sábado, abril 20, 2024

Modelaje, fútbol y lucha

Por Massimiliano Russo

Le dijeron en la cara que, por ser mujer, sólo podía competir para ser linda. Y en parte tenían razón, porque es modelo y fue consagrada Miss Argentina Hispanoamérica hace unos meses. Pero ella quiere demostrar que también puede competir dentro de una cancha de fútbol sin dejar de ser quien es, sólo porque disfruta tanto jugar como ser modelo.

El hecho de elegir estas dos profesiones hizo la vida de Sasha Gigliani muy difícil. En su Saladillo natal llegó a pasarla mal por la discriminación. Su abuelo, que era entrenador de fútbol, le decía que no abandonara y que luchara por sus sueños, mientras que sus padres le decían que tenía que ser disciplinada y seguir firme sus ambiciones.

El Equipo se dio el gusto de hablar con ella para que nos cuente cómo desarrolló sus dos carreras y cómo fue atravesando distintas situaciones a lo largo de sus 25 años de vida.

-¿En algún momento te discriminaron por querer jugar a la pelota?

-Por querer jugar a la pelota no. La pasaba mal en la escuela cuando se enteraron de mi otra faceta que era ser modelo. He llegado a casa a llorar, la pasé muy mal. El dicho que siempre digo es “pueblo chico, infierno grande”. Los chicos en el colegio me mataban. Una era como la “marimacho”del grupo. Yo les decía que era amiga de Luisana Lopilato y que iba a ser mi madrina, no de confirmación sino artística. Se lo tomaban súper mal porque era como si yo fuera una mentirosa. La he pasado muy mal pero esas situaciones son las que me hicieron tener el carácter que tengo ahora. En fútbol casi nunca sufrí nada porque siempre tuve amigos hombres y nunca se quejaron de eso.

-¿Cómo fue criarte habiendo jugado a la pelota con chicos?

-Hoy disfruto más jugar con hombres que con mujeres, porque es un juego más al cuerpo, pero supongo que lo naturalicé porque no lo veo como algo raro. Cuando comparto una cancha con chicas, a veces me parece desordenado. En su gran mayoría, todas las que jugamos al fútbol profesional en algún momento jugamos con hombres. A mí me pasó de chica, de 20 amigos que tenía, 15 eran varones.

-¿Te sirvió haber jugado con hombres?

-Si. Hoy soy la jugadora que soy gracias a eso. Lo único que cambié es que ahora soy mucho más rápida que antes. Al principio jugaba como 9 de área y era de pelear la pelota cuerpo a cuerpo. Ahora soy todo eso pero además soy velocista. Esa es la diferencia entre  cuando empecé a jugar y ahora. Antes no te decían: “perfilate para pegarle” y esas cosas, era poco usual hacer eso. Ahora está buenísimo porque podés mejorar mucho la técnica con esas cosas.

Foto: Instagram

-¿Quiénes fueron tus principales sostenes en tu carrera como deportista y en el modelaje?

-Cuando era chica mis papás, y detrás de ellos dos estaba mi abuelo porque él me decía que nunca abandonara. Él fundó el club Oro Verde en la ciudad y armó el primer equipo femenino, del cual yo fui parte. Mi papá junto con él siempre me decían que tenía que ser muy disciplinada. En un momento llegué a sentirme sola porque yo la remaba y mis papás me decían que tenía que dedicarme al estudio porque lo mío no daba frutos. Ahí entendí que tenía que demostrar que yo podía. En ese momento que estaba bajo presión fue cuando se me empezó a dar todo.

-¿Cómo cuidás tu físico para ambas carreras?

-Cuando juego intento no pensar en que me voy a golpear porque si no la paso mal. Las últimas dos semanas antes del torneo las sufrí un montón porque todos me decían que tuviera cuidado con los moretones y eso. Yo pensaba que no podía estar fijándome cada cinco minutos si tenía una cicatriz. A parte, muchas modelos llegan al certamen con cicatrices o marcas y tapan todo con maquillaje, así que ese no es el problema. El deporte más que nada me favorece para esta carrera porque me permite tener un cuerpo más fitness que el de la típica modelo chupada.

-¿Es la misma preparación?

-Sí. La única diferencia es que en el modelaje tengo que tratar de no ser tan descontracturada como en el fútbol porque capaz tengo reuniones con representantes o coordinadores y hay movimientos que debo saber cómo llevarlos. También tuve que tomar clases de oratoria para modelaje porque antes todo lo que quería decir lo hacía de una y a veces hay que tomar una pausa para decirlo. Al principio son medio embolantes, pero cuando le encontrás el sentido te das cuenta que cuando realmente llamás la atención del otro cambia todo.

-¿Esto es importante para tu carrera de modelaje?

-Sí, lo más importante de todo es el proyecto deportivo que llevo adelante. Tiene que ver con la inclusión, la sexualidad y un montón de valores que junto con la educación puede inculcar el deporte. Para ser Miss Mundo tiene que ver mucho lo que vos podés aportar con tu cabeza, porque con ser linda no alcanza.

Foto: Instagram

-¿Cómo te preparas para el certamen?

-Más que nada mentalmente, porque todo el tiempo intentan boicotearte psicológicamente, como insultándote, pero tengo que mantener la estabilidad. Siempre hablo del mensaje que quiero dar y a dónde quiero llegar.

-¿Qué mensaje intentás trasmitir?

-En algunos países como Venezuela está muy mal visto que las mujeres hagan deporte, entonces me insultan un montón cuando voy a competir allá. Junto con mi equipo de marketing intentamos trasmitir un mensaje con el que les hagamos saber que están siendo ofensivos con una persona sin aceptar al otro tal cual es. Intento trasmitir que las mujeres no se tienen que sentir lindas solo porque se operan todo. Seguramente va a ser súper fuerte porque se lo van a tomar a pecho, pero va a ser de la forma más sutil y seria posible. Lo que quiero plantearles es por qué están juzgando al otro sin conocerlo.

-¿Quiénes hacen esos comentarios?

-Las competidoras no tanto, sino más que nada su gente. Bolivia es el centro de todo y en Venezuela para estos torneos son muy pasionales, de ellos más que nada recibí críticas. Recién ahora acá empezó a tener relevancia esto, pero en Venezuela, por ejemplo, este certamen es como el Mundial, se paraliza todo. Por eso, es entendible que la gente reaccione así, al ser tan pasionales quieren defender a su equipo siempre. Desde mi lugar trato de concentrarme en lo mío.

-¿Vélez te apoya con tu carrera de modelaje?

-Si tengo que faltar por algo del certamen, ellos me dan un justificativo porque estoy representando al país, entonces no hay problema. Igual, cuando es así siempre entreno aparte por mi cuenta. Vélez siempre me apoyó. Al principio les costaba entender qué estaba haciendo, pero ahora que lo comprendieron me preguntan siempre cómo pueden colaborar conmigo. Hinchas de Vélez hay en todo el mundo así que lo que más necesito de su parte son sus redes sociales oficiales, que me suban y que digan: “vamos a darle una mano”.

-¿Cómo es la relación con tus compañeras?

-Son unas genias. En un momento no entendían nada pero me bancaron desde el momento cero y me ayudaron con el video de presentación cuando recién arranqué. Su apoyo fue muy importante porque entendieron que no era una falta de respeto, sino que era una herramienta para que el fútbol femenino y el club se magneticen. Le dio la importancia que se merece tanto al fútbol femenino como a nosotras como mujeres porque nos queremos y no importa el sexo que uno elija o el cuerpo que tenga.

-Cuando te invitaron al programa de Mirtha Legrand, un invitado afirmó que las mujeres compiten para ser más lindas y sólo respondiste sonriendo, ¿en qué pensabas?

-En Saladillo fui la goleadora de la liga local 5 años seguidos jugando contra hombres, así que a mí no me vengan a decir que el fútbol no es para mujeres. Creo que nosotras tenemos que ser superiores a ellos. En ese momento pensaba: “si supieras lo que se viene ahora…”. No entendía pero después pensaba: “este no sabe en lo que se está metiendo”. La cantidad de minas que lo bardearon en twitter fue furor. Dijo una boludez y se le puso el mundo en contra. No podía meterme a su misma altura. Mintió en cámara, dijo que a todas las jugadoras se les está pagando cuando no es así, pero no me iba a poner a gritarle mentiroso.

Sasha no dejó que nadie le dijera que no podía hacer algo o dos cosas juntas sólo por ser mujer, y hoy es una de las referentes de Vélez Sarsfield, club en el que juega actualmente y es candidata a ser Reina Panamericana por Miss Mundo.

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