Por Marcos Cressi
El fútbol rumano está a unos meses de vivir un hecho histórico. Volverá a disputar los Juegos Olímpicos de Verano después de 56 años, ya que no se clasificaban desde Tokyo 1964. Entre las figuras de la posible selección juvenil del país de Europa Central se encuentra Ianis Hagi, hijo del histórico mediocampista ofensivo Gheorghe Hagi, más conocido como El Maradona de los Cárpatos.
Ianis vivió 21 primaveras, tiene una altura promedio para un hombre rumano, el pelo negro y el típico peinado con los costados rapados. Nació en Estambul un 22 de octubre de 1998, mientras su padre jugaba para el Galatasaray de Turquía, donde ganó ocho títulos (entre ellos una Europa League y una Supercopa de Europa ante el Real Madrid).
Su estilo de juego hizo que aparecieran comparaciones con su padre, quien se caracterizó por sus tiros de larga distancia, el regate y su capacidad para crear situaciones de gol, ya sea asistiendo o convirtiéndolo él mismo. A diferencia de su progenitor, Ianis jugó en diferentes posiciones del campo, ya sea como segundo delantero, extremo, volante ofensivo o hasta de volante central.
Debutó con 16 años en el Viitorul Constanta, un equipo fundado en 2009 por su padre en el distrito de Constanta, que se encuentra al sur de Rumania. En junio de 2015, se ganó la capitanía del equipo y un año después fue vendido a la Fiorentina de Italia. El conjunto italiano lo hizo debutar en la Serie A en octubre de ese mismo año en la victoria 5-3 ante el Cagliari.
Tras dos años en el equipo juvenil del club italiano, volvió al conjunto rumano y contribuyó con seis goles en 14 partidos para que el equipo se clasifique a la Primera Fase Clasificatoria de la UEFA Europa League. En la siguiente temporada consiguió ganar la Copa de Rumania tras vencer 2-1 en tiempo extra al Astra Giurgiu. En aquella competencia, disputó tres partidos y anotó la misma cantidad de goles.
En noviembre de 2018, Ianis realizó su debut en la selección mayor de su país en la victoria 3-0 ante Lituania, por la Liga de Naciones de la UEFA. Al año siguiente, disputó la Fase Final del Campeonato Europeo Sub 21 y logró un suceso histórico para el fútbol rumano. Junto con George Puscas, logró llevar al combinado juvenil a las semifinales del torneo y clasificar a los próximos Juegos, que disputarán en julio de este año en Tokyo. Luego del torneo, fue fichado por el KRC Genk de Bélgica, que en enero de este año lo cedió al Rangers FC de Escocia.