viernes, marzo 29, 2024

La vuelta de Federico Grabich

En la lucha por ser parte de Tokio 2021 – Por Carolina Ankia

Pasión, dedicación y ganas de superarse todo el tiempo. En su infancia jugaba al básquet, hasta que un día su rumbo cambió por completo y sintió amor por la natación. Hace más de 12 años que está compitiendo y lo sigue disfrutando como si fuera la primera vez: solo necesita una pileta para ser feliz. 

“A pesar de ser bastante grande para la edad promedio de mi deporte, lo sigo haciendo, disfrutando y aprovechando. Hacer lo que a uno le gusta y que cada día me apasione ir entrenar y competir, la verdad que ahí está el gran valor que yo le encuentro, eso vale más que las medallas”, confesó el nadador Federico Grabich.

La cuarentena que regía para todos los ciudadanos argentinos no le permitió seguir con sus entrenamientos de manera habitual. No cuenta con una pileta en su casa, así que tuvo que alquilar pesas y una bicicleta para mantenerse en actividad. “Sabía que en algún momento iba a tener que volver y tenía que llegar de la mejor manera posible a ese día”, sostuvo.

Uno de los objetivos que se había planteado el santafesino era estar en los Juegos Olímpicos que se iban a realizar en Tokio 2020 -que fueron postergados para el próximo año-, aunque todavía no pudo conseguir la clasificación. “Estuve cerca de lograrlo, pero no llegué a la marca mínima aun”, expresó Grabich, quien todavía tiene chances de poder competir y conseguir un lugar.

En el momento en el que se anunció la postergación de los Juegos ya había pasado más de un mes y medio de cuarentena, por lo que el oriundo de Casilda contó que ya la mayoría suponía que esto iba a pasar. “Después de no entrenar por tanto tiempo y estando a nada de la competición era imposible poder llegar de la mejor forma posible. Aparte, los que no estamos clasificados no hubiéramos tenido la oportunidad de poder conseguirlo”, explicó Grabich a sus 30 años.

Tanto tiempo encerrado en su departamento lo llevó a sentirse mejor anímica y físicamente. “Creo que fue un reseteo completo del cuerpo, cabeza y de varias cosas. En mi caso me ayudó muchísimo todo esto”, confesó el nadador, que trató de aprovechar estas restricciones y siente que podrá recuperar su mejor versión para clasificarse a Tokio. 

Si todo avanza de la mejor manera posible, el 23 de julio del 2021 comenzarán los Juegos en los que Federico desea estar. “Tengo un año más para poder clasificar y poner en forma mi cuerpo”, contó el argentino, que ve toda esta situación como algo muy positivo. Sin embargo, para poder conseguir eso tan deseado, Grabich tiene que realizar la marca que hizo el nadador que salió en el puesto 14 en Río de Janeiro, a la que califica como “algo bastante difícil”.

En caso de poder ir, uno de sus objetivos es dar lo mejor, como siempre. “La verdad es que es una cita extraordinaria para nosotros, es el nivel más alto dentro de nuestro deporte. Es un evento que se disfruta mucho y se hace un sacrificio muy grande para poder llegar ahí”, expresó el santafesino y agregó: “Uno nunca sabe cuando puede ser el último, por eso hay que vivirlo al 100%”.  

Federico Grabich rompió su propia marca con un registro de 1m. 47s en el Mundial de Rusia, en los 200 metros libres.

 

Récord de agua – Por Agustina Jaime

Federico Grabich ya es un experimentado de la alta competencia, a la que conoció en su primer Mundial Juvenil de Natación en 2008, en el que obtuvo el quinto puesto en los 50 metros libre. Así comenzó su crecimiento año tras año con mucho entrenamiento. Consiguió sus primeros podios en los Juegos Suramericanos de Medellín 2010, donde ganó cuatro medallas.

En 2013 alcanzó un récord argentino en la semifinal del Mundial de Barcelona, con un tiempo de 25 segundos 16 centésimas. Con esta marca histórica, quedó posicionado décimo en el ranking mundial en 50 metros espalda. 

Su carrera en el 2015 se elevó notablemente, debido a que se convirtió en el primer nadador argentino en subirse a un podio en un Mundial de pileta olímpica. Siguió con una medalla de oro en 100 metros libre y plata en 200 metros libre en los Juegos Panamericanos de Toronto del mismo año.

Previo a la pandemia, su última competición fue en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, en los que obtuvo dos bronce en 4×100 medley mixto y relevos combinados.

Grabich fue el primer argentino en lograr una medalla en el Mundial de Natación. Si bien José Meloans había logrado cuatro en 1998, estas fueron en aguas abiertas en pileta corta.

 

El sí al cambio – Por Victoria Rufolo

En el 2018 Federico Grabich emprendió un viaje a Australia, país que es emblema de la natación, para volver a reencontrarse con su mejor versión, esa que en 2015 supo colgarse la medalla de oro y otra de plata. Pero, lamentablemente, el nadador no pudo mantener su gran nivel y en el 2016 ni siquiera accedió a las semifinales de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

En algún momento pensó en dejar el deporte, pero recordó que esto es lo que le hace feliz y por eso decidió abandonar el país. Entrenó durante dos meses para poder volver al alto nivel que había sabido tener.

Este viaje fue un antes y un después para el oriundo de Casilda, porque si antes entrenaba desde la mañana hasta el mediodía, se dio cuenta de que su horario más enérgico es a partir de las cinco de la madrugada. Cambió toda su rutina, mejoró su forma de comer y ahora, con 30 años, sueña con volver a repetir todas sus hazañas.

Las ganas de subirse al avión rumbo a Tokio están y se nota cuando habla que tiene mucha ilusión de ir y meterse en el podio. Si alguna vez tuvo dudas sobre si dejar este deporte era lo mejor, hoy queda claro que no y, quizás, es porque, “uno siempre vuelve al lugar donde fue feliz”. Al menos así dice el dicho y se entiende que ese lugar para este deportista es en la pileta olímpica.

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