sábado, noviembre 23, 2024

Gonzalo Carreras rema con la cabeza en Tokio y el corazón en la medicina

Por Agustín Kuc

-¿Cómo llevás adelante el proyecto deportivo en este contexto? 

-Comencé la preparación en mi casa, donde monté un gimnasio e instalé el simulador de kayak; tras la autorización del Ministerio de Salud de la Nación pude lanzarme al agua en Baradero, mi ciudad natal, y el viernes 21 de agosto finalicé la primera concentración nacional junto con Daniel Dal Bo, compañero en la actividad, y el entrenador Pablo Hoffman, en Gualeguaychú, Entre Ríos. El lunes 24 retomé el entrenamiento en el Rio Baradero y estaré aquí hasta el viernes 5 de septiembre, posterior a este período habrá una nueva convocatoria nacional la cual resta por definir su fecha y sitio de realización. 

-¿Qué aspectos sentiste que debilitó a nivel psicológico, deportivo y emocional, esta pandemia? 

-Cuando comenzó la cuarentena el equipo estaba en la etapa de clasificación interna de cara al Preolímpico a disputarse en mayo del presente año en Curitiba, Brasil, y se cortó todo. Fue muy duro perder los objetivos que estaban en pie y la incertidumbre de no saber qué iba a pasar, si se realizaban o no los Juegos Olímpicos de Tokio. Los primeros días se tornaron complicados por el mero hecho de no saber cuál era nuestro eje, pero luego todo se acomodó. Por la parte deportiva sufrí una debilitación en las sensaciones que produce el agua y los aspectos técnicos. No hay nada que reemplace la función del kayak. Son los principales objetivos por recuperar. Aun así, el hecho de volver a remar es una motivación extra.

El representante del Club Náutico San Pedro no obtuvo junto con el equipo argentino la clasificación en la modalidad K4 y realiza la puesta a punto basada en el proyecto K2 por 1000 metros, este formato consta de un Kayak con espacio para dos personas, categoría en la cual logró la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y la que otorgará el pasaje a la próxima cita olímpica.

Gonzalo Carreras campeón en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 en la modalidad K4 por 500 metros, presea que obtuvo junto con Manuel Lascano, Ezequiel Di Giácomo y Juan Cáceres (galería personal del deportista).

-¿Genera un impacto anímico positivo el hecho tener una nueva oportunidad de ingresar a los Juegos Olímpicos y poder entrenar en equipo? 

-Sí, sin dudas. Aunque no estén definidas las combinaciones ni quienes irán en busca de la plaza dado a que somos cuatro en el proyecto de K2, fue una gran experiencia compartir las tres semanas de concentración junto con Daniel Dal Bo. Trabajar detalles específicos de un posible bote es muy fructífero, ya que se le da una mirada 100 por ciento objetiva al plan de entrenamiento. Eso permite conseguir un nivel de calidad muy alto en las prácticas. La competencia interna causa un aumento de rendimiento inmenso. Es magnífico ser uno de los posibles atletas nacionales en representar al país, pero no olvido que somos un equipo y solo dos vestirán la Celeste y Blanca en la clasificación. Todos tienen las herramientas necesarias para hacerlo y obtener el boleto.

-¿Cómo ves el piragüismo en la actualidad y que análisis a futuro podés hacer? 

-Argentina demostró ser un país líder en el canotaje en América gracias al avance sostenido en los años anteriores. De esta manera se asegura un resultado importante en el futuro, quizá llegar a estar cabeza a cabeza con potencias mundiales. Claro está que no va a ser posible actualmente, la diferencia en el plano económico es abismal y ya con el hecho de estar lejos de los circuitos principales, en cuanto a distancia, hace que el respaldo monetario se duplique. 

-¿Pensás en cómo continuará tu trayectoria luego de esta preparación? ¿Se te pasó por la cabeza el retiro de la actividad o forma alguna de seguir ligado al deporte? 

-En simultaneo a mi carrera como palista estudio nutrición. Espero que la vocación me dé una perspectiva a futuro post trayectoria deportiva y me mantenga pegado al ejercicio. Fuera de ello trato de buscar los artilugios necesarios para afrontar la vida una vez alejado del kayak, pero todavía me queda tiempo dentro de este ambiente.

Símbolo nacional del canotaje

Bote que representó a la Argentina en los Juegos Olímpicos de Río 2016 en el proyecto K4 por 1000 metros. De izquierda a derecha, Gonzalo Carreras, Pablo Torres, Juan Cáceres y Daniel Dal Bo.

En los últimos seis años, el piragüismo argentino predominó tanto a nivel continental como mundial, y en la mayoría de los certámenes el apellido del baradense estuvo presente: Oro en los Juegos Sudamericanos de Chile 2014 (K4 por 1000 metros), bronce (K4 por 1000 metros) y plata (K2 por 1000 metros) en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, el cuarto puesto en los Juegos Olímpicos de Rio 2016 (K4 por 1000 metros) y el premio mayor en Lima 2019 (K4 por 500 metros). Además, en su primera aparición como representante nacional se consagró campeón absoluto de la disciplina en los Juegos Sudamericanos de Argentina 2012. Actualmente, Carreras rema bajo las órdenes del Club Náutico San Pedro.

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