Por Matías Cavallero y Tomás Lucero
Una de las consecuencias inmediatas del Covid-19 tiene que ver con la inexorable caída de la actividad económica en casi todos los países del mundo. Aquello trae consigo una cantidad incontable de personas que perderán sus puestos de trabajo, y otros tantos, apremiados por el bajo nivel de ingresos, recibirán un salario mucho menor al acordado por contrato.
Sin lugar a dudas, los clubes del fútbol argentino, que en su mayoría ya tenían deudas contraídas previas a la aparición del virus, tendrán una tarea titánica: mantener a sus empleados en regla en cuanto a los pagos mensuales –algo que incluye a los deportistas- mientras algunos socios no pagan sus cuotas y las instituciones no reciben lo que les correspondería por derechos televisivos. Una de las voces que explica la compleja situación es Sergio Gianturco, vicepresidente de Temperley, institución cuya principal atracción es el fútbol pero que también cuenta con un amplio espectro de disciplinas y una fuerte vida social.
“Una vez que pase todo esto tendremos que recomponer y reactivar lo que se perdió y lo que venimos haciendo. Estamos teniendo una merma en el pago de la cuota porque, al no haber fútbol y otras actividades, no se acercan”, aseguró el dirigente.
De todas formas, avisó que el momento más complejo en cuanto a lo económico todavía no ocurrió: “Todavía no sentimos la baja de la paga de los derechos televisivos y los sponsors de publicidad, pero lo vamos a sufrir y tendremos que buscar la forma de solventarlo. Hoy no podemos apreciar una baja grande de ingresos, pero si esto se prolonga, sí. Abril se les acreditará a aquellos que tengan débito automático y la realidad es que no podemos programar la quita de una cuota”.
La polémica en los últimos días se lanzó a raíz de las declaraciones del delantero de Boca Carlos Tevez, quien expuso que un futbolista podría “vivir seis meses o un año sin cobrar”. Tanto Diego Maradona, entrenador de Gimnasia, como distintos jugadores del ascenso –tal es el caso de Luis Salmerón- opinaron que aquella circunstancia depende de la realidad de cada uno. El Pupi, por ejemplo, explicó que “hay jugadores que viven el día a día con los sueldos”.
El vicepresidente del Gasolero apoya las expresiones del delantero de Los Andes: “Las realidades del ascenso son distintas, no todos están a la altura de lo que planteó Tevez. Tiene jugadores que viven día a día y necesitan cobrar. Por ahora el diálogo y la cordura con los futbolistas primó por sobre todo y esperemos que sigan colaborando”.
Gianturco, por lo pronto, expresó que la dirigencia de la institución del sur aún continúa abonando los sueldos, pero que debido a la coyuntura, la situación podría ser revisada más adelante: “Estamos al día porque el vencimiento de los pagos de los sueldos es antes de que finalice abril; ya fue abonado lo que corresponde a marzo y estamos trabajando para recaudar y cumplir con nuestras obligaciones. Estamos a la expectativa de que los derechos de televisación y que los sponsors no se caigan, y con ese dinero podremos pagar los contratos. Tendremos que sentarnos todos a arreglar esto sabiendo cuál es la situación, que es extrema y extraordinaria, en la que todos tienen que ceder”.
El directivo además planteó los pasos a seguir por el club en vistas a la definición de los ascensos a la Primera División del fútbol argentino –Temperley está en la Primera Nacional y se ubica en la cuarta posición del Grupo 1, en puestos de Reducido-: “Nosotros consideramos que estamos en zona de pelea y esperamos que se respete esa situación de la forma que decidan las autoridades, pero que no nos quiten esa posibilidad. Estamos en charlas constantes con los dirigentes de la categoría”.
Las dificultades que deberán enfrentar todos los equipos cuando sea tiempo de que la pelota vuelva a rodar también serán mayúsculas: “No podemos seguir mucho más así, sin fútbol se cae todo un sistema; tenés jugadores a los que les estás pagando que no están entrenando y están en su casa, empleados a los que les pagás el sueldo y no hay ingresos. Hoy tenemos capacidad para aguantar uno o dos meses más”.
Además, el dirigente advirtió que las competiciones no podrán volver sin una preparación previa: “Se necesitan por lo menos 20 días para que los jugadores se pongan a tono, porque vienen de una inactividad y tenemos que poner el club en condiciones. Hay que cortar el pasto, llevar a los utileros y demás. Habría que hacer una segunda pretemporada porque no es lo mismo entrenar en tu casa que disponer de una cancha; se pierde lo táctico”.