viernes, julio 26, 2024

Un argentino en medio de vikingos: “Mi única comunicación era la pelota”

Por Gonzalo Rudaz

La habilidad argentina con el fútbol siempre encuentra destinos, tradicionales o no. El caso que ocupa estas páginas ocurrió en países nórdicos; allí jugó y se entrenó Gunnar Nielsen (36 años), formado en Guaraní Antonio Franco y que un día decidió partir en busca de otros horizontes. Se puso camisetas de clubes en Dinamarca, Suecia e Islas Feroe. Ya retirado, tiene un título de Máster en Ciencias del Deporte y cuenta la importancia que tiene la educación en la actividad. Esta es su historia.

-¿Cómo comenzó tu carrera futbolística?

-En Posadas, Misiones. Mi viejo jugaba mucho al fútbol, él me llevó a todos lados, y a los 5 o 6 años yo empecé a jugar en el club Guaraní Antonio Franco y allí jugué hasta el día que vine a Dinamarca.  

-¿Qué recuerdos tenés de tu adolescencia como jugador?

-Yo pertenecía a la categoría 1983, recuerdo el paso de ser parte de la reserva a entrenar con el primer equipo y fue una época muy linda. Muchos entrenadores veían mi capacidad pero me costaba mucho demostrar mi talento.

-¿Qué similitudes encontrás entre juveniles actuales y de aquel momento?

-No hay similitudes. Fui entrenador de juveniles y recuerdo que antes se respetaba mucho más a los mayores, creo que con el tiempo eso se fue perdiendo o la educación evolucionó.

-Con 17 años estabas en el fútbol italiano ¿Creías que ese era tu destino?

-Exactamente, con 17 años tuve la oportunidad de irme a Italia. Quique Vidallé y Horacio Bongiovanni me vieron en Misiones y me consiguieron una demostración en el Cologna Veneta. Estuve allí como prueba pero no pude lograr obtener un contrato, además tuve problemas con la nacionalidad y me volví. Al fin y al cabo fue por no poder desplegar mis condiciones, si era Maradona me quedaba. 

-¿Qué cambió en vos ese viaje?

-Me abrió los ojos. Ahí me di cuenta lo lindo del fútbol, el fútbol europeo, las oportunidades y lo importante que es viajar y conocer por medio de la pelota.

-Regresaste a tu país, ¿qué pasó ahí?

-Volví muy desilusionado de Italia, no tenía muchas ganas de jugar y me enfoqué en terminar la secundaria. Luego de finalizar los estudios comencé nuevamente a jugar, de casualidad Boca va a la ciudad a realizar pruebas para futbolistas jóvenes y vieron en un entrenamiento que tenía condiciones.

-¿Realizaste la prueba en Boca?

-Sí, me fui a Buenos Aires a probarme y no fue un éxito. Fue difícil porque éramos como 300 jugadores y yo tenía un estilo de juego bastante simple, de ahí salieron muchos futbolistas gambeteadores. No quedé en Boca pero me ofrecieron recomendarme en otros clubes cercanos, igualmente decidí volver a mi ciudad, no me animé.  

-Llegó un momento clave en tu vida, tenías que elegir un rumbo: ¿cómo te diste cuenta qué querías realmente?

-Luego de haber sido rechazado en Boca, volví y tenía que pensar qué hacer con mi vida. La principal opción era estudiar abogacía, trabajar con mi viejo o seguir intentando con el fútbol. Ahí empezó a tocar la puerta la posibilidad de viajar a Dinamarca.

-¿Cómo fue tomar la decisión de viajar a Dinamarca? ¿Por qué lo hiciste?

-Tengo un primo que vivía allá y ahí me surgió la idea de irme con él. Junté recortes de diarios y recuerdos que tenía de mi historia en el fútbol y lo mandé a Dinamarca. Un tiempo después un club llamado Kolding FC del ascenso se fijó en mí y me ayudaron a poder viajar. Yo quería algo distinto para mi vida, fuera de mi zona de confort. 

-En la actualidad el fútbol feroés es de escaso conocimiento, además fuiste el primer argentino allí: ¿por qué elegiste ese destino? (Islas Feroe es un archipiélago en el que viven aproximadamente 50 mil personas) 

-Luego de una o dos temporadas en Dinamarca se me acercó un representante y me dijo que un club de las Islas Feroe está interesado en contratarme. Lo más raro fue que ni había escuchado de ese lugar y cuando miré en un mapa, era un punto en el medio de la nada. Fue una experiencia hermosa, tuve una hija ahí y en lo futbolístico fue increíble.  

-Luego de tres temporadas y media en el pequeño archipiélago, volviste a tu ¿hogar? ¿Ya sentías que tu lugar en el mundo eran los países nórdicos? 

-Sentía que quería probar algo nuevo y me volví a Dinamarca a hacer carrera nuevamente en el ascenso con el fin de poder llegar a la primera división. Si, sentía que allí estaba cómodo. había conocido a mi mujer y con ella recorríamos los países.  

-¿Cómo fueron los últimos años de tu carrera?

-Disputé una temporada y media en Suecia y nuevamente retorné a Dinamarca con la idea de jugar y estudiar al mismo tiempo y fue la mejor decisión que tomé. Pero fue muy complicado.

-¿Por qué?

-Con un título secundario en Argentina no podes ingresar directamente a la universidad. Mandé solicitudes de ingreso a casi todas las universidades del país pero me las rechazaron explicando que tenía que hacer la escuela otra vez y una sola me dió la oportunidad de tener al menos una charla.  

-¿Y ahí comenzó tu carrera universitaria?

-Si, tuve la oportunidad de comenzar la carrera de teraupeuta psicomotriz y así arranqué. Siempre me interesó el tema de la psicología en el fútbol, la motivación y ya desde ese momento hacía hincapié en lo que es mi profesión hoy.

-Fuiste entrenador y futbolista en paralelo ¿cómo fue esa experiencia?

-Fue una experiencia muy linda, también interesante. Me lesioné de ligamentos cruzados y aproveché ese año para estudiar la carrera de entrenador y me recibí. Vuelvo a jugar y echan al técnico, me ofrecieron la posibilidad de ser dt y es ahí cuando realmente entendés el trabajo de cada entrenador y las horas que lleva de preparación, no hay descanso. Armaba los entrenamientos, las tácticas y a la vez tenía que estar concentrado en el juego, aprendí muchísimo.  

-¿País favorito de los que jugaste?

-Uf, difícil. Fue poco tiempo pero me encantó Suecia, muy lindo el país y su gente. Las Islas Feroe me encantaron también, pero hay mucho viento y frío, un día fuimos a comprar con mi hermano, sopló el viento y nos tuvimos que agarrar de un poste para no volarnos. Por lo que viví elijo como mi país favorito a Dinamarca. 

-¿Cómo hacías para comunicarte dentro y fuera de la cancha?

-Desde el día que llegué no sabía inglés ni danés, mi única comunicación era la pelota de fútbol, además al principio tenía un diccionario danés-español y todos los días leía. Por obligación uno aprende, a los cuatro meses ya estaba hablando el idioma.

-¿Te hubiese gustado volver al fútbol argentino? ¿En qué momento de tu carrera y a que club?

-Me hubiese encantado, lo medité y charlé muchas veces con mi mujer. Era una meta pero también quería estudiar y formar una familia para cuando dejara de jugar al fútbol, se fueron chocando los valores y no se dio. Me hubiese encantado volver a Guaraní a enseñar lo que viví, es una cuenta pendiente que tengo como jugador y tal vez algún día la pueda vivir como técnico.  

-¿A qué te dedicás en la actualidad?

-Actualmente dejé el fútbol de alto rendimiento, hace un tiempo estuve entrenando y por comenzar la carrera de técnico de UEFA pero decidí cambiar de aires. Comencé a trabajar en una empresa donde ayudamos a las personas a ser una mejor versión de ellos mismos, ayudamos a la gente a mejorar tanto físico como mentalmente. Me encanta mi trabajo, estoy en la parte deportiva. 

-¿Por qué decidiste estudiar mientras llevabas a cabo tu carrera futbolística?

-Es que a mi, aparte de jugar al fútbol siempre me interesó aprender más, como uno puede mejorar los detalles. Tuve una lesión de ligamentos cruzados y me di cuenta que me gustaba mucho leer y aprender.

-¿Cómo fue esa experiencia?

-Me veía venir que no me iba a hacer millonario con el fútbol y muchos no piensan en la vida luego del retiro. Fue súper difícil estudiar en danés, mientras la llevaba a cabo me di cuenta que era la mejor conexión con el fútbol que iba a tener. Siempre quise estudiar como terapeuta o psicólogo deportivo, siempre quise ayudar gente.

-De todos los destinos que tuviste ¿en qué país se vive mejor? Tanto social como económicamente. 

-Para mi, Dinamarca es uno de los mejores países del mundo para vivir pero es porque mi estado social actualmente es bueno. Tengo una casa que compré con mi mujer cerca de un bosque y del mar, tenemos dos hijas y acá no hay inseguridad.

-¿Alguna vez, de chico, te imaginaste teniendo ésta carrera futbolística?

-Si venía alguien a los 15 años y me decía que iba a jugar en Italia, en Boca, vas a intentar en Dinamarca, vas a probar muchísimas experiencias siendo el primer argentino en muchos de estos clubes y tener un título universitario en paralelo no le hubiese creído.

-¿Qué significa el fútbol para vos?

-El fútbol para mi significan posibilidades, fue el que me abrió las puertas y gracias al fútbol conocí el mundo, por medio del deporte aprendí que hay que levantarse, no hay que darse por vencido y siempre darlo todo adentro y afuera de la cancha. El fútbol es una escuela, cuando uno no sabe o no puede algo es porque todavía no lo descubrió.

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