viernes, abril 26, 2024

La leyenda de Canadá

Por Fernando Bajo

En 1999 Even Pellerud, exfutbolista noruego, asumió como director técnico de la selección de fútbol femenino de Canadá. Conocía poco del nivel de aquel país y comenzó a recorrer distintas ciudades en busca de jugadoras. En Coquitlam, ciudad canadiense de la provincia de Columbia Británica, Pellerud, según confesó, vivió los 5 minutos más importantes de la historia del fútbol del país americano cuando una joven lo deslumbró con su talento.

-¿Cuál es su nombre? – preguntó, el entrenador.

-Ella solo tiene 15 años- le respondió un hombre.

-Yo no pregunté por su edad. ¿Cuál es su nombre?- replicó el noruego.

-Christine Sinclair- afirmó el interrogado.

Canadá estaba en las vísperas de disputar la Copa Algarve que, a pesar de ser amistosa, después del Mundial y de los Juegos Olímpicos, es el torneo de selecciones más prestigioso de fútbol femenino. Pellerud decidió convocar a la joven a la competición que se disputa en Portugal todos los años.

A pesar de que el seleccionado americano quedó quinto, Sinclair, ya con 16 años, convirtió tres de los 181 goles que marcaría a lo largo de su carrera en la selección y terminó como una de las segundas máximas anotadoras del certamen. Debutaba la mejor jugadora que alguna vez vistió la camiseta de Los Canucks, como las apodan.

La delantera de 35 años batió casi todos los récords. No solo es una de las dos jugadoras que superó las 200 presencias en la selección de su país -la otra es Diana Matheson-, sino que es la máxima goleadora en la historia de Canadá y está a tres de alcanzar la marca de Abby Wambach, que es la futbolista que más tantos marcó en partidos internacionales a nivel de selecciones tanto en fútbol femenino como masculino.

Sinclair desarrolló su carrera cuando su selección comenzaba recién a desenvolverse en el fútbol. En el continente siempre sufrió la presencia de Estados Unidos, tricampeón mundial y el primero en coronarse en la Copa del Mundo. De hecho, en 2000, Estados Unidos le ganó por 9-1. “Canadá no ganó el Mundial ni los Juegos Olímpicos. No logra las grandes victorias explosivas como lo hizo Estados Unidos con Wambach, que tuvo muchos de estos juegos de 10-0. Eso dice algo acerca de su habilidad para anotar goles”, afirma su entrenador nacional, Kenneth Heiner-Moller. Sin embargo, no solo la elogian sus compatriotas: “Por mucho tiempo he dicho que creo que es la mejor jugadora del mundo. Ella lee el juego, da y recibe asistencias, y es peligrosa cada vez que tiene la pelota. La admiro como jugadora desde hace mucho tiempo”, confesó hace unos años Hope Solo, reconocida arquera estadounidense.

En Francia 2019, Canadá irá en busca de superar el cuarto puesto, mejor posición obtenida hasta el momento (lo logró en Estados Unidos 2003). Será el quinto mundial de la capitana, Christine Sinclair. La atacante del Portland Thorns, equipo estadounidense, en su carrera obtuvo decenas de reconocimientos: fue campeona con los tres clubes de Estado Unidos en los que jugó (el actual, Gold Pride y Western New York Flash), obtuvo dos medallas de bronce en los Juegos Olímpicos (Londres 2012 y Rio de Janeiro 2016), fue nombrada catorce veces como mejor jugadora del año en Canadá y siete veces nominada a ser mejor futbolista de la temporada por la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociado).

Cuando nació su hermano, su mamá fue diagnosticada de esclerosis múltiple (EM). Esa vivencia le enseñó mucho durante su infancia, según contó. Actualmente es la presidenta de campaña de la MS Society of Canada que busca la cura para la EM y mejorar la vida de los afectados. ¿Acaso no será ese el título que mejor describe a Christine Sinclair? La asociación del fútbol canadiense, en su cuenta oficial de Twitter, la define de manera contundente: “Christine Sinclair is a legend” (Christine Sinclair es una leyenda).

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