sábado, julio 27, 2024

La memoria íntima de aquel Velez campeón

Pedro Duffau, Leandro Gambino y Marcelo López Aspuru

El Clausura de 1993 fue el primer título de una década muy exitosa para Vélez Sarsfield. De la mano de un ídolo del club como Carlos Bianchi volvió a gritar campeón luego de 25 años. Ese torneo le otorgó la llave para que al año siguiente pueda obtener la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental. José “Pepe” Basualdo Y Esteban “Gallego” González, referentes de ese plantel, expresaron a El Equipo sus diferentes impresiones y experiencias de ese gran torneo.

-¿Cuánto influyó Carlos Bianchi en el grupo y en vos en lo personal?

José Basualdo: Carlos en el primer torneo fue importante casi después de la mitad para adelante. Porque él llegó a Vélez con muy poca experiencia. Solamente tuvo de entrenador en la Segunda División en Francia y nada más, no había tenido equipos de Primera. Entonces, al principio venía con muchas dudas, él quería que nosotros nos acomodáramos y cuando ya veíamos que iba a usar un torneo para ver para que estábamos, nosotros le dijimos que no. La idea es pelear ese torneo. Después de la tercera o la cuarta fecha, nos dimos cuenta que estábamos para grandes cosas y ahí cambió la mentalidad. Fue muy importante para el grupo porque al cambiar su mentalidad se afianzó el equipo y los resultados se iban dando y bueno, esto llevó a lo que fue Vélez ese campeonato. En cuanto a mí, me dio más libertad, me dejo manejar y usar toda mi experiencia y creo que tanto a mí como al equipo, crecimos juntos y fue muy importante para ese torneo de Vélez.

Esteban González: Lo de Carlos Bianchi fue una sensación medio extraña. Al principio no contó conmigo en el campeonato. Pero después, las ultimas 10 fechas, pude jugar todos los partidos e hice 5 goles para lograr el torneo. Yo creo que fue un gran entrenador y estaba la disyuntiva ya que estaba saliendo el Turu Flores y el Turco Asad o el Ratón Zarate. Teníamos una delantera de jerarquía. Carlos siempre tuvo más intención de Turu Flores y el turco Asad, que contar conmigo. Los resultados se dieron y consiguió lo que consiguió. Era un tipo muy importante, metía mucha presión y en Vélez era muy reconocido. Carlos influyó mucho porque tenía certeza en lo que hacía y ahora se ven los resultados.

-¿Cuál fue el partido que los convenció que estaban para campeón?

JB: Yo creo que el partido que nos dio la posibilidad de ya pensar en el campeonato y ponernos nerviosos la última fecha fue con Argentinos Juniors en cancha de Ferro. Le ganamos muy apretados, creo que 2 a 1 o 1 a 0 y que River justo empató ya que venía atrás nuestro. Ahí nos dimos cuenta que habíamos sacado una ventaja interesante y había que defenderla hasta el final. Ahí fue donde realmente empezó la ansiedad y los nervios de cualquier equipo que sabe que puede ser campeón.

EG: Todo el torneo fuimos un gran equipo. Teníamos grandes jugadores, el equipo era ofensivo y ganador,  tenía una línea media muy buena que disfrutabas verlo jugar. En todas las líneas tenía futbolistas de categoría de jerarquía y se formó un gran grupo y equipo. Después fueron pasando los partidos, pero siempre fue complicado. El partido contra Platense que veníamos perdiendo 1 a 0, ese partido fue terrible porque se nos escapaba la punta, ese día metí los 2 goles fue una noche feliz para mí y para la gente de Vélez. Yo creo que todos los partidos nos llevaban a demostrar que teníamos un gran equipo que teníamos la posibilidad de conseguir el objetivo.

-¿Cuándo termino de consolidarse el equipo?

JB: No es cuestión de consolidarse, el equipo siempre tuvo una idea de juego y a partir de los partidos comenzó a afianzarse de lo que quería. Tanto el técnico como los jugadores empezamos a hacer el camino para lo que queríamos y se iba logrando a base de los resultados. Era un equipo que era cada vez más fuerte y eso se notaba ya no era de Vélez a ver que pasaba, sino que los mismos contrarios nos miraban distinto y ya nos dábamos cuenta. Nosotros como equipo nos agrandamos y cada uno imponía lo suyo.

EG: El equipo se fue formando y consolidando de a poco. Se fue encontrando y argumentando cosas que lo llevo a tener un gran éxito. Yo creo que se consolido en la Copa Libertadores y término saliendo campeón del mundo y eso fue muy importante.

-¿Por qué se hicieron tan fuertes de visitante?

JB: Lo de visitante quizás porque jugábamos de otra manera, más esperando y especulando lo que presentaba al rival. Obviamente, tenías ese margen de poder esperar y manejar el partido de otra manera. Nos hacíamos fuertes porque quizás el tiempo nos daba a nosotros la posibilidad de poder ganar el partido que de local ya que era distinto porque teníamos que ser protagonistas, tenías que ganarlo. Prácticamente, jugábamos a la ofensiva y estábamos todo el tiempo atacando y buscando el triunfo enseguida o la tranquilidad de hacer uno o dos goles para poder manejar el partido. En cambio, de visitante controlamos mejor el ritmo y cuando hacíamos un gol o dos goles ya no nos podían hacer más goles porque estábamos siempre bien parados.

-¿Qué gol de los  que hiciste en ese torneo fue el más lindo y cuál fue el más importante?

EG: Todos fueron goles lindos. Yo gritaba los goles en la práctica así que imagínate en los partidos, fue emotivos cuando hacia un gol. La gente de Vélez me lo reconocía al entrar al Estadio y cantaba “los goles del gallego que ya van a venir” y me hacían sentir muy feliz. Ese día de Platense lo nombré porque fue muy bueno. Me acuerdo que fui al alambrado como un loco y después salió una foto que fue la foto del año en la que estaba abrazando al banderín que un hincha que estaba con el Paturuzu. Ese gol fue muy lindo y muy importante porque se ganó un partido muy difícil. Pero todos los goles fueron importantes, en todos los equipos en los que jugué siempre los goles que hacia eran una gran felicidad y un gran placer.

-¿Qué es lo que más recordás de ese campeonato?

JB: Lo que más recuerdo de ese campeonato es el crecimiento que fuimos teniendo de menor a mayor. La confianza que íbamos ganando partido tras partido y de la confianza que nos daba el cuerpo técnico. De lo ansiado y lindo que fue obtener el primer torneo con Vélez. Todas las ansiedades que teníamos hasta esperar inclusive el último partido cuando Independiente le empató a Belgrano y salir campeón estando concentrados fue algo muy lindo. Fue todo un nerviosismo porque cada uno tenía su cábala. Había algunos que miraban el partido por tele y otros como yo que mirábamos una película.

EG: Lo que más recuerdo fue esperar el partido de Independiente. Nosotros estábamos concentrados en el hotel. Yo estaba con mi amigo Almandoz. Cuando ganamos todos nos fuimos a la cancha y yo me fui al alambrado para acercarme a la gente. Ese día, en vez de entrar a la cancha, yo me fui a la tribuna porque pensé que la gente estaba allí, pero no estaba ahí sino que estaba adentro del Estadio, así que quedamos invertidos. Yo estaba en la tribuna y la gente adentro de la cancha. Fue una locura porque la gente se empezó a subir al alambrado como me subía yo cuando gritaba los goles, pero al revés. Después cuando entre al estadio fue muy importante porque todo el grupo se reunió, nos juntamos, la gente nos trató muy bien y fue un logro muy importante ya que hacía mucho tiempo que la gente de Vélez no salía campeón.

 

 

 

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