jueves, noviembre 21, 2024

El Manco Castro: tan grande adentro como afuera de la cancha

Por Joaquin Cirigliano 

Sin medio brazo izquierdo desde los 13 años, convirtió el primer gol uruguayo en mundiales y el último del torneo organizado en 1930. Fue campeón del mundo y sumó más títulos internacionales con La Celeste. Cuando se habla de Héctor el Divino Manco Castro, estos son los momentos más conocidos de su historia, que lo llevaron a ser una leyenda de la época y que se repitieron hasta el hartazgo, pero ¿qué fue de él después de su etapa como futbolista?

El Manco se retiró en 1936 en Nacional de Montevideo, donde jugó casi toda su carrera. Tras terminar su etapa como jugador, se dedicó a la dirección técnica. Empezó como ayudante de William Reaside, entrenador escoces que dirigió a Nacional por un año y, en la temporada de 1939 ganaron el segundo torneo “Nocturno Rioplatense”  en el que jugaban El Decano, Peñarol y los equipos argentinos Boca, River, San Lorenzo, Racing, Independiente, Estudiantes La Plata, Newell’s Old Boys y Rosario Central.

La copa uruguaya de 1939-40 la coronó Reaside con Héctor Castro aun como ayudante, en una obtención histórica porque fue la primera de las 5 consecutivas que más adelante iba a conseguir el equipo del “Quinquenio de Oro”, como fue denominada esa época del club, en la que “El Manco” fue uno de los protagonistas principales. Rápidamente se volvió un gran entrenador, se adaptó a las circunstancias y supo explotar a las figuras de su equipo como lo fueron Luis Ernesto Castro, Aníbal Ciocca, Roberto Porta, Aníbal Paz y Atilio García.

Esos cinco años fueron una de las mejores épocas del Tricolor, en los que ganaron 77 de 96 partidos (163 de 192 puntos posibles), anotaron 318 goles y recibieron solo 108. Pasaron apenas 23 jugadores por el club, número muy bajo para la época. Lo que llama la atención de ese plantel, sobre todo por el momento de la historia del fútbol en el que está situado, es que hayan conseguido todo eso con tan pocos futbolistas en tantos años.

El torneo de 1939 fue definido contra Peñarol, eterno rival, en una final porque habían empatado en puntos. El 28 de abril de 1940 se definió ese campeonato y los dirigidos por “El Manco” ganaron el histórico encuentro por 3-2.

En 1940 quedaron 10 puntos por encima del segundo, pero el siguiente título fue el más recordado, ya que en 1941 Nacional se coronó sin perder ninguna unidad, con puntaje perfecto. Ganaron 20 partidos de 20 e hicieron 79 goles. Finalmente en 1942 y 1943 salieron campeones por tres y cinco puntos de diferencia respectivamente con el escolta, que en ambas ocasiones fue Peñarol.

Al siguiente año se acabó la racha, ya que Héctor Castro se fue del puesto de DT al finalizar el torneo del 43. Ésta fue casi la única aparición de “El Divino Manco” como entrenador, lo que la vuelve aún más histórica, hasta que más de 15 años después, en 1959 llegó a la selección nacional de Uruguay para estar al mando, pero solo pudo ver desde el banco algunos pocos partidos, porque falleció en 1960 de un infarto a la edad de 55 años.

Héctor Castro es historia en el fútbol uruguayo. Pasó de ser “El Manco” a ser Héctor “El Divino Manco” Castro y se lo ganó con sus actuaciones con la selección Charrúa como jugador. Su papel en el mundial de 1930 es de los más recordadas del torneo, pero muy poca gente conoció la genialidad de entrenador que fue.

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