martes, noviembre 12, 2024

Toronto Raptors: de Canadá, Estados Unidos y el mundo

Por: Iván Fradkin

Los Toronto Raptors se consagraron campeones de la NBA tras vencer en seis partidos y cortar la hegemonía de los Golden State Warriors, tres veces vencedores en las cuatro temporadas previas. La franquicia canadiense llegó a la liga en 1995 junto a los Vancouver Grizzlies, pero tras la partida de estos a Memphis en 2001, quedó como el único equipo externo a los Estados Unidos; el anillo conseguido representa el primero para una entidad en estas condiciones.

Los Raptors culminaron la temporada regular con un récord de 58 victorias y 24 derrotas, lo que le valió para ser el segundo mejor ubicado en toda la liga, solo por debajo de los Milwaukee Bucks. En la primera ronda de los playoffs derrotaron por 4 a 1 a los Brooklyn Nets. Luego, en semifinales de conferencia hicieron lo propio ante los Philadelphia 76ers, franquicia que eliminaron con un agónico tiro de Kawhi Leonard en el séptimo juego. Y para acceder a las finales doblegaron a los Bucks en seis juegos, a pesar de no contar con ventaja de localía y encontrarse con una desventaja de dos partidos a cero.

Así, los de Ontario llegaron a la primera final de su historia y de un conjunto canadiense. En esta ronda debían batirse a duelo con los Golden State Warriors, finalista los últimos cuatro años y campeones en tres de esas oportunidades. Los Warriors contaban con credenciales para llevar el lote de candidato, a partir de sus avasallante dominio contemporáneo y jugadores de la talla de Stephen Curry, Kevin Durant, Klay Thompson, Draymond Green y DeMarcus Cousins. Sin embargo, quienes jugaron sus últimos partidos en condición de local en el Oracle Arena, debieron enfrentar a unos poderosos Raptors y a un factor externo condicionante: las lesiones.

Un gran rendimiento de los Raptors, basado en una ferviente defensa exterior e interior, buenas actuaciones individuales y un equipo rival mermado por problemas físicos llevaron a los Raptors al primer anillo de un equipo extranjero. A pesar de ser de Canadá, y como es de esperar debido a estar en una liga yanqui, cuentan con vastos jugadores nacidos en Estados Unidos. No obstante, como la globalización y el talento repartido por el mundo no le escapan a la NBA, forman parte de la plantilla basquetbolistas nacidos en el resto del globo.

Propuesto el panorama, es menester realizar un relevamiento sobre los jugadores campeones de la National Basketball Association:

Kawhi Leonard seguramente sea el más conocido de todo el roster, tanto por su importancia en él -fue denominado el jugador más valioso de las Finales- como por el gratificante recuerdo que dejó en los San Antonio Spurs de Manu Ginóbili. Nació en Riverside, ciudad ubicada en el sur de California, donde tuvo que sobreponerse al asesinato de su padre, y repartió su etapa de High School entre dos institutos del mencionado estado: Canyon Springs de Moreno Valley y Martin Luther King de Riverside. Luego, ingresó a la Universidad Estatal de San Diego, y los buenos rendimientos que mostró en los dos años que duró su permanencia allí lo catapultaron a ser elegido en la decimoquinta ubicación del Draft de 2011 por los Indiana Pacers. Un traspaso inmediato lo llevó a los San Antonio Spurs, donde fue -entre otros galardones- campeón de la NBA, MVP de las Finales, jugador defensivo del año consecutivamente y dos veces seleccionado en el mejor quinteto de la liga. Durante la temporada 2017/18, en medio de lesiones, rumores y entredichos, solo jugó nueve partidos, y a mediados de 2018 se marchó a Toronto Raptors junto a Danny Green a cambio de Demar DeRozan, figura del equipo canadiense, Jakob Pöltl y un pick del Draft. En el presente curso promedió 26.6 puntos, 7.3 rebotes, 3.3 asistencias, 1.8 robos y 0.4 tapones, erigiendo como la figura indiscutida del equipo, números que incluso se acrecentaron durante la postemporada y la ronda final. El hecho de no tener redes sociales resume el perfil de un jugador atípico para la actualidad, que siempre busca escaparle a los flashes, entrevistas y apariciones públicas.

Pascal Siakam no solo fue una de las mayores revelaciones de la temporada, también se estableció como uno de los grandes valores de los Raptors. Su historia de superación es conmovedora. Nació en Douala, Camerún hace 25 años. Su madre era dueña de un negocio de venta y su padre, alcalde del municipio de Makénéné. Este soñaba con que alguno de sus hijos jugara en la NBA, algo que no le interesaba a Pascal, que se inclinaba más por el fútbol. Sus tres hermanos fueron a Estados Unidos a jugar baloncesto universitario, mientras que Pascal fue enviado al seminario, con el objetivo de convertirse en sacerdote. En 2011 fue a un Campus organizado por la NBA en Camerún, conoció al jugador local Luc Mbah a Moute y, por su buen rendimiento, fue invitado a uno organizado en Sudáfrica al año siguiente, donde se cruzó con los también profesionales Luol Deng y Serge Ibaka. Allí, volvió a impresionar y fue invitado para unirse a la God’s Academy de Lewisville, Texas. La difícil adaptación y su falta de habilidad las compensó con un arduo trabajo a la luz de sol y la luna, y recibió el llamado de la Universidad Estatal de Nuevo México. Tras una temporada en la que no jugó por lesiones y el fallecimiento de su padre, se propuso deslumbrar con el fin de llegar a la NBA. Dos años le bastaron para mostrar sus credenciales y, a pesar de las dudas realizados los entrenamientos previos al Draft de 2016, fue seleccionado en la vigesimoséptima colocación por los Toronto Raptors. Empezó de titular en el equipo, pero vaivenes lo llevaron a no ser considerado y jugar para el equipo filial de la franquicia, los Raptors 905, con quien fue campeón y mejor jugador de las Finales de la Liga de Desarrollo. Un efusivo entrenamiento lo llevó a mejorar considerablemente y ganarse un lugar de rol en la rotación durante la 17/18. Sin embargo, el salto definitivo que lo constituyó como una estrella de la NBA llegó en el presente curso, con 17 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias en más de media hora por partido. Sus buenas actuaciones en la postemporada lo consolidaron como una de las figuras de los campeones y, sin lugar a dudas, a cumplir el sueño de su padre.

Kyle Lowry, base de 185 centímetros nacido en Philadelphia que pasó por el instituto Cardinal Dougherty y por la Universidad de Villanova, es el jugador de los Raptors que más lleva en la franquicia. Tras ser elegido por los Memphis Grizzlies en la 24° posición del Draft de 2006, pasó sin tanta gloria por los Grizzlies y los Houston Rockets. Su mejor versión se dio en los Raptors, donde está desde el 2012. Los mayores logros de Lowry son haber sido All Star las últimas cinco temporadas, haber formado parte del tercer equipo de la NBA en 2016 y el oro olímpico en Río de Janeiro. Con DeRozan constituyó un temible backcourt, pero la suerte en los playoffs no los ayudó y el destino los separó. La llegada de Leonard le hizo bajar su promedio de anotación, que llegó a ser de más de 22 tantos por encuentro, a 14, a costa de subir su media asistidora, que roza los 9 por noche. Además, el capitán del equipo y una de las caras más queridas de la historia de la franquicia, aporta más de un robo y casi cinco tableros por noche. A pesar de un comienzo dubitativo, durante esta postemporada se asentó y mostró su mejor nivel, con actuaciones determinantes a lo largo de las Finales.

Marc Gasol es otro de los jugadores que hacen de la franquicia canadiense una pequeña Torre de Babel. A pesar de ser más conocido por estos pagos por su rendimiento en la Selección Española junto a una gran camada y su hermano Pau, Marc desarrolló una gran carrera en la NBA. Nació hace 34 años en Barcelona, donde dio sus primeros pasos en el básquet. Cuando su hermano Pau llegó a la NBA, decidió incursionar en una instituto de Memphis, pero, a pesar de sus grandes resultados individuales y colectivos, tomó la decisión de retornar a España para debutar en la Liga ACB. Jugó entre 2003 y 2008 en Barcelona y en Girona, ambos equipos de Cataluña, y fue campeón y MVP de la liga, a la par de sus primeros logros como internacional de España. En el Draft de 2007 fue elegido en la 47° posición por Los Ángeles Lakers y traspasado a los Grizzlies en un paquete que incluyó a su hermano. Definitivamente superó las expectativas, hasta el punto de convertirse en tres veces All Star, jugador defensivo del año y parte del mejor equipo de la temporada. Tras más de diez años en Memphis, y a mitad del presente curso, fue traspasado a los Toronto Raptors, franquicia en la cual cuenta con un rol de menor protagonismo. Sus mayores logros en la Selección son un oro mundial y dos platas olímpicas. Marc y Pau se convirtieron en los primeros hermanos campeones de la liga estadounidense de básquet.

Serge Ibaka también tiene orígenes muy distantes del territorio norteamericano. Nació en el Congo en 1989, hijo de padre que representó a la Selección de la República del Congo y de madre que hizo lo propio con el combinado de la República Democrática del Congo; es el decimosexto de dieciocho hermanos. Sus inicios se dieron en clubes del Congo (Avenir du Raid e Interclub de Brazzaville), para luego recalar en el baloncesto español, más precisamente el catalán L’Hospitalet, Joventut y Manresa). Tras un paso por los dos primeros equipos de Barcelona, fue elegido por los Seattle Supersonics en la primera ronda (24°) del Draft de 2008, convirtiéndose en el primer congoleño en ser elegido. Siguió un año más en España, decidió representar al conjunto ibérico en el plano internacional y pasó a Oklahoma City Thunder, franquicia en la que se mantuvo por siete temporadas. Unos meses en Orlando le bastaron para pasar a los Raptors, donde volvió a ser muy importante y a destacar en su faceta principal: la defensa. Como en el caso de Siakam, Ibaka participa de campus en el continente africano. Además, tiene un canal de YouTube de cocina en el que invita a otros jugadores a participar y habla cuatro idiomas. Es uno de los jugadores africanos más influyentes e importantes de la historia del básquet y, sin dudas, uno de los que fue abriendo el camino para las siguientes generaciones.

Danny Green, oriundo de Nueva York, y Fred Van Vleet, proveniente de Illinois, escolta y base respectivamente, también tuvieron un papel importante a lo largo de las Finales. Danny, escolta titular, fue a la universidad en Carolina del Norte, lo eligieron en la segunda ronda del Draft los Cleveland Cavaliers y pasó casi toda su carrera en los San Antonio Spurs, donde fue campeón junto a Manu Ginóbili y Kawhi Leonard; este año, pasó a Toronto en el intercambio que tuvo a Kawhi como pieza central. Van Vleet asistió a la Universidad Estatal de Wichita, e incluso tuvo que transitar un camino más sinuoso, ya que no fue elegido en el Draft; se ganó su lugar en el roster de los Raptors debido a su participación en las ligas de verano, y ya disputó tres temporadas en la entidad canadiense, en las que constantemente se vio incrementada su participación, llegando a cosechar un voto para la elección del MVP de las Finales.

A pesar de que los jugadores mencionados fueron los que tuvieron vital participación en los playoffs en general y en las Finales en particular, otros extranjeros formaron parte de la plantilla. Jeremy Lin, quizás el más conocido de ellos, nació en Estados Unidos, pero sus padres nacieron en Taiwán, de donde emigraron en la década de 1970. Se crió en California, donde asistió al instituto. Luego, ante poca variedad de ofertas, tomó la decisión de asistir a Harvard, universidad de la que se graduó en Económicas, con promedios muy altos. Lin, que acusó prejuicios raciales en cuanto a la oferta académica y profesional, tampoco fue seleccionado en el Draft; tras la liga de verano, los Golden State Warriors lo ficharon. Tras una temporada, pasó a los New York Knicks, donde mostró su mejor versión y tomó una importante trascendencia baloncestística y mediática. Luego, asentándose más o menos, pasó por los Rockets, Lakers, Hornets, Nets, Hawks y Raptors, donde arribó en febrero de 2019 y cumplió un papel de cierta importancia en la temporada regular, pero que fue disminuyendo a lo largo de la postemporada. OG Anunoby nació en Londres, Inglaterra, pero sus orígenes son nigerianos. Desde pequeño vivió en Estados Unidos, más precisamente en Misuri, donde acudió al instituto, y en Indiana, lugar de la universidad a la que asistió. Los Raptors lo seleccionaron en la vigesimotercera posición del Draft de 2017, y ya completó dos temporadas en Canadá, donde se ganó un lugar, a pesar de no haber disputado ni un minuto en estos playoffs, en parte debido a una lesión. Chris Boucher es el único representante canadiense del equipo, a pesar de que su nacimiento se dio en Castries, Santa Lucía, un pequeño estado insular ubicado en el Mar Caribe. Pequeño se mudó con su familia a Montreal, ciudad ubicada en la provincia de Quebec, dejó el colegio, empezó a trabajar como cocinero y no fue hasta los diecinueve años, debido a un torneo de básquet, que se introdujo en el deporte de la pelota naranja. Después de realizar instituto y universidad en los Estados Unidos, fichó con los Golden State Warriors, donde solo disputó un minuto, y retornó a Canadá en el presente curso, donde tampoco tuvo un rol muy central, a pesar de haber disputado más partidos y minutos, incluso algunos a lo largo de las Finales. La peculiaridad es que salió campeón las dos temporadas que lleva de profesional, una en los Warriors y la actual en los Raptors.

Norman Powell, Jordan Lloyd, Patrick McCaw, Malcolm Miller, Jodie Meeks y Eric Moreland completan la plantilla campeona de la NBA. Malachi Richardson, Greg Monroe, Jonas Valančiūnas, figura de la Selección de Lituania y parte de la franquicia desde 2012 hasta 2019, Delon Wright y CJ Miles, a pesar de no haberse consagrado, también pasaron por la plantilla canadiense en algún punto de la temporada. Nick Nurse, que dirigirá a la Selección canadiense durante el próximo Mundial, fue el entrenador de los Raptors en la 2018/19, la que fue su primera experiencia como cabeza de grupo. Parte de su cuerpo técnico provino de Italia (Sergio Scariolo, multicampeón con el equipo nacional español), del Congo (Patrick Mutombo) y de Escocia (Alex McKechnie, nacionalizado canadiense, que en su función ganó seis anillos de la NBA y una Copa de Oro de fútbol).

Con este plantel mundial, un equipo canadiense tocó la puerta y dio la noticia en la cara de uno de los mayores tesoros estadounidenses, el básquet. Su básquet. Su NBA. Lo inesperado hace unos años, después de décadas de intentos, sucedió. ¿Y por qué no una franquicia en México?

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