurrió. Aquel logro produjo que muchos más jugadores emigren a clubes de Europa cada vez más temprano, lo que ocasionó que años más tarde, para la temporada 2020/21, en el Viejo Continente hubieran más de 100 argentinos en distintas ligas. En en la Starligue de Francia, por ejemplo, todavía se encuentra Diego Simonet, el máximo exponente del handball argentino a nivel mundial, que se desempeña en el Montpellier y que comparte equipo con Lucas Moscariello, el pivote de Los Gladiadores, quien se incorporó en esta temporada al conjunto francés tras su paso por Balonmano Ciudad Encantada, de España, en donde jugó junto a Pablo Simonet, el hermano menor de la familia. Además, el 1 de julio de 2021 se hizo oficial el último gran fichaje que tuvo como protagonista a un argentino: Leonel Maciel, arquero de la Selección argentina, arribó al Barcelona, el mejor equipo del mundo y último campeón de la EHF Champions League.

Luego de aquellas hazañas, la liga argentina no creció lo que se esperaba, teniendo en cuenta la magnitud de los logros. A partir de que comenzó la pandemia, a principios de 2020, durante un año y medio no hubo competencia y no se llevaron a cabo torneos nacionales. Si bien a mediados de agosto se volvió a jugar de manera oficial, lo vivido en el último tiempo provocó que muchos jugadores tomaran la decisión de dejar de practicar el deporte. “Nunca se logró diez años después hacer una liga nacional en serio. No hay una planificación nacional en donde se le pueda dar una evolución a los equipos del interior”, explica Román Bravo, periodista especializado en handball.

El momento por el que pasó el handball en la Argentina durante la pandemia produjo que muchos jugadores de 17, 18 y 19 años emigraran a Europa debido a que no había competencia oficial mientras que en España, Francia o Alemania tuvieron una cuarentena mucho más acotada. Grandes ejemplos son los casos de los hermanos Barceló, Santiago y Joaquín, que comparten equipo en El Benidorm de España, y el de Martín Jung, que se fue a Balonmano Córdoba, también de España.

En la liga argentina se han sumado una gran cantidad de clubes. Todos los equipos de fútbol le fueron dando lugar al handball y en la actualidad está en sus grillas de actividades. El deporte se ha masificado, se hizo más popular, muchas más personas comenzaron a practicarlo. “Si vas a la lista de federados que tiene la Femebal (Federación Metropolitana de Balonmano), el incremento que tiene desde Guadalajara hasta hoy es muy notable”, explica De Lorenzi. Según propios informes de la Femebal, en el 2011 había un total de 7552 jugadores federados, ya para el 2021, esta cifra no solo se duplicaría, sino que llegaría a un pico de 16 mil.   

La popularización fue de la mano con los distintos avances tecnológicos que tuvieron lugar en los últimos años y por la difusión que alcanzó el deporte en los medios tras aquellas hazañas. Sumado a TyC Sports, que transmite el deporte desde los años 90 y últimamente solo televisa algunos encuentros de la Selección, en 2014 DeporTV empezó a programar handball cada semana. De esta manera, cualquier persona, en cualquier rincón del país, puede ver los partidos de Los Gladiadores y de La Garra, la selección femenina, como así también el torneo local y torneos nacionales.

En 2020, con el objetivo de preservar la salud y la integridad física de los jugadores, se organizó un departamento médico, en el que hay kinesiólogos, doctores y psicólogos. Allí se crean distintos protocolos de trabajo y se investigan los pormenores del handball. “Es el basamento fundamental para el crecimiento en el área del deporte de alto rendimiento”, explica el médico Marino.

A diez años de la obtención de la histórica medalla dorada en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, el handball argentino tuvo un gran crecimiento a nivel de popularidad y de inserción de nuevos clubes y jugadores al deporte, pero tal como dice Schulz, “hay algunos aspectos en donde hay mucho potencial de crecimiento todavía, principalmente en infraestructura y darle un poco más de profesionalismo a la liga local”.

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