viernes, octubre 11, 2024

Bujedo: el jugador que se cruzó entre el 10 y la 10

Por Diego Ibarra

En el fútbol la camiseta 10 es especial, no es tan solo un número, representa mucho más que eso. Es la que usan los distintos, los cracks, los líderes; Diego Maradona juntaba todas estas características, era el futbolista hecho a medida para ella. Por eso, siempre que pisó una cancha representando a su país lo hizo con la diez en la espalda, solo hubo dos excepciones. Maradona fue uno de los jugadores que más representado estuvo por ese dorsal y por su concepto a lo largo de la historia, y más aún cuando hablamos de la celeste y blanca.  Pero hubo una vez en la que esa camiseta tuvo otro dueño, fue el lateral izquierdo cordobés, Juan Carlos Bujedo, en la Copa América de 1979.

El defensor de Racing de Córdoba había sido convocado por primera vez luego de que César Luis Menotti lo viera en un amistoso que disputó la Selección Argentina contra un combinado de jugadores cordobeses en la inauguración del estadio Chateau Carreras en 1978. Hoy en día lleva el nombre Mario Alberto Kempes después de ser reinaugurado en 2011.

Bujedo estuvo entrenando en Buenos Aires junto al plantel del seleccionado meses antes del Mundial de Argentina y, al igual que Maradona, no quedó dentro de la lista de convocados. “Le estoy muy agradecido a Menotti por haberme tenido en cuenta siendo un jugador amateur”, expresó el Gato.

En 1979 Diego se consagró campeón en el Mundial Juvenil de la FIFA en Tokio; luego y junto a Ramón Díaz, figuras de ese seleccionado, viajaron para incorporarse a la mayor que estaba realizando la preparación para la Copa América que se avecinaba. Alemania y Yugoslavia eran los rivales en esta serie de partidos que disputaría el equipo de Menotti. Juan Bujedo jugaba en la Liga Cordobesa para Racing de Nueva Italia cuando se fue, y volvió siendo jugador de Vélez Sársfield que lo había comprado mientras estaba en la gira por Europa. “Me pasó todo muy rápido en esos años, cuando me di cuenta tenía puesta la camiseta argentina y estaba marcando a Rummenigge”, recordó con anhelo el exfutbolista.

Meses después llegó el primer torneo oficial en el que participaron Bujedo y Maradona. En la lista de buena fe el nacido en Río Segundo figuraba con la camiseta número 10 y el crack de Argentinos Juniors con la 6, para sorpresa de todos. “Cuando vimos que le dieron la 6 nos pareció raro, pero el Diego recién arrancaba en la selección. Una vez que agarró la 10 no la soltó más, era de esperarse, ya en ese momento nos dimos cuenta que era un distinto”, contó el ex Vélez y Colón de Santa Fe.

En el debut del equipo de Menotti frente a Bolivia, el cordobés iba a ser titular, pero se descompuso a causa de la altura. En los otros tres partidos que restaban por fase de grupos tampoco disputó ningún minuto. El de Villa Fiorito, en cambio, haría su presentación oficial en la Selección mayor frente a Brasil, y vistiendo el inusual número 6.

Esos fueron los primeros pasos del jugador más icónico que vistió la albiceleste, así comenzó el camino que terminaría con el partido frente a Nigeria en el mundial de Estados Unidos 1994. Un amargo final para una historia llena de gloria. En el caso del lateral de Vélez, siguió ligado a la Selección Argentina en los primeros años de la era Bilardo, fue convocado para el certamen continental de 1983. En el primer partido frente a Ecuador en Quito, ingresó en el minuto 69 para reemplazar a Néstor Clausen, lateral de Independiente de Avellaneda en ese momento.

“Tuve la suerte de integrar los dos procesos, el de Menotti y el de Bilardo. César te daba libertad para jugar al fútbol, en cambio con el Doctor era todo pizarrón, mucho más táctico”, explicó el Gato Bujedo.

El que hoy en día pasa sus horas enseñando a chicos de bajos recursos en su escuelita de fútbol en Río Segundo, fue el único que separó a Maradona de esa camiseta que sería su destino. La Copa América del 79 no es recordada por los logros del combinado nacional, ya que no pudo superar la primera fase, sino por el estreno de Diego Armando y su curioso dorsal. Vistió la 6 en su primer partido frente a la Verde-amarela, pero esa no fue la única vez, también lo hizo en el siguiente encuentro, fue victoria 3 a 0 ante Bolivia.

Aquel 8 de agosto de 1979, en el Estadio José Amalfitani, Pelusa marcaba el tercer y último tanto argentino, era su primer gol en una competición oficial con la Selección mayor y se convertía en el jugador argentino más joven en anotar en una Copa América con 18 años y 10 meses. Pero también fue la última vez que la 10 albiceleste no se vio pegada a su espalda mientras estuvo en actividad.

Más notas