jueves, marzo 28, 2024

Vamos, vamos, los pibes

Por Martín Dal Lago

La gran vitrina de trofeos de la Selección Argentina se amplió este año con el Sudamericano Sub 17 obtenido por los dirigidos por Pablo Aimar. Fue el cuarto título del seleccionado juvenil en esa categoría desde que comenzó a disputarse el torneo en 1985. El título número 30 en la historia de las juveniles, que tanto han nutrido con jugadores a la selección mayor. Pero también muchos de esos proyectos no pudieron sostenerse en el tiempo y terminaron tan sólo en un buen recuerdo de lo que podrían haber sido.

En 1986 Argentina se consagró campeón del mundo de la mano de Diego Armando Maradona. Un año antes ese apellido ya resonaba en el ambiente futbolístico, pero en este caso el de su hermano menor, Hugo. Tal vez fue una premonición de lo que pasó en México. En el Sudamericano de 1985, el ‘Turquito’ era el diez del equipo y en el último encuentro marcó dos goles para salir campeón. Ese fue el primer sudamericano de esta categoría, que se jugó con jugadores sub 16 (hasta 1987) y se disputó en Capital Federal y La Plata. No fue casualidad la continuidad de los éxitos tanto en la selección juvenil como en la mayor debido a un trabajo integral. Carlos Pachamé, integrante del cuerpo técnico de Carlos Salvador Bilardo en la mayor, era el entrenador de aquél equipo que arrasó de principio a fin en el torneo. Ocho victorias a lo largo de ocho partidos, con 32 goles a favor y tan sólo cinco en contra, fue la arrolladora estadística que cosecharon los juveniles. El partido final fue el que definió el título y nada más ni nada menos que ante Brasil. Argentina ganó 3 a 2 en el estadio José Amalfitani y dio la vuelta.

Como es habitual en los seleccionados juveniles muchos de los nombre que se destacan continúan sus carreras de forma exitosa en la élite del fútbol, pero muchos otros se diluyen, y el de Hugo Maradona fue uno de esos casos.

Sin embargo en ese equipo también jugaban Fernando Redondo, de extensa carrera en Europa, y Fernando Cáceres, ex Independiente, River, Boca y campeón de dos Copas América con la Selección Argentina, quienes sin dudas fueron los que se desarrollaron de forma más exitosa en el fútbol.

Pasaron 18 años para que la Argentina vuelva a coronarse en un Sudamericano Sub 17. En ese lapso hasta 2003 pasaron cuatro subcampeonatos en los que Brasil levantó la copa. Ya con José Pékerman a cargo de la coordinación general de selecciones, y con Hugo Tocalli al mando del equipo, los juveniles volvieron a consagrarse de forma invicta, con cuatro victorias y tres empates. En esta oportunidad, el último partido también fue ante Brasil tras empatar 1 a 1, resultado que alcanzó para ganar el campeonato y dejar a la ‘Verdeamarelha’ en el segundo puesto.

En esa camada hubo varios jugadores que más tarde pudieron destacarse y que aún se encuentran al más alto nivel, como Lucas Biglia y Ezequiel Garay, subcampeones del mundo en 2014, Oscar Ustari, arquero en el Mundial 2006 y Neri Cardozo, flamante campeón de la Superliga con Racing, entre otros.

Uno de los nombres importantes en ese Sudamericano, pero que luego no pudo tomar vuelo en Primera División, fue el de Hernán Peirone, goleador del seleccionado y del torneo con cinco tantos (cuatro de ellos en la victoria ante Bolivia). Tras el torneo debutó con la camiseta de San Lorenzo y tuvo distinguidas actuaciones. La más preponderante en Clausura 2005 contra Boca, en el Nuevo Gasómetro, cuando anotó un hat trick. A pesar de eso, no logró asentarse y continuó su carrera por distintos equipos de Sudamérica y el ascenso argentino hasta estar en la actualidad en el club Villa Mitre de Rosario, de la Liga Independiente de Fútbol.

El tercer título llegó diez años más tarde y nuevamente en Argentina, más precisamente en Mendoza y San Juan. Humberto Grondona, hijo de Julio, ex presidente de la Asociación de Fútbol Argentino, era el director técnico. Tras un turbulento inicio del torneo, con dos derrotas, la Selección pudo acomodarse y clasificó al hexagonal final. Allí mostró su mejor versión y se consagró campeón por tener la mejor diferencia de gol tras un triple empate en la punta con Venezuela y Brasil.

Algunos futbolistas de ese plantel ya se encuentran asentados en primera división y hasta en Europa. Sebastián Driussi, Emmanuel Mammana y Axel Werner, ya en el viejo continente, y Fabricio Bustos, titular Independiente, son algunos de esos.

Pero también, como siempre en las selecciones juveniles, muchos de los jugadores no logran demostrar todo el potencial que proyectaban de juveniles, como Mauricio Del Castillo, hermano de Sergio Agüero, que actualmente disputa la B Nacional con Defensores de Belgrano, o Fernando Benvenutti, arquero suplente de Dock Sud, el escolta de la Primera C.

Por último, en este 2019 los juveniles volvieron a gritar campeones. Un estilo futbolístico marcado y buena conducta con los rivales, fueron las bases de este campeonato, y ahora los chicos irán por uno de los pocos títulos que le falta a la Selección Argentina, el Mundial Sub 17, que tendrá lugar en Brasil, del 2 al 24 de noviembre.

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