viernes, noviembre 22, 2024

Nueva Zelanda dio el gran salto

Por Paula Serricchio

Nueva Zelanda debutó internacionalmente en la Copa Asiática femenina de la AFC en 1975, torneo en el que se terminó proclamando campeón. Desde entonces, ha ganado en cinco ocasiones el Campeonato Femenino de la OFC y ha participado en cuatro oportunidades en la Copa Mundial, aunque nunca pudo superar la fase de grupos.

A pesar de varias ausencias notables por lesión, Nueva Zelanda volvió a dominar la Copa Femenina de Naciones de la OFC disputada en noviembre de 2018. Las Football Ferns retuvieron la corona por cuarta edición consecutiva, tras ganar los cinco partidos del torneo, anotando la increíble cifra de 43 goles sin conceder ninguno. La victoria por 8-0 ante Flyi en la final selló su billete a Francia.

De esta manera, la selección pentacampeona y defensora del título de Oceanía partirá rumbo a Francia como gran favorita. Tras haberse retirado un par de jugadoras y haber cambiado dos veces de seleccionador en poco tiempo, las Football Ferns han contratado al reputado Tom Sermanni, ex seleccionador de Estados Unidos y Australia, para enderezar el rumbo.

Uno de los principales focos del equipo ‘kiwi’ es su estrella, Ali Riley, capitana de Nueva Zelanda desde 2017, quien será una de las jugadoras más veteranas y experimentadas en Francia 2019. Riley, de 31 años de edad, se aproxima a su cuarta Copa Mundial femenina,  al sumar 123 partidos desde que debutó con 19 años en 2007, como también  tres Torneos Olímpicos en una prolífica carrera. Esta defensora inagotable ha tenido, además, una brillante trayectoria en clubes de EEUU, Suecia e Inglaterra.

La jugadora mundialista cuenta con antecedentes para que los neozelandeses sueñen en grande: creció en Los Ángeles y asistió a la Universidad de Stanford, donde ganó un título nacional, aún así, debido a que su padre es habitante de Nueva Zelanda, Riley representó a dicho país en el nivel Sub-23 antes de unirse oficialmente al equipo senior en 2007.

La capitana de Nueva Zelanda es consciente de la presión que ejerce sobre su equipo para ganar un partido en la Copa Mundial Femenina del próximo mes en Francia, pero cree que no es nada comparado con haber pasado gran parte de su carrera luchando por el reconocimiento del equipo y el deporte de la mujer.

En mayo del 2018, el Fútbol de Nueva Zelanda y la Asociación de Futbolistas Profesionales de Nueva Zelanda (NZPFA) anunciaron su unión para completar su Acuerdo de Negociación Colectiva (ACB) y convertirse en la organización deportiva nacional líder en acordar equidad para los equipos nacionales de hombres y mujeres, que ofrecerán cuatro factores clave tanto para los futbolistas de élite masculinos como para los femeninos: premios en metálico iguales, derechos iguales para el uso de imágenes y, sobre todo, paridad salarial y en los viajes al representar a Nueva Zelanda.

De esta manera, con seis jugadoras en el equipo de Tom Sermanni acumulando más de 100 partidos cada uno, otras dos en los años 90 y seis más en más de 50 juegos, Riley sintió que este era el mejor equipo en el que ella había participado.

Nueva Zelanda, donde además de Ali Riley del Chelsea, recientemente semifinalista de la UEFA Women’s Champions League, se destacan el regreso de la goleadora Hannah Wilkinson y Betsy Hassett, quien fuera elegida la mejor jugadora de la Copa de las Naciones de Oceanía en 2018, bajo la conducción de Tom Sermanni, competirá no solo contra las demás selecciones en el Mundial de Fútbol Femenino de Francia 2019 sino también contra sus propias limitaciones, ya que nunca pudo pasar la fase de grupos.

Más notas