sábado, abril 27, 2024

¿Y si Pelé no jugaba en México 70?

Por Iván Ezequiel García

“Pelé es miope y está lesionado, por eso no jugará la Copa del Mundo”, confesó Joao Saldanha, entrenador de la Selección de Brasil, y esas declaraciones impulsaron su despido.

Se acercaba la cita a la máxima competencia a nivel selecciones, Brasil había clasificado con mucha comodidad y con un buen rendimiento en las eliminatorias sudamericanas, con victorias de local y visitante ante Paraguay, Colombia y Venezuela. Saldanha era el hombre indicado para llevar a la selección a lo más alto, pero a pocos meses del comienzo del torneo, la Confederación Brasileña de Fútbol lo echó por sus diferencias con el gobierno de facto y la idea de no convocar a Pelé, decisión que fue la “gota que rebalsó el vaso”.

Tras varias reuniones, se decidió que Mario Zagallo sea el reemplazante de Joao y su primera decisión fue citar a Pelé para el amistoso preparatorio contra Bulgaria, con empate en cero. Días previos a su debut mundialista contra Checoslovaquia, el DT decidió reunir a Rivelino, Gerson, Tostao, Jairzinho y Pelé en su habitación y confirmó que jugarían juntos, los cinco eran enganches, algo que sorprendió a muchos. Tras la finalización del mundial y la consagración de Brasil, el cambio de esquema terminó siendo considerado el “Mejor Equipo de la Historia”

¿Qué tan equivocado estaba Joao Saldanha?

Con tres mundiales jugados, a Pelé le sobraba experiencia y madurez: Le aportó al equipo mucha técnica, además le ayudó tener cuatro atacantes de su misma clase. El 10 no tenía una posición fija, habían decidido que se mueva por delante de la mitad de la cancha, sin tener que preocuparse en defender.

En el primer partido, Brasil scó del medio e inmediatamente Pelé le pegó al arco y la pelota pasó por al lado del palo, una forma de demostrarle a Saldanha que se había equivocado en sus declaraciones. En aquel encuentro, terminó convirtiendo el segundo tanto en la victoria por 4 a 0 ante Checoslovaquia.

Al finalizar la primera fase, el delantero había convertido tres de los ocho goles de su equipo. Su rendimiento máximo llegaría en las fases finales, en cuartos contra Perú, se lo vió muy lúcido, como en todo el torneo: fue el encargado de jugar y hacer jugar a todo el equipo. “Sabíamos que era un buen jugador pero pensamos que al conocer su juego, lo podíamos parar pero finalmente no fue así”, confesó el defender peruano Nicolás Fuentes.

En semis contra Uruguay, en el que según expertos del fútbol fue uno de sus mejores partidos del torneo, aportó la asistencia en el gol de Rivelino, Brasil le ganó por 3 a 1.

La final ante Italia no fue la excepción y anotó de cabeza el primer gol del encuentro. Burgnich, el defensor que lo marcó en esa jugada, confesó: “Saltamos juntos pero cuando toque la tierra con los pies, él seguía en el aire, hoy lo veo y me sigo asombrando”. Y para culminar un gran rendimiento, aportó asistencia en los tres goles restantes.

El Mundial de 1970, Brasil se deslumbró con su equipo ofensivo pero Pelé fue fundamental para lograr el tercer mundial de la historia de ambos. Tras terminar el torneo con cuatro goles y seis asistencias, y ser elegido el mejor jugador del torneo, dio una noticia que emocionó al mundo futbolero: “Esta es mi última copa, soy el hombre más feliz del mundo”.

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