Por Santiago Carrodeguas
Un abrazo sufrido de todas las futbolistas y un 0 a 0 que se festejó como el mayor de los triunfos. El primer punto de Argentina en un mundial fue nada menos que contra Japón, la vigente subcampeona del Mundo, y por el que se tuvo que defender hasta el cansancio. Más allá de no tener ocasiones de gol, la Albiceleste demostró una férrea disciplina táctica que no había aparecido en las giras de preparación para Francia 2019.
El técnico Carlos Borrello presentó en el Parque de los Príncipes una formación con sorpresas respecto a los amistosos y que no quiso revelar a la prensa hasta una hora antes del partido: Miriam Mayorga entró por Vanesa Santana y Virginia Gómez reemplazó a Adriana Sachs. La suplencia de Mariana Larroquette ante Ruth Bravo era más predecible. Ninguna de las dos le dio resultados positivos al equipo, ya que Gómez sufrió ante Sameshima, la lateral por izquierda Nipona, y Mayorga perdió varias pelotas clave en el mediocampo.
El primer tiempo fue bastante tranquilo respecto a ocasiones de gol. Argentina se replegó en defensa con un 4-5-1 que incluía tres volantes que solo marcaban (Bravo, Mayorga y Lorena Benítez), dos que tenían la tarea de ayudar al mediocampo y atacar cuando se pudiera (Estefanía Banini y Florencia Bonsegundo) y a Soledad Jaimes como única referencia en el área rival. Con esto, Japón fue bloqueado en la ofensiva y le costó encontrar los caminos al arco de Vanina Correa.
Estefanía Banini, una vez más, fue la líder del equipo en todas las facetas del juego. Los desbordes, pisadas y fantasías de la enganche del Levante español fueron un oasis en el desierto para un equipo que, aunque fuerte en la defensa y a la hora de marcar, no tuvo innovación ni peso a la hora de inquietar a la arquera Yamashita y que pateó al arco por primera vez a los 27 minutos del segundo tiempo.
Luego del intermedio, Borello se dio cuenta de que las Niponas habían encontrado un camino a Vanina Correa: las espaldas de Eliana Stábile y Gómez. La solución fue que Bonsegundo ayudara a la lateral por derecha y Banini a la izquierda, por lo que el ataque se resintió completamente.
Otra de las mayores incógnitas de cara al Mundial era la titularidad de Correa. La arquera de Rosario Central había tenido un rendimiento flojo en toda la Copa de las Naciones de marzo y en el amistoso ante Uruguay. Este partido no fue la excepción y las más claras que tuvo Japón llegaron por errores suyos: un rebote que dio tras un remate de afuera del área casi termina en gol de Sugasawa, una salida en falso en un tiro de esquina, y en la última jugada, dio otro rechace al medio que volvió a poner en peligro el arco argentino.
Todavía es muy pronto para asegurar que el punto logrado le servirá a Argentina para superar la primera ronda. La agresividad de Inglaterra sin dudas será una prueba de fuego. Soñar con los octavos de final parece demasiado para un equipo que sigue buscando la primera victoria.