jueves, noviembre 14, 2024

El boxeador que no fue

Por Farid Maggiori

INFANCIA

Edwin Antonio Valero Vivas, apodado como “El Inca”, nació el 3 de diciembre de 1981 en Mérida, Venezuela. Fue el tercero de ocho hermanos. Era parte de una familia pobre y sufría mucha violencia por parte de su padre, quien lo abandonó a temprana edad.

Debido a los malos momentos que vivía en su hogar, pasaba mucho tiempo en la calle, lo que lo llevó a juntarse con malas compañías. Conoció la droga y el alcohol a los cortos 11 años. Su propia familia lo describía como un adicto paranoico.

CARRERA COMO BOXEADOR 

Desde los 12 años el boxeo fue su forma de canalizar la violencia que llevaba acumulada por su dura infancia. Arriba del ensogado se convertía en una bestia de tirar golpes. Empezó su carrera como amateur, sorprendiendo a propios y a extraños cada vez que boxeaba. Los años que pasó en el amateurismo fueron como campeón de Venezuela. Terminó su etapa en el campo no rentado con un récord de 86-6 con 45 KO.

Cuando estaba apunto de hacerse profesional sufrió un accidente en moto que casi le costó la vida. Tras sufrir una fractura en el cráneo estuvo casi un año sin poder boxear, hasta que en 2002 los médicos de su país lo autorizaron a pelear. Debutó como superpluma el 9 de julio de 2002 y ganó por KO en el primer round.

Pelea tras pelea se iba haciendo cada vez más grande su imagen como púgil, aunque siempre llevando la mala vida paralelamente. En febrero de 2006 batió un récord mundial Guinness que documentaba desde 1906 y pasó a ser el boxeador con más victorias consecutivas por KO en el primer round: 18 en total.

Su leyenda como boxeador era tan grande que hasta se dijo que noqueó, nada más ni nada menos, a Óscar De La Hoya durante un sparring. En agosto de 2006 se consagró campeón mundial superpluma de la AMB, tras ganarle por KO al panameño Vicente Mosquera. Defendió su tituló en cuatro oportunidades, hasta que en 2009 ganó el titulo mundial del CMB de la categoría ligero.

FANATISMO POR HUGO CHÁVEZ

En su pecho lucía con orgullo un tatuaje de la bandera de Venezuela y la cara de Hugo Chávez dentro de ella. Por encima se podía apreciar la frase “Venezuela de verdad”. Durante toda su carrera admitió ser fanático del expresidente. En su pantalón, en algunos combates, aparecía el rostro de Chávez junto con la palabra “Forever” (siempre).

“La primera vez que duré 20 meses fuera de Venezuela lloré y sufrí con mi esposa. No veía el momento de regresar a mi patria. Somos tan libres y tan felices. Pienso que aquí tenemos todo. Es lo más lindo que he visto en el mundo”, declaró en la televisión de su país en 2009.

En 2016, el director Ignacio Castillo Cottin, estrenó la película “El Inca”. En el film se muestra cómo fue la vida del boxeador, pero enfocándose principalmente en la relación con su esposa. Nicolás Maduro, sucesor de Hugo Chávez en la presidencia de Venezuela, prohibió dicha cinta en el país, ya que la reconoce como una propaganda antichavista, debido al final de la misma.

LA TRAGEDIA 

Ya en 2010, y con un récord increíble de 27-0,27 KO, tenía todo acordado para pelear ante el astro filipino Manny Pacquiao por el cetro mundial, pero sus adicciones por la droga y el alcohol pudieron con él: tras una madrugada de locura, el 18 de abril apuñaló tres veces a su esposa de 24 años, Jennifer Viera, y la degolló. Acto seguido, confesó su crimen ante la seguridad del hotel de Caracas en donde se hospedaban.

El 19 de abril, y tras ser arrestado, fue encontrado colgado en su celda por otro recluso. El venezolano utilizó sus propios pantalones para ahorcarse. Aún mostraba signos vitales al momento del hallazgo, pero los médicos no pudieron salvarlo. Falleció a la 1.30 de la madrugada.

Edwin Valero pudo haber sido uno de los mejores boxeadores del siglo, y quizás de la historia, pero los demonios que llevaba dentro suyo lo sobrepasaron.

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