domingo, octubre 13, 2024

Correa, la de los guantes de oro

Por Juan Pablo Manera

La figura de la Selección Argentina en el partido frente a Inglaterra, más allá del resultado adverso, estuvo parada debajo de los tres palos. La palabra “parada” suena muy estática, ya que, en realidad, fue todo lo contrario. Vanina Correa, la segunda jugadora más longeva de la lista detrás de Mariela Coronel, se encargó de tapar todas las pelotas que le llegaron desde el campo contrario y se convirtió en la estrella de la tarde, a lo que le sumó un penal atajado a Nikita Parris promediando el primer tiempo, situación que desató el festejo de todas sus compañeras.

Las Leonas dominaron el juego gran parte del encuentro, pero solo en una ocasión lograron derribar a la muralla humana de Correa, quien fue elegida como la MVP del partido. La segunda presentación del combinado nacional en la Copa del Mundo fue derrota 1-0. No obstante, una victoria ante Escocia significaría prácticamente la clasificación a octavos de final.

La historia de la arquera de 35 años es un tanto particular. Debutó en Primera División en el año 2000 con la camiseta de Rosario Central. Pasó por clubes como Boca, Banfield y Renato Cesarini, pero en 2014 tomó una decisión que cambiaría su vida. Optó por dejar a un costado el fútbol para ser madre, y lo fue, por duplicado. Romeo y Luna, mellizos, son los dos soles que ahora alumbran su vida. Sin embargo, en 2017 se cruzó con una persona que la hizo cambiar de opinión para volver a calzarse los guantes: “Estaba retirada del fútbol totalmente, no pensaba volver. Arranqué a jugar con amigas, fuimos a un torneo a Mar del Plata y me crucé con Carlos (Borrello, el director técnico de la Selección), que me dijo: ‘¿podemos hablar?’”. El entrenador le comunicó que ella estaba en la lista para la próxima convocatoria. Al principio, Correa se negó, justificando su decisión con sus hijos. Sin embargo, la arquera terminó cediendo y volvió a ponerse la celeste y blanca.

Con la Selección, disputó las Copas del Mundo del 2003 y 2007, por lo que es una de las pocas jugadoras que fueron partícipes de todos los Mundiales a los que clasificó la Albiceleste. Ganó la Copa América del 2006, integró el equipo que compitió en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y obtuvo el tercer lugar en el certamen continental del año pasado, resultado que clasificó al conjunto nacional al corriente Mundial de Francia. La Argentina está en buenas manos, o, mejor dicho, en buenos guantes.

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