Por Fernando Bajo
En México a Enner Valencia, delantero de la selección ecuatoriana de fútbol, le dicen Superman. El atacante de 29 años que acaba de consagrarse campeón de la primera división mexicana con Tigres, arribó por primera vez a aquel país en 2014 cuando se sumó al Pachuca. En su primera temporada maravilló a todos al marcar 18 goles en 25 partidos que lo llevaron a jugar en la Premier League de Inglaterra (West Ham y Everton), pero en Europa no logró mostrar todo su potencial y solo marcó 13 goles en 91 encuentros. Luego de aquel paso por el viejo continente retornó al país azteca.
Sin embargo, al igual que Superman, el superhéroe de DC Comics que se esconde en la figura del periodista Clark Kent del Daily Planet, detrás del segundo máximo goleador de la historia de la selección de ecuador con 27 tantos -está a 4 de alcanzar a Antonio Delgado-, hay un joven que a lo largo de su vida atravesó varias dificultades para llegar a ser futbolista profesional.
Durante su niñez, Valencia, que se crió con sus abuelos paternos debido a la separación de sus padres, ordeñaba vacas y luego iba a comercializar la leche para ayudar económicamente a su familia. “Nunca tuvo vergüenza. Desde chico salía a la calle a vender”, cuenta Percide Solís, su abuela, en el canal ecuatoriano Gama Visión.
A pesar de trabajar, también tenía tiempo para hacer lo que más le gustaba: jugar al fútbol. “Veía una botella y la pateaba. De niño era muy inquieto, todo el día quería jugar. La pelota era todo para él”, rememora Solís. En 2006, abandonó su ciudad, San Lorenzo de Pailón, para sumarse a las inferiores del club Caribe Junior de la provincia de Sucumbios. Más allá de que fue su primera experiencia en un club, no transitó muy bien aquellos años: “Él me contaba que la pasaba mal, había días que no comía”, lamenta su tía, Basilia Valencia, en una entrevista televisiva, y continúa: “Lavaba su ropa solo con agua porque no tenía jabón”.
En 2008 pasó a las inferiores del Emelec de Ecuador, sin embargo, su vida fuera del fútbol no mejoró mucho más. En sus primeros años vivió en un dormitorio dentro del estadio George Capwell al que “lo conoce como la palma de su mano”, confiesa. A pesar de todas las adversidades, Valencia continúo perseverando por su sueño y en 2010 le llegó la oportunidad más esperada. El 27 de enero debutó oficialmente en primera división. Fue en un partido por Copa Libertadores ante Newell´s Old Boys, en Rosario. El técnico que lo mandó a la cancha fue Jorge Sampaoli.
Además de sus virtudes en el campo de juego Valencia en 2016 conmovió a gran parte del fútbol ecuatoriano. El 16 de noviembre se disfrazó de Superman y visitó a los chicos y chicas que estaban internados en el Hospital de la Sociedad de la Lucha Contra el Cáncer (SOLCA) de Guayaquil.
En Brasil irá por su tercera participación en una Copa América, ya disputó las ediciones de Chile 2015 y Estados Unidos 2016 en las que marcó 2 goles en cada una. Además, jugó el Mundial de Brasil 2014 en el que anotó 3 tantos en la misma cantidad de encuentros.
El delantero, que entre sus récords posee ser el segundo jugador más caro de la historia de Ecuador (lo alcanzó en 2014 cuando el West Ham adquirió su pase en 20 millones de dólares), es una de las esperanzas del seleccionado que dirige Hernán Gómez.
La Tri, que nunca logró ganar la máxima cita continental, buscará superar el cuarto puesto que obtuvo en las dos ediciones que fue local (1959 y 1993), para eso cuenta con su Superman que a pesar de no tener la fuerza y velocidad del personaje de DC Comics tiene una gran habilidad para marcar goles e intentará convertirse en el súper goleador histórico de la selección ecuatoriana.