sábado, octubre 12, 2024

La lluvia y dos goles arruinaron la ilusión chilena

Por Salvador Rifourcat

Suecia se impuso por 2-0 ante Chile en un partido donde la protagonista principal fue la tormenta eléctrica que se desató en Francia y suspendió las acciones en el Roazhon Park por casi media hora a partir del minuto 72. El seleccionado chileno estuvo cerca de la hazaña en su debut mundialista, un malentendido en la defensa a 7 del final y un gol en tiempo de descuento lo separaron de lograr el empate ante nada más y nada menos que las medallistas de plata en los Juegos Olímpicos de Río 2016.

No iba a ser un partido fácil para el equipo sudamericano, ya que se enfrentaban ante una selección que suena como clara favorita a ganar este Mundial y que tiene jugadoras de experiencia en grandes equipos de Europa como el Chelsea, el París Saint Germain o el Bayern Múnich. No sólo los nervios pesaban, sino también el hecho de representar por primera vez a su país en una Copa del Mundo, las jugadoras chilenas se “atrevieron a brillar”, como dice el eslogan que eligió la FIFA para este certamen.

El partido comenzó con las europeas atacando con una 4-2-3-1 con Stina Blackstenius como 9 de área. Aprovecharon mucho su envergadura física y supieron arrinconar al rival en su área. Pero Chile ya había pasado por situaciones similares en sus últimos amistosos ante Alemania y Portugal, la diferencia fue que en este partido supieron cómo salir de los intensos primeros 20 minutos sin ningún gol en contra y dar pelea.

José Letelier, el director técnico de La Roja dispuso un 4-3-3 en ataque que a la hora de defender se convertía en un 4-5-1 donde las que jugaban por los extremos, Daniela Zamora por derecha y Rosario Balmaceda por izquierda, bajaban a ayudar convirtiéndose en dos mediocampistas más. Aunque si a alguien hay que atribuirle que el arco chileno haya terminado en cero en la primera etapa es a la arquera del PSG, Christiane Endler. Firme en el juego aéreo, despejando cada balón que llegaba a su área, y cuando no pudo hacerlo las jugadoras suecas se volvieron a encontrar ante su presencia. Un cabezazo desviado cerca su palo izquierdo fue la jugada que más levantó a las gradas, que estaban a medio llenar.

Con el correr de los minutos del segundo tiempo comenzó a aparecer una nueva protagonista, la lluvia. Primero no molestó mucho, hizo que el juego se vuelva un poco más rápido y que la pelota parezca casi incontrolable, pero no influyó tanto. Todavía bajo bastante lluvia, María José Urrutia salió entre lágrimas de la cancha debido a una lesión e ingresó Yessenia Huenteo, lo que hizo que la intensidad del juego bajara un poco y el equipo chileno se pueda rearmar un poco.

Ya pasados los veinte de esta etapa fue cuando lo que parecía una lluvia normal y corriente se transformó en una tormenta eléctrica. Tras varios rayos que cayeron y retumbaron por todo el estadio, la encargada de arbitrar el encuentro, Lucila Venegas decidió suspenderlo hasta nuevo aviso.

Media Hora más tarde se reanudó, y se encontraban una selección que nunca se perdió ninguna edición de los mundiales femeninos empatando ante una que estaba debutando. Con los ingresos de Hurtig y Anvengard el equipo sueco había tomado un poco de aire pero no lograban romper la muralla chilena. Tuvieron que esperar hasta el minuto 83 para festejar ese tan ansiado gol que parecía que nunca iba a llegar. Una pelota aérea, y una serie de rebotes, dejaron libre a la Kosovare Asllani, que con un disparo potente anotó el 1-0. Lo que desconcertó a las sudamericanas y las puso por debajo en el marcador.

Los últimos minutos fueron parecidos al desarrollo del juego entero, Suecia con el balón y Chile aguantando. Todo se terminó faltando uno de los cuatro minutos adicionados. Una definición perfecta de Madelen Janogy sentenció la historia y puso el 2-0 final.

No hay mucho para hacer para las chilenas, más que tratar de corregir algunos errores defensivos para su próximo encuentro este domingo ante Estados Unidos, potencia mundial y clara favorita a salir campeona.

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