El Equipo recogió 25 testimonios de deportistas que pasaron por el amateurismo o permanecen para que cuenten cómo es el lado B del deporte.
“Sufrí mucho gran parte de mi adolescencia para hoy dedicarme a ser jugador de fútbol. Me cambié a un colegio de turno noche a los 15 años, perdí amistades, salidas, cumpleaños y viajes, pero son todos sacrificios que uno tiene que hacer para llegar a tener una chance de jugar. Es difícil también llegar a un club de primera si no tenés un conocido, hay que romperla y enfocarte mentalmente todos los días en que sos el mejor, y una vez adentro llega la hora de darlo todo. En el presente, disfruto de jugar al fútbol todos los días, aunque a veces me arrepienta y piense en todos los viajes y salidas que me perdí en el pasado. No fue fácil dejar atrás cada situación, pero el mismo entorno te ayuda a superar cada etapa y poder salir adelante”.
*Patricio Riquelme, futbolista. 20 años. Defensor central del club Fénix. También jugó en Comunicaciones y Huracán.
“Dejé muchas cosas por el fútbol, como las salidas con amigos, juntadas por los cumpleaños y viajes con la familia. No me arrepiento de nada porque me encanta este deporte y porque son sacrificios que uno tiene que estar dispuesto a hacer. Además, tengo el viaje hasta el club todos los días para ir a entrenar, que me resulta difícil de sustentar, pero con la ayuda de mis familiares que me apoyaron desde el minuto uno en esta carrera, tratamos de pagarlo”.
*Damián Casas, futbolista. 19 años. Jugador de la reserva de Deportivo Riestra. Pasó anteriormente por Vélez Sarsfield y Banfield.
“Para poder dedicarse al automovilismo uno tiene que dejar muchas cosas de lado por viajar, los cumpleaños de mis familiares o de mis amigos por ejemplo, además de que necesitas un buen sustento económico para poder participar, lo que te da muy poco margen para hacer otras cosas. En mi caso personal, practico mínimo cuatro horas por día en un simulador. Esto, sumado al entrenamiento físico, que es necesario para aguantar todo el circuito, no me deja mucho tiempo para otras actividades. Por el momento no estoy trabajando y hace poco me anoté en la facultad. Sin dudas mis padres fueron pilares fundamentales para que yo llegara a donde estoy hoy, ya que ellos también fueron míticos pilotos y eso me da fuerzas”.
*Nicolás Varrone, piloto de competición. 18 años. Compite en Fórmula Renault Vdev. Campeón en Estoril en la F2, además de Karting y la Fórmula Argentina.
“Estudio y trabajo pero a medio tiempo, aunque si no jugara al futsal tendría más tiempo para trabajar. Los fines de semana sacrifico muchas cosas, como salidas o cumpleaños. Mi familia siempre me dice que haga lo que me gusta, pero que si no estoy seguro de que me va a dar de comer, que siga haciendo algo paralelamente”.
*Francisco Rondan, jugador de futsal. 18 años. Ala en Instituto Almirante Guillermo Brown.
“Tuve que dejar muchísimas cosas de lado porque la mayoría de mi tiempo me la pasaba entrenando. De lunes a sábado nadaba ocho horas diarias, me levantaba a las cuatro de la mañana y finalizaba a las siete de la tarde. Una de las cosas que más me costó dejar fue las salidas y juntadas con mis amigos; ellos jugaban al futbol, iban a comer y yo me la pasaba entrenando. Me perdí el casamiento de mi tía por un torneo al otro día, los cumpleaños de 18 de mis amigos. Eso fue muy doloroso y me he pasado noches llorando, pero es lo que uno quiere para su vida y así lo decide. Gracias al esfuerzo y todo lo que dejé, fui múltiple campeón nacional, obtuve el sexto puesto a nivel sudamericano en la categoría juvenil y, lo más importante, fui récord nacional en la categoría cadetes en los 50 metros espalda”.
*Rodrigo Nicolás Crippa, nadador. 18 años. Nada para el Municipio de Lomas de Zamora.
“Tengo que privarme de muchas cosas por el entrenamiento y los partidos, pero nunca dejo de lado juntarme con mis amigos, obviamente sin tomar alcohol porque altera mucho mi estado físico y yo mismo me lo prohíbo. No me arrepentiría de no ir a Bariloche ni a ningún viaje con mis amigos porque siento que voy a llegar lejos, y el día que lo haga voy a mirar para atrás y valorar todo el esfuerzo que hice para estar ahí. Me vendría muy bien la plata si lograra jugar profesionalmente, ya que mi familia no está pasando un buen momento económico”.
*Facundo García, futbolista. 17 años. Jugador de la séptima división de Acassuso.
“Yo estaba (en la) Selección de Corea (del Sur) y me molestaba la guerra con Corea del Norte. Ahí había ganado los juegos asiáticos. Me dijeron de probar en Argentina, que había un nivel muy bajo. Viajaba mucho y no había tiempo ni para estudiar castellano, lo que hablo lo aprendí viajando con chicos de acá. A pesar de haber ganado más de 30 veces el campeonato argentino, me exigía tanto como en Corea por el hecho de querer ganar siempre. No sé si extraño la alta competencia, fueron 45 años jugando, igual pasó muy rápido”.
*Hae-Ja Kim de Rimasa, ex jugadora de tenis de mesa. 69 años. Participó –representando a Argentina– en Seúl 88’, Barcelona 92’ y en 22 Mundiales. Fue ocho veces campeona sudamericana.
“El jugador de fútbol tiene dos cabezas: la de todos los días y la segunda, que toma lugar al momento de jugar el partido. Cuando juego acá en el barrio o con mis amigos me salen todas bien, porque uno se divierte y no tiene presión, pero a la hora de jugar con la tensión que genera un partido en el club, el juego cambia. De chiquito tuve un problema con esto de la mentalidad, cuando llegaba el momento del partido no podía jugar porque me agarraban ganas de vomitar. Tuve que ir al psicólogo para resolverlo o sino tenía que dejar de competir. Por suerte ya lo resolví y lo que ahora me está costando es controlar la intensidad. El año pasado sufrí tres lesiones porque me exijo demasiado, sin embargo, hasta ahora no me sucedió en un partido, siempre fue entrenando”.
*Lautaro Guerrero, futbolista. 19 años. Jugador de la cuarta división de Barracas Central.
“Por el fútbol tuve que dejar el colegio, no pude empezar la secundaria. Todavía no conseguí empleo, estoy buscando, es muy difícil por la situación del país. Cuando tomé la decisión de entrenar para tratar de llegar a ser profesional, toda mi familia me apoyó. También les dije que el día de mañana voy a terminar la secundaria, ya que es otro de los objetivos que tengo. Obviamente el camino tendrá varios obstáculos, pero habrá de sobrepasarlos para poder cumplir mi sueño”.
*Gonzalo Santellán, futbolista. 18 años. Volante de la reserva de Comunicaciones.
“Actualmente estudio periodismo deportivo, no trabajo ya que con el entrenamiento y el estudio se me dificulta un poco, y ser jugador de fútbol profesional es el sueño de todos y la verdad que sería muy lindo cumplirlo. Al principio tuve problemas asmáticos, pero los traté y por suerte hoy en día puedo seguir haciendo lo que me gusta. Tuve que dejar de salir con mis amigos y faltar a algunos cumpleaños para poder ir a entrenar temprano. Mi vieja fue la que siempre estuvo ahí y la que me ayudó a pasar un montón de cosas”.
*Pablo Carranza, futbolista. 16 años. Arquero de la quinta división de Ferro.
“Dejé muchas cosas atrás por la pasión que me genera el remo: dejé amigos, no fui a mi viaje de egresados por regatas que se corrían durante esos diez días y no salí ningún sábado en mi adolescencia. También sufrí muchas enfermedades por estar en contacto con el río y el frío”.
*Gonzalo Islas, remero. 23 años. Representa al club América de Tigre.
“Un deportista siempre tiene sacrificios muy grandes, pero mi caso no fue uno. Lo más sacrificado que me ha tocado vivir es ir a jugar lejos y que mis papás no estén ahí para verme, quedarme durmiendo mientras mis amigas salían o tener una dieta específica por jugar a los pocos días. Hoy en día estoy agradecida con todo lo que me pasó a lo largo de mi carrera”.
*Brisa Moreyra, jugadora de hockey. 18 años. Defensora en el club Almirante Brown.
“Uno para poder dedicarse al fútbol tiene que dejar muchas cosas de lado; cuando sos chico no podes estar con tus amigos y te perdés cumpleaños, pero es lo que uno elige. Hoy en día se me hace difícil estar lejos de mi familia, mi novia y mis amigos, pero es mi trabajo y a él me debo. Durante la carrera siempre te surgen obstáculos y queda en uno quedarse en ellos o sobrepasarlos. Mis padres fueron un pilar fundamental para poder llegar a donde estoy. Actualmente, Venezuela se encuentra en una situación complicada, pero más allá de eso me encuentro muy bien y contento con el club. Uno, al ser jugador profesional, no necesita de un trabajo aparte, pero cuando tengo tiempo trato de perfeccionar el inglés con un profesor del club y hago cursos a la distancia”.
*Matías Etchegoyen, futbolista. 24 años. Volante en Metropolitanos FC (Venezuela). También jugó en Acassuso y Varese Calcio (Italia).
“Me perdí muchas cosas por el fútbol como salidas con amigos o fiestas. Por ejemplo, hace poco mi familia se fue a Estados Unidos y yo me quedé acá solo por el fútbol. Tengo el apoyo de toda mi familia pero los que están muy encima mío son mis padres y mis hermanos, ellos son los que me bancan en todas mis situaciones”.
*Valentín Fernando Moneta, futbolista. 18 años. Arquero de la 5ta división de Deportivo Español.
“El tenis es un deporte en el que nadie te ayuda en lo económico si no sos lo suficientemente bueno. Puedo sustentar el pago de los torneos con la ayuda de mis padres, al igual que mis abuelos. Es muy difícil tener que dejar de lado cosas por tener que jugar o entrenar al día siguiente, como juntarme con mis amigos”.
*Lautaro Federico Ayala, tenista. 19 años. Representa a Banfield en el Campeonato Interclubes.
“De chico no tuve que dejar de lado muchas actividades porque siempre supe que quería jugar al fútbol. En mi etapa de adolescente sí me perdí cosas que me hubiesen gustado hacer: mis amigos salían a bailar o iban a fiestas de 15 y yo no podía hacerlo porque jugaba en inferiores los sábados o domingos por la mañana. Aunque en ese momento no era profesional, era a lo que yo apostaba para en un futuro poder vivir de eso, y hoy en día estoy agradecido a esas decisiones porque me permitieron hacer una carrera y vivir del fútbol, que es lo que amo. Tampoco he podido estar en cumpleaños familiares o fiestas del colegio de mis hijas, ya sea por viajes, concentraciones o entrenamientos. Hasta hoy recuerdo un cumpleaños de mi hija al cual no pude asistir porque estaba en una de mis primeras pretemporadas. Esos son momentos que me marcaron mucho como padre”.
*Gonzalo Porras, futbolista uruguayo. 35 años. Volante de Cerro, de la liga de su país. Fue elegido mejor jugador del Campeonato Uruguayo en la temporada 2014/15.
“Apostar por el fútbol fue una decisión muy difícil en mi vida: dejas de prestarle atención al colegio, ves menos a tus amigos y a tu familia, y esas son cosas que duelen mucho, más cuando no sos tenido en cuenta en un club que te hace todo más difícil de soportar. El hecho de salir del colegio y ver cómo el viernes a la noche mis amigos se juntaban me hacía mal, yo quería ir también, pero tenía que descansar porque al otro día tenía partido. Fue casi toda mi secundaria así, ahora estoy en quinto año, repetí el año pasado. Muchos me dicen que es porque el fútbol te saca tiempo… puede ser, pero no creo que sea totalmente por eso, uno tiene que saber organizarse. Estoy agradecido a mi familia por todo lo que me ayudaron y me acompañaron”.
*Facundo Russo, futbolista. 18 años. Volante en la cuarta división de Temperley. También jugó en Lanús y Victoriano Arenas.
“A lo largo de mi carrera tuve muchos momentos de tristeza, en base a los sacrificios que demanda la profesión. Me perdí salidas con amigos y fiestas de quince porque al día siguiente jugaba, pero sin dudas lo más duro fue tener que dejar mi escuela. Mi referente y guía es mi papá, quien fue futbolista profesional y por un hecho muy confuso terminó finalizando su carrera de joven”.
*Lautaro Frangella, futbolista. 16 años. Jugador de las inferiores de Los Andes. Pasó por San Lorenzo y UAI Urquiza.
“Desde chico la pelota fue parte de mí, me acompañó en toda mi infancia y por ella dejé de lado cumpleaños, juntadas con amigos y salidas, hasta cambié de colegios para enfocarme en llegar a ser futbolista de primera. Muchos obstáculos en sí no tuve, pero aguanté lesiones que me perjudicaron y en ese momento fueron importantes mi mamá, mis hermanas y mi novia”.
*Nahuel López, futbolista. 20 años. Volante de la cuarta división de Comunicaciones.
“Son muchas cosas las que se dejan para llegar a ser jugador. Una vez que uno entra en ese mundo, en mi caso a los 8 años, es el club el que te empieza a encaminar la vida: primero con los horarios del colegio los cuales cambias para que no te coincidan con los entrenamientos, después, una vez que empezás a pisar primera, estas abocado al cien por ciento en tu carrera. En lo personal, me tocó apenas debuté irme a jugar a Rusia y alejarme de mi familia, lo que no fue nada fácil. Ahora me pongo a pensarlo y no me arrepiento de nada, esos sacrificios me llevaron a vivir toda la vida de lo que me gusta que es ser jugador de fútbol”.
*Diego Ianiero, futbolista profesional. 32 años. Defensor central en J.J.Urquiza, capitán, con 100 partidos cumplidos. Salido de las inferiores de Argentinos Juniors.
“Tuve que dejar muchas cosas de lado para llegar donde hoy estoy, pero creo que todo sacrificio después de un tiempo tiene su recompensa. Lo que más me costó fue pasar de vivir con mis papás -donde tenía la comida cada vez que llegaba, la ropa doblada, no tenía obligaciones y sabía que siempre que me sentía mal tenía a alguien cerca para ayudarme y alentarme a seguir- a vivir solo, con personas que conocía hace muy poco tiempo o que nunca había visto, pero que a partir de ese momento serían mi nueva familia. Fue duro dejar mi ciudad, la escuela y mis amigos, pero no me arrepiento”.
*Eugenio Olivera, futbolista. 18 años. Jugador de la reserva de Atlanta. Vino de Concordia a Buenos Aires en 2015 tras haber quedado en las inferiores de Independiente.
“Jugar al rugby requiere de mucho compromiso y esfuerzo por parte del deportista que lo practica. Tuve que dejar muchas cosas de lado para jugar y cumplir mis sueños; estuve mucho tiempo alejado de mi familia y amigos cuando me fui a jugar a Europa. Durante la carrera surgen muchas trabas y problemas que son difíciles de superar, y salir adelante no es fácil, pero con ayuda de mis amigos y familia logré sobrepasarlos. Hoy por hoy me encuentro en el club que me abrió las puertas y me vio nacer. Son muchos sentimientos encontrados, donde viví la etapa más linda de mi carrera”.
*Santiago Fernández, rugbier. 33 años. Jugador de Hindú Club. Fue profesional en tres equipos franceses e integró la Selección argentina en el Mundial del 2011.
“Aunque empecé mi carrera profesional más tarde, nunca me privé de cosas normales, tuve la suerte de hacer lo que quise. Mi objetivo siempre fue jugar al básquet y me costó mucho conseguirlo. Desde que lo logré, y más en la primera del club, cumplí un objetivo de vida. Va a ser difícil vivir del básquet para siempre, pero me veo relacionado con el deporte”.
*Mauro Cosolito, basquetbolista. 30 años. Jugador de Ferro Carril Oeste. Pasó por Unión de Santa Fe y Ciclista Olímpico.
“Para mi corta edad tuve la posibilidad de pasar por muchas buenas y malas emociones, como campeonatos, lesiones, etcétera. La realidad es que pocos saben el esfuerzo que requiere el ser profesional de un deporte, ya que hay muchas cosas que uno mismo pasa sin que las demás personas puedan verlo o enterarse. Llegué a San Lorenzo en el 2018 con muchas expectativas, fue algo duro para mí porque muchas personas no me apoyaban. A principios de ese año pude cumplir mi sueño, que fue debutar en primera junto a mis compañeros, y de a poco aprendí a ser un profesional. Tuve que dejar muchas cosas de lado, como las salidas con amigos o los cumpleaños familiares, y hasta fue complicado poder seguir con el estudio al mismo ritmo que al principio, pero pude lograrlo gracias a que nunca bajé los brazos y siempre fui por más”.
*Luka Benyik, jugador de futsal. 18 años. Arquero del Club Atlético San Lorenzo de Almagro.
“Actualmente me pagan. No tuve obstáculos para llegar a donde estoy hoy, pero sí tuve que dedicarle bastante tiempo e ir paso a paso. El año pasado estuve en los Juegos Olímpicos de la Juventud, por lo cual en ese tiempo me tuve que dedicar exclusivamente a eso y no pude ni estudiar, ni trabajar”.
*Nahuel Urriza, jugador de futsal. 19 años. Pertenece a Boca Juniors, está en la Selección argentina y antes jugaba en Jorge Newbery.
Producción y textos: Agustín Menghi, Agustina Maurizi, Alejo Deruiter, Diego Vilches, Facundo Fossati, Federico Ribero, Francisco Dente, Francisco Rondan, Guido Fradkin, Juan Cruz Baulos, Juan Maneiro, Lara Bagnasco, Leila Jiménez, Lucas Ochagavía, Manuel Diego Pérez, Martín Vaschio, Mateo Capeletti, Mateo Castiglione, Matías Guerra, Nelson Ferreiro, Nicolás Olivera, Priscila Benítez, Santiago Aguilera, Sheila Ríos, Tomás Muñoz y Tomás Wroblenski.