Por Joaquín Cirigliano y Franco Iván Haz
Muchos de los jugadores de las instituciones del ascenso están viviendo un momento de preocupación e incertidumbre debido a los contratos que van a vencer en junio y que, por la crisis actual, probablemente no sean renovados y se queden sin equipo.
Tal como dijo Valentín Viola, de Nueva Chicago, los futbolistas que no son de Superliga viven el día a día y la mayoría llegan justo a fin de mes. También vaticinó: “Muchos van a quedar varados y no conseguirán donde jugar. Varios de los clubes no están cumpliendo con los salarios”.
Con respecto a esta situación, el arquero y referente de All Boys, Joaquín Pucheta, opinó que hay equipos que hicieron un gran esfuerzo para ascender y lo merecen. Además, afirmó que tienen que darle más importancia a quienes se queden sin contrato en junio: “A mí se me vence y no sé que voy a hacer la verdad, la vamos a pasar mal”.
Desde las divisiones del ascenso están pidiendo ayuda a los dirigentes de primera para que recorten salarios de sus jugadores, de esa forma podrán pagar los sueldos de los suyos. Tal como reclamó Damián Salvatierra, de Acassuso: “Más allá que los jugadores de la Superliga estén salvados, necesitamos que ellos colaboren para llegar a un acuerdo que sea fructífero para ambas partes”.
“Todos nuestros trabajadores tienen los mismos derechos”, fue la frase que dejó Javier Marín, Presidente del “Quemero”. También, a través de sus redes sociales, respondió a la postura de Futbolistas Argentinos Agremiados, quienes esperan una ayuda económica por parte de los deportistas de la máxima categoría: “Hoy nos preocupa la salud física de ellos y sus familias. Cada uno deberá poner algo para mantener el vínculo laboral y que nadie se quede sin su empleo”.
Ante el dilema generado con los sueldos, surgió una propuesta por parte de algunas instituciones: renovar los contratos por 18 meses, pagándoles un máximo de 100.000 pesos a los jugadores hasta diciembre y que luego pasen a cobrar un salario sin un tope fijo, como lo hacen normalmente.
“Es una situación injusta para quienes tenemos méritos deportivos, no nos tienen que castigar. Nos quieren bajar en el escritorio”, sostuvo Roberto Sagra, presidente de San Martín de Tucumán, refiriéndose a que deberían darle el ascenso a “El Santo” y a Atlanta, líderes de cada zona de la Primera B. Al haberse suspendido los descensos, los tucumanos y los “Bohemios” quieren ascender de forma directa.
Marcelo Achile, titular de la Primera Nacional y presidente de Defensores de Belgrano afirmó que “se sienten campeones de algo que no son”, en referencia a quienes están punteros. “San Martín quiere aprovechar la pandemia para beneficio personal”, afirmó.