Por Bautista Olmos
José Nasazzi Yarza es el futbolista más laureado en la historia de la Selección de Uruguay debido a que ganó siete de las ocho competiciones que disputó y gozó el privilegio de alzar como capitán el primer Mundial en 1930 que se celebró en su país. Una extensa carrera llena de éxitos, un estadio y un peculiar trofeo de selecciones poseen su nombre.
El defensor fue una de las figuras y el capitán de ese plantel que levantó aquella Copa del Mundo y que también conquistó los Juegos Olímpicos tanto de París 1924 como de Ámsterdam 1928. Además, se coronó campeón en cuatro de las cinco Copa América que participó porque en la edición de 1929 los uruguayos finalizaron en el tercer puesto, el único trofeo que amagó al robusto zaguero. Llevó la cinta en su brazo en cada uno de los trofeos y fue distinguido como mejor jugador en las Copa América del 23 y 35. Vistió la casaca celeste en 41 oportunidades durante 13 años, desde 1923 hasta 1936, y evitó tantos goles que se olvidó de anotar para la Selección.
En los clubes donde jugó, Nasazzi buscó la grandeza en los más humildes y su primer equipo en 1918 fue el Lito, que militaba en tercera división. Tenía apenas 17 años cuando fue uno de los estandartes y ascendió dos veces consecutivamente para alcanzar la máxima categoría en 1920. Con el objetivo cumplido, buscó nuevos desafíos que lo motiven y decidió irse a su club de barrio Bella Vista, que deambulaba por la segunda división. Como las reglamentaciones no permitían ese traspaso, afrontó la situación y jugó un año en un conjunto amateur llamado Roland Moor mientras trabajó como operario en los talleres marmolistas para el revestimiento del Palacio Legislativo de Montevideo.
Al Bella Vista arribó en 1922 y ese mismo año logró el ansiado ascenso a primera. Fue un prócer para la institución ya que defendió la camiseta blanca y amarilla por 11 años y de sus históricas campañas se recuerdan el subcampeonato nacional de 1924 y la copa amateur “Laudo Serrato” de 1926. Cuando llegó el momento de decir adiós, José donó los 800 pesos que le correspondían por el porcentaje del pase para que se construyeran las primeras tribunas en la nueva cancha. A partir de ese día, el estadio de Bella Vista lleva el nombre de José Nasazzi.
Otro de los singulares datos en la vida de Nasazzi ocurrió en 1925 cuando formó parte de una gira de Nacional de Montevideo por Europa, a pesar de seguir siendo futbolista de Bella Vista. Hasta hoy todavía es la gira más larga del fútbol mundial. 159 días, nueve países, 23 ciudades y 38 partidos. Números escalofriantes para la década del 20. Asimismo, a partir de 1933 el Bolso fue su cuarto y último club, donde consiguió los títulos profesionales del 33 y 34. El 12 de mayo de 1937 colgó los botines uno de los mejores defensores uruguayos de todos los tiempos.
Nasazzi se caracterizó por ser un jugador fuerte, veloz y de brillante juego aéreo. Puro coraje y firmeza. Le faltó técnica pero le sobró personalidad y hambre de gloria. Su innata capacidad de liderazgo abanderó un estilo de zaguero uruguayo que luego adoptaron Obduio Varela, Nelson Gutiérrez, Diego Lugano y Diego Godín.
Su vida tras el retiro fue una montaña rusa de oficios y se dedicó en principio a la dirección técnica para entrenar a la Selección Uruguaya entre 1942 y 1945. Tras flojos rendimientos prefirió dedicarse al comentario deportivo y luego a adoptó el papel de dirigente. Finalmente hizo un cambio de frente y trabajó en el Casino de Montevideo, dónde ocupó el cargo de gerente.
La vida de José tiene un asterisco no menor y hasta distintivo. Es el Bastón de Nasazzi. ¿Qué es este torneo y por qué nunca oyeron sobre él? En principio porque es inmaterial y es un honorífico reconocimiento que pasa de mano en mano entre las selecciones cuando el poseedor del bastón pierde un partido reconocido por la FIFA. Comenzó en 1930 cuando el jugador charrúa alzó el Mundial y se convirtió en el primer poseedor del bastón.
Inglaterra es el país que más veces lo albergó con 11 y Brasil goza del mayor tiempo de retención intermitente porque lo acumuló más de diez años. No obstante, Países Bajos tiene el record de mayor tiempo de detención continua debido a que hospedó el bastón entre 2008 y 2011. Argentina cobijó la distinción en diez ocasiones y en total lo mantuvo en su poder por 1618 días. Asimismo, el Bastón de Nasazzi vio triunfar a cuatro campeones del mundo como Italia, tanto en el 34 como en el 38, a Brasil en el 58 y a Alemania occidental en 1974. Actualmente está en manos de España desde su victoria ante Suecia en los clasificatorios para la Eurocopa, el pasado 10 de junio de 2019.
José Nasazzi es un nombre que quedó marcado con fuego en los libros del fútbol mundial. No solo por haber levantado la primera Copa del Mundo sino también por su inmensa trayectoria y particular forma de jugar que lideró un estilo en el fútbol uruguayo. Capitán y pieza fundamental en aquella selección que aplastaba a sus rivales con espíritu luchador en la década del 20. El líder de la defensa y del juego brusco. El fundador de la “Garra Charrúa”.