miércoles, noviembre 6, 2024

El Derbi Eterno de Belgrado

Por Agustín Kuc

El significado de los colores puede parecer absurdo, pero esconde emociones y
sentimientos. Si pensamos en términos negativos, el rojo es sinónimo de desafío,
agresión, impacto, tensión; el negro describe opresión, frialdad, amenaza, pesadez; y
el blanco manifiesta elitismo, esterilidad, frialdad y antipatía. Términos que dividen a la
ciudad más importante de Serbia, su capital, Belgrado.

Caracterizada por sus raíces culturales y religiosas de influencia yugoslava,
montenegrina, croata, macedonia, herzegovina y musulmana, “La Ciudad Blanca” aloja
uno de los espectáculos deportivos más violentos del mundo. Se trata del “Derbi
Eterno”, duelo protagonizado por el Estrella Roja y el Partizán, las dos instituciones
más prestigiosas del país que, separadas por un kilómetro de distancia y delimitadas
por la Zona Norte y Sur según sus fanáticos, encienden las alarmas de los 1.300.000
habitantes de la urbe los días que se enfrentan dentro de un campo de juego, sin
importar si la pelota es a gajos, anaranjada, o si el partido se desarrolla dentro de una
piscina.

Los dos clubes se fundaron tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial y
antes de la constitución de la República Federal Popular de Yugoslavia del Mariscal
Tito, pero vivieron su momento de apogeo durante la República Federal Socialista. “La
Estrella” nació el 4 de marzo de 1945, mientras que, “Los Partisanos” aparecieron seis
meses después, el 4 de octubre.

 

Josip Broz Tito fue Comandante Supremo del Ejército Popular de
Liberación y Separación Partisana de Yugoslavia en 1941, los partisanos. Casualmente,
el grupo que cuatro años más tarde fundó el club Partizán (Archivo fotográfico “Made
For Minds).

El período post guerra, la influencia comunista por parte del régimen que
fomentaba la “hermandad y unidad”, y el nacionalismo serbio con el que se
identificaron los fanáticos, marcaron el contexto sociopolítico de la época.
Los seguidores “Rojiblancos” fueron los que iniciaron el movimiento más
pronunciado contra las fuerzas encabezadas por Josip Broz Tito a mediados de 1970,
siendo aquellos que estaban en contra de la inclusión en Yugoslavia, y luego los
“Blanquinegros”, que eran cercanos a la policía, el régimen y que incluían en su
comunidad a serbios, croatas, eslovenos, bosnios, montenegrinos y macedonios, se
sumaron al contingente a partir de 1980. Incluso, una vez que ambos grupos de
aficionados eran identificados por los mismos principios, muchos de los miembros de
los grupos se enrolaron en milicias paramilitares serbias para encarar las Guerras de
Independencia Yugoslavas, entre 1991 y 1995.

El trasfondo va más allá de las gradas. Si bien la rivalidad extrema entre ambos
bandos se potencia en la actividad futbolística, la ideología política actual los une. No
obstante, todo se divide a causa de un balón en movimiento. Bajo una postura
ultraderechista, subrayados por el racismo, así como también el desprecio y
repugnancia por el comunismo, es como se conoce en la actualidad al contingente de
personas que simpatizan por ambos clubes.

“Los Delijes” de Estrella Roja son miembros o exintegrantes de la policía local,
del grupo religioso ortodoxo Obraz de Mladen Obradovic y el Movimiento Nacional
Serbio. Esta multitud es considerada la más discriminadora y ultraconservadora en
todo el Viejo Continente. Incluso, sus canciones citan a canciones de rock neonazis
tales como muerte a los maricones y la caza ha comenzado. Además, cabe resaltar que, hasta hace unos años, los directivos del club no admitían a jugadores afrodescendientes.

El nombre “Delijes” se ubican en la tribuna norte del estadio Rajko
Mitić, edificio utilizado durante la década de los ´70 como centro de reclutamiento
nacionalista serbio y refugio de aquellos que estaban en desacuerdo con el régimen
(Archivo fotográfico “Top Sport).

Los miembros de esta banda son populares por haber conformado la Guardia
Voluntaria Serbia, organización mejor conocida como Los Tigres de Arkan, en alusión a
su líder Zeljko Raznatovic, ícono de la península que se desarrolló como agente de la
Policía Secreta Yugoslava (UDBA) en 1973, fue un auténtico guerrillero y participó en
varias masacres durante las guerras balcánicas. El agrupamiento llegó a concentrar a
más de 10.000 civiles y fue partícipe de la histórica Guerra de los Balcanes.

Por su parte, “los Grobari”, aficionados del equipo que tiene como escenario el
Estadio Partizán, están compuestos y organizados por exmilitares; no por nada el
nombre oficial de “La Apisonadora”, su apodo, surgió de los partisanos, guerrilleros
antifascistas que batallaron contra las tropas del Eje durante la Segunda Guerra
Mundial. No obstante, la dirigencia del 46 veces campeón local es acusada de
corrupción por desvío de fondos a colectivos políticos y algunos socios.

El nombre “Grobari” significa “Sepultureros del Sur”, este
contingente creó el Grobari Trash Romantizam (GTR), grupo de arte y agitación
cultural vinculado al fútbol que es reconocido en Belgrado (Archivo fotográfico
“Mondo”).

En lo estrictamente futbolístico, el primer encuentro que disputaron se dio el 5
de enero de 1947, con victoria 4 a 3 del Estrella Roja, cuyo nombre proviene del
símbolo histórico del Ejército de la Unión Soviética.  Desde aquella fecha y hasta la
actualidad, se llevaron a cabo 201 duelos, 84 para los vencedores primarios y 61 a
favor de los segundos más ganadores del fútbol serbio, mientras que 56 partidos
acabaron en empate.

En materia de títulos, el Estrella Roja, que ejerce la localía en el estadio Rajko
Mitic o mejor conocido como “El Maracaná Serbio”, ganó 37 ligas y 26 copas a nivel
nacional, y alzó la Copa de Europa e Intercontinental en 1991; no obstante, la institución que cuenta con el mayor goleador en la historia del derbi con 13 tantos,
Marko Valok, se hizo con 27 campeonatos y 17 torneos de eliminación directa de
índole local, y se adjudicó la Copa Mitropa, primera gran competición internacional de
clubes reconocida por la FIFA en 1978.

El Estrella Roja fue el único equipo de la antigua Yugoslavia y
segundo de Europa del Este en consagrarse campeón de la Copa de Europa (Archivo
fotográfico “Marca”).

La última partida tuvo lugar el pasado 25 de mayo y fue por la final de la Copa
de Serbia. El duelo concluyó 0 a 0 luego de 120 minutos y debió definirse por medio de
los penales, tanda que se adjudicó el equipo dirigido por el exfutbolista Dejan
Stanković por 4 a 3. El Estrella Roja sumó su sexagésimo tercer título nacional y,
nuevamente, le ganó la pulseada a su eterno rival. Esta vez, no se presenció el ritual de bengalas, cánticos y mosaicos, dentro de una cancha, sino que las calles de Belgrado
simularon ser las gradas del escenario que albergó el espectáculo de tal magnitud.
Pero el clásico generó, como ya es habitual, un sismo de locura en la Península de los
Balcanes.

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