Juan Pablo Manera
A lo largo de la historia del fútbol argentino hubo una infinidad de torneos que tuvieron condimentos que hoy son inexplicables. Sin embargo, algunos de ellos tienen anclaje con la actualidad y otros se están disputando ahora mismo: esa es la Copa de la Superliga, una competencia que se creó en consecuencia de que el torneo regular no alcanzaba a cubrir toda la temporada, por lo que sirvió para tapar el bache entre la última fecha de la Superliga que ganó Racing y el comienzo de la Copa América. El mismo consiste de una fase de repechaje y luego eliminación directa desde octavos de final, con partidos ida y vuelta, exceptuando la final que se disputará el 2 de junio en el estadio Mario Alberto Kempes, de Córdoba. Hasta ahí, todo bien. Pero, si la Copa se creó con el fin de tapar un espacio vacío en el calendario, ¿qué pasa con los eliminados en primera ronda? La competencia oficial se terminó para ellos, al menos hasta después del famoso certamen continental de selecciones. No obstante, acá vamos con todos los torneos que son considerados oficiales y que tuvieron alguna particularidad:
Arrancamos con el primer campeonato en la historia del fútbol argentino. Los llamados Old Caledonians y Saint Andrews igualaron en puntos el primer puesto y la Asociación que regía el deporte en aquel momento (Argentine Association Football League) le dio por ganado a ambos el título. A pesar de eso, debieron jugar un partido desempate para definir qué equipo se quedaba con las medallas conmemorativas, en el cual el conjunto de Saint Andrews se impuso por 3-1 con un triplete del inglés Charles Douglas Moffatt.
En 1925 el Club Atlético Boca Juniors disputó una gira por Europa de la que cosechó 15 triunfos, un empate y 3 derrotas. Debido al éxito que tuvo el Xeneize y a que eran demasiados los partidos postergados que debía jugar para ponerse al día con el torneo local, la antigua AFA le otorgó el título de “Campeón de Honor”. Ese año se consagraron Huracán y Racing en el certamen regular, cada uno en su respectiva asociación.
Ya en el profesionalismo, se jugaron una serie de Copas que en el 2013 la AFA oficializó y aumentó el palmarés de gran parte de los equipos argentinos. La primera de ellas fue la nombrada “Dr. Adrián Beccar Varela” en honor a uno de los presidentes de la Asociación del Fútbol Argentino que había fallecido un tiempo atrás de disputarse el torneo. El mismo constó de dos ediciones (1932 y 1933), pero lo curioso estuvo en la segunda: Central Córdoba de Rosario y Racing Club jugaban el partido definitorio. El encuentro estaba igualado 2-2 y, sobre el final, el árbitro cobró un penal para Central. Los jugadores de la Academia, disconformes con la decisión tomada, se retiraron del partido a dos minutos de su culminación y el conjunto rosarino se quedó con el trofeo.
Pero, si se habla de antecedentes insólitos, el que sigue pica en punta. La “Copa Adrián Escobar”, llamada así por el creador del torneo y en aquel entonces presidente de la AFA (1939), tenía una regla más que curiosa: en caso de empate en tiempo regular, el ganador se determinaba por… ¡corners a favor!, y en dos ocasiones el título se definió por esta vía. En la edición de 1943, Huracán se quedó con el torneo tras igualar 0-0 en los 90 minutos frente a Platense y superarlo 4-1 en tiros de esquina, al igual que en 1949 cuando Newell’s se impuso 4-2 en corners ante Racing tras empatar 2-2 en el encuentro.
Nueve años más tarde se jugó la Copa Suecia, famosa por ser la única estrella del Club Atlético Atlanta en la Primera División. El trofeo recibió esa denominación debido a que Carl Borgenstierna, quien era el embajador sueco en Argentina en esa época, fue la persona que lo donó. Lo curioso de este torneo fue que comenzó un 20 de abril de 1958 (con un empate 0-0 entre Tigre y Boca) y finalizó un 29 del mismo mes, pero en el año 1960. Así es, tardó 2 años y monedas en definirse. La final la disputaron el Bohemio y Racing (3-1, en el viejo Gasómetro).
En la temporada 1988/1989 Independiente conquistó el campeonato de liga. A pesar de ser por el torneo local regular, la AFA implementó una regla inédita: eliminó los empates. Si un partido finalizaba en igualdad, con o sin goles, el ganador se definía por penales. La repartición de puntos era la siguiente: si el encuentro finalizaba con un vencedor, eran 3 para este y 0 para el perdedor. En caso de ir a los tiros desde los doce pasos, se le otorgaban 2 al triunfador y 1 al derrotado.
Por último, vamos al antecedente más cercano y que todavía repercute. Por una decisión del fallecido Julio Humberto Grondona, quien presidió a la AFA entre 1979 y 2014, el campeonato del 2015 lo disputaron nada menos que 30 equipos, algo inédito en el fútbol mundial hasta ese momento. Debieron ascender 10 equipos de la Primera B Nacional para cumplir ese anhelo. Ellos fueron: Colón, San Martín de San Juan, Argentinos Juniors, Nueva Chicago, Aldosivi, Unión, Crucero del Norte, Temperley, Sarmiento y Huracán. Se disputó desde febrero hasta diciembre de ese año y el campeón fue Boca.
El número de clubes desde esa fecha comenzó a reducirse; 26 fueron los que jugaron el último certamen. Debido a esto y a que solo se juega a una sola rueda, debió crearse la Copa de la Superliga, que cubre el bache, pero no el desastre que dejó el pasado.