jueves, abril 25, 2024

Un antes y un después

Por Matías Pécora Cortés 

El título de 1998 marcó el fin de la época dorada del club, desde Carlos Bianchi y Osvaldo Piazza hasta el último campeonato. Posterior a este episodio, el club de Liniers tuvo una sequía de siete años sin cosechar logros, maleficio que se rompió en el 2005 cuando volvió a gritar campeón. Miguel Ángel Russo y sus dirigidos obtuvieron el Clausura de ese año.

Ricardo Gareca es un hacedor de equipos ganadores y de buen juego. “El Tigre” firmó con Vélez el 15 de diciembre de 2008 y de ahí en adelante no paró de conseguir logros que enriquecieron más y más a la institución. En esta segunda época, Vélez demostró ser un club que a pesar de no ser denominado grande puede competirle y hasta ganarle a los “más fuertes” del país: Clausura 2009, Clausura 2011, Inicial 2012 y 2012/2013.

Gareca después de haber obtenido cuatro títulos en cinco años, hasta el momento el vínculo más extenso del fútbol argentino, presentó su renuncia en diciembre de 2013.

El último título de Vélez Sarsfield fue la Primera Súperfinal del fútbol argentino contra el Club Atlético Newell’s Old Boys de Rosario, con un triunfo por 1 a 0.

Hasta hoy Vélez sigue transitando tiempos difíciles, tanto desde lo económico como en los resultados deportivos. En 2016 estuvo cerca del descenso, pero gracias al plantel y a la dirección técnica de Gabriel “El Gringo” Heinze pudo salvarse y posicionarse quinto en la tabla de promedios.

Económicamente el club se vio favorecido por la venta de muchos jugadores a un precio elevado. Sus últimos ingresos fuertes fueron por: Maximiliano Romero (10 millones de euros del PSV de Holanda) Matías Vargas (10 millones y medio de euros por el 80% del pase al Espanyol de Barcelona) y Nicolás Domínguez (7 millones y medio de euros por el 75% del pase al Bologna de Italia). Cabe destacar que muchos clubes de Europa pusieron sus ojos en “la joyita” del fútbol argentino, Thiago Almada, quien tiene una cláusula de 22 millones de euros. Estas ventas podrían dejar al club de Liniers en una posición monetaria muy favorable frente a los demás clubes y, de gestionar bien el dinero recibido por todos los jugadores salidos de las inferiores, la institución puede crecer aún más en muchos aspectos.

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