Por Ezequiel Aranguiz
Suena el silbato en el Estadio Azteca y la Copa Mundial de Fútbol 1970 da inicio. En el partido inaugural se enfrentan los verdes de México con los rojos de la Unión Soviética. Y espectadores de todo el mundo pueden diferenciarlos de esa manera gracias a una tecnología que va en ascenso: la televisión satelital a color.
Las imágenes grabadas por las ocho cámaras instaladas en el estadio llegaron más de 700 millones de personas de todos los continentes. Por primera vez en la historia, los 32 partidos fueron transmitidos en vivo y en directo de forma satelital y por medio del Technicolor, para aquellas empresas que contaran con esta tecnología.
Argentina quería ser sede de la competencia, pero la FIFA eligió a México gracias a que ya contaba con la infraestructura de los Juegos Olímpicos del 68. Pero hubo otro factor que influyó en la decisión: la empresa de televisación Telesistema Mexicano –antecesora de la actual Televisa- aportó millones de dólares para que se dispute en sus tierras.
De esta forma, el torneo se convirtió en el tema central en la televisión azteca. La cantidad de notas y reportajes enfocados en el deporte triplicaban a aquellos que tenían como eje a la política –en simultáneo al Mundial, se celebraron las elecciones presidenciales con mayor problema de legitimidad de la historia de México-. “Con esas acciones, quedaba en claro que, para los productores y ejecutivos, la Copa era un acontecimiento más importante que las elecciones. El fútbol daba mayor audiencia, y mayor audiencia significa más ganancias”, explica la profesora de periodismo Celeste González de Bustamante, en su libro Muy buenas noches: México, la televisión y la Guerra Fría.
Los derechos de transmisión también impactaron directamente en el juego. Con el objetivo de adaptarse a los horarios europeos, varios partidos comenzaron cerca del mediodía. Esto causó el descontento de un gran número de jugadores y entrenadores a causa del intenso calor que caracteriza al país norteamericano. Uno de esos encuentros fue la final entre Italia y Brasil. Muchos consideran que el clima, sumado al esfuerzo del tiempo suplementario en semifinales, fue un factor decisivo en la floja actuación del conjunto italiano.
De allí en más, creció el número de contratos televisivos, aumentó la publicidad y el fútbol pasó de ser una expresión de la sociedad a convertirse en lo que hoy conocemos como espectáculo deportivo. Pero todo comenzó en México 1970.