Por Francisco Crosa
Juan Manuel Azconzábal tiene entre sus trofeos más valiosos la libreta donde Osvaldo Zubeldía anotaba los aciertos y errores de sus dirigidos partido tras partido, en uno de los equipos más recordados por Estudiantes de La Plata y el fútbol argentino. Había sido un obsequio del Zorro a su padre, también oriundo de Junín y con gran relación desde niños, cuando al comienzo de la década del 80 fueron a la quinta pintada blanca y roja del ex entrenador campeón intercontinental.
Desde los cinco años, el Vasco (conocido como Topeka en su Junín natal, por un característico enterito de jean que usaba con esa marca) gustaba de ir a ver los partidos que jugaba Mariano Moreno, equipo dirigido por su padre y que participaba de los regionales de 1982.
Idea de juego
Pasó el tiempo y el pequeño Topeka ya era conocido en el mundo del fútbol como el Vasco, aquel defensor aguerrido del Estudiantes de Russo y Manera que supo conseguir el ascenso en 1995. Desde ese entonces el amor hacia el equipo de La Plata creció, siendo jugador entre 1994 y 2002 y el club donde se inició como entrenador, un año después de su retiro de la actividad profesional en Defensa y Justicia en 2010.
Desde los 5 años gustaba de ir a ver los partidos que jugaba Mariano Moreno, equipo dirigido por su padre y que participaba de los regionales de 1982.
A los 46 años, el actual entrenador de Unión de Santa Fe, se presenta como una persona sencilla, seria y de bajo perfil. Siempre disciplinado y pasional frente a su profesión, se crió en la escuela de Estudiantes desde los 15 años y adoptó una manera más ofensiva de parar a sus dirigidos y plantear los partidos, pero dejando algo en claro: “Los equipos y las formas de jugar las vas viendo a medida que vas conociendo a los jugadores y sabiendo que te puede aportar cada uno”.