jueves, mayo 2, 2024

El Mundial más violento de la historia

Por Matías Benítez

El 22 de Mayo de 1960 Chile sufriría el terremoto más potente registrado en la historia de la humanidad, alcanzando la cifra de 9.5 en la escala de Richer. La tragedia provocó más de 2000 muertes, 3000 heridos y 2 millones de damnificados.

A lo largo de la historia, estudios han señalado que no fue un solo sismo, sino que fue la suma de 37 terremotos en una superficie de 1500km y que devastó una zona de más de 400.000 km2. Japón, Hawái y filipinas sufrieron decenas de muertos y heridos a causa de un tsunami provocado por el temblor ocasionado en Chile.

El día previo a la tragedia, el país había sufrido dos terremotos, uno de 7.1 a la mañana y el otro de 7.8 a la tarde. Al día siguiente, diez minutos después del histórico sismo, Chile sufriría un tsunami que arrasó con todo lo que se le ponía enfrente. Olas de 25 metros destruyeron edificaciones, dejaron miles de personas sin hogar y hundieron decenas de aldeas.Teníamos que ir al almacén en bote”, decía Milda Ovando, nacida en Valdivia en 1942.

El ‘Riñihuazo’ es considerada una de las hazañas más grandes del hombre en su lucha para dominar a la naturaleza. El terremoto provocó el derrumbe de diversos cerros que bloquearon el desagüe del lago Riñihue, que desagua en el río San pedro que recorre varias localidades chilenas, entre ellas Valdivia. Los bloques hicieron que el nivel de las aguas de este lago aumentaran tres metros cada día, lo que significaría que un inmenso alud bajara por el río destruyendo todo lo que se interpusiera en su camino. Para evitar la continuidad de la tragedia, diversos batallones del ejército y cientos de ingenieros y obreros arriesgaron sus vidas durante varias semanas.

El 27 de julio, tras muchos días de trabajo, los incansables hombres lograron liberar el bloqueo y el agua comenzó a correr evitando lo que sería una catástrofe más para el pueblo chileno.

La devastación de más de la mitad del pueblo chileno pondría en duda la organización del Mundial. Pero el gobierno decidió no renunciar y Carlos Dittborn, presidente del comité organizador, dejó una frase que quedaría para la historia: “porque no tenemos nada, queremos hacerlo todo”.

Estaba planeado que el Mundial se jugara en ocho sedes y solo Santiago, la capital, se mantendría firme. Las ciudades de Talca, Concepción, Talcahuano y Valdivia fueron descartadas tras el terremoto, mientras que Antofagasta y Valparaíso no lograron autofinanciar sus estadios.

Finalmente la competencia se disputaría en tan solo cuatro sedes: Santiago, Arica, Viña del mar y Rancagua. Esta sería la segunda cita mundialista más pequeña de la historia, luego de Uruguay 1930.

El 30 de Mayo de 1962 comenzó a rodar la pelota y parecía dejar toda la violencia y los accidentes atrás para que se empezara a disfrutar del fútbol. Pero durante la competencia la sangre estaba intacta.

El Mundial de Chile dejaría más de 50 lesionados y entre los más destacados se encuentra el argentino Alfredo Di Stéfano, que iba representar a España y un problema en su rodilla derecha le impidió disputar su primer Mundial a los 36 años. A la lista se sumaría Pelé, que había sido figura en Suecia 1958, y su lesión le daría lugar a Garrincha, que sería el líder y la gran figura que tendría Brasil para conseguir su segundo título mundial.

Los accidentes permanecían en el pueblo chileno. El certamen fue anfitrión de “la batalla de Santiago”, partido entre Chile e Italia que es considerado uno de los más violentos y polémicos del fútbol. También se disputó el encuentro entre Yugoslavia y la Unión Soviética, en el que la sangre fue abundante y la lesión de Eduard Dubinsky desembocaría posteriormente en su muerte.

Así finaliza el mundial más violento de la historia, donde la tragedia, la sangre, las lesiones y el caos serían los protagonistas en la previa y durante el certamen.

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