Por Martín Mulhall
Nacido en Mozambique hace 66 años, cuando la república africana era colonia portuguesa, el entrenador Carlos Queiroz vivirá su primer reto en Sudamérica tras un amplio recorrido en selecciones.
Comenzó su carrera futbolística en África, donde atajó en el Ferroviário de Nampula durante 6 temporadas. En 1975, luego de la Revolución de los Claveles, abandonó el fútbol y se trasladó a Portugal donde ingresó al Instituto Superior de Educación en la Facultad de Motricidad Humana (actual Universidad Técnica de Lisboa).
Su primera experiencia como entrenador fue en 1989, cuando la Federación Portuguesa de Fútbol lo eligió para dirigir la selección Sub20. Comandó a la Generación Dorada del país europeo, la cual se consagró campeona del Mundial de ese año, al igual que en 1991, en la que formó a jugadores de la talla de Luis Figo y Rui Costa.
Esos éxitos lo llevaron a la Selección Mayor con la que no logró la clasificación a la Copa del Mundo de Estados Unidos 1994, razón por la que fue desplazado del cargo. Posteriormente condujo al Sporting de Lisboa, New York Metrostars, Nagoya Grampus (Japón) y al conjunto nacional de Emiratos Árabes.
Sin embargo, en 2002, Queiroz volvería a los primeros planos por acceder al Mundial de Corea-Japón con Sudáfrica, pero el equipo africano se despidió en la fase de grupos. La gran particularidad del nuevo director técnico de la Fiebre Amarilla es que dirigió más selecciones (5) que clubes (4).
Tras ser asistente de Alex Ferguson en el Manchester United y dirigir al Real Madrid durante una temporada, en 2008 tuvo su segundo mandato en Portugal con el que consiguió clasificar a la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010, en la que Los Lusos quedaron eliminados frente a España.
“Él es un fantástico entrenador y profesor. Su principal propósito de vida es desarrollar gente joven, inspirarlos y lograr que se conviertan en buenos seres humanos”, afirmó Alex Ferguson en 2010 para referirse a quien fue su ayudante durante 5 años.
Queiroz llega a Colombia luego de un extenso y exitoso paso por Irán con el cual disputó dos Mundiales seguidos, Brasil 2014 (enfrentó a Argentina) y Rusia 2018. Un estilo de juego, con un rol de docente distinguido por sus jugadores y su perfil bajo, posicionan a Queiroz como el sucesor ideal para reemplazar a José Pékerman con el objetivo de mantener a la selección Cafetera en la cima del fútbol sudamericano.