sábado, abril 20, 2024

Leclerc, el joven resiliente que pisa fuerte en la F1

Por Ignacio Maida

Charles Leclerc, piloto de Ferrari, es una de las sensaciones de esta temporada de la Fórmula 1. El monegasco de 21 años -nacido en 1997- está sorprendiendo a más de uno con sus actuaciones con el Ferrari N°16, como por ejemplo su labor en Bahréin a principios de abril, cuando consiguió la pole, aunque después no pudo hacerse con la carrera por una falla en el recuperador de energía de su monoplaza.  Pero, pese a los problemas, logró mantenerse en el tercer puesto y conseguir su primer podio en la máxima categoría.

Leclerc se interiorizó en los autos a la temprana edad de 4 años, tras una mañana en la que les mintió a sus padres para poder ir a la pista en Bingoles con Jules Bianchi, el mejor amigo de su hermano. Al volver, el pequeño Charles sabría que quería un futuro como piloto profesional. Desde ese momento y hasta los 13 años compitió en kartings siempre aconsejado por Bianchi, que se convertiría en su mentor y padrino.

Para el flamante piloto de la escudería de Maranello no todo fue fácil en su arduo camino a la máxima categoría. Al terminar su etapa en Kartings, el dinero requerido para seguir su ascenso era mucho e incosteable para su familia. Ahí fue cuando su padrino le presentó a Nicholas Todt -representante de Bianchi e hijo del mánager de F1 Jean Todt- que fue quien lo acercó a la Fórmula Renault 2.0 Alpes, donde fue subcampeón.

Al año siguiente era turno de la Fórmula 3 Europea, donde finalizó cuarto y, además, fue el mejor novato. Pero allí la vida lo golpeó, Jules Bianchi había sufrido un accidente fatal en el Gran Premio de Japón, tras perder el control de su Marussia y colisionar contra una grúa -que estaba extrayendo un auto que había colisionado contra el muro en la vuelta anterior-, quedó en coma inducido durante nueve meses, para luego fallecer a la temprana edad de 25 años. Esta fue la primera muerte en la F1 en 20 años, luego del fatal accidente que sufrió Ayrton Senna -máximo ídolo de la familia Leclerc- en el Gran Premio de Imola de 1994.

“¿Miedo? No, eso no existe. Incluso después de lo que paso con él en Suzuka -afirmó-. Sé que el peligro es parte del automovilismo. Pero cuando estoy adentro del auto y siento la adrenalina correr, nunca manejé ni un sólo metro con miedo de que algo me fuera a pasar”, sentenció el monegasco.

Y vaya que se supo reponer a la pérdida de su mentor, ya que en la siguiente campaña ganó la GP3 series y pasó a formar parte de la Academia de Pilotos de Ferrari, al igual que Jules. Ya en 2017 ascendió a la Fórmula 2 con el equipo Prema -perteneciente a Ferrari-  y dominó la campaña con números fenomenales: 7 victorias, 8 poles y 10 podios en 22 carreras, tan buena fue esa temporada que logró superar las performances que habían hecho los últimos campeones de la F1, Hamilton y Rosberg, en su tiempo.

Pero lo más destacable de ese año fue el Gran Premio de Azerbaiyán donde dos días antes de partir a Bakú, le informaron que su padre, ex piloto de Fórmula 3, había muerto producto de un paro cardiorrespiratorio. Charles mostró una fortaleza mental increíble tras ganar las dos carreras del fin de semana y lograr la pole. “Cuando era segundo, mi padre no estaba contento, así que me concentré en ganar. Solo ganar. Para asegurarme de que aún sonreía”, Declaró Leclerc tras sus victorias en ese fin de semana.

En 2018 le llegó la oportunidad que el piloto de Mónaco siempre esperó. Sauber lo contrató -con el apoyo de Ferrari- para que corriera durante esa temporada, al igual que lo hubiese  hecho su padrino en 2015. Las expectativas en él eran altas pese a que el auto no fuera competitivo. Charles las cumplió a la perfección, logró un inesperado sexto puesto en Bakú y luego terminó séptimo en los grandes premios de Rusia, México, Brasil y Abu Dabi. “Esa uno de los mayores talentos que tuvimos, quizás sea uno de los mejores novatos de las últimas dos décadas”, manifestó Beat  Zehnder- mánager de Alfa Romeo SauberTeam- para la serie de Netflix: Formula 1 Drive toSurvive.

En la clasificación final de esa temporada culminó decimotercero y fue elegido como piloto de Ferrari en 2019, tras la marcha de Kimi Räikkönen a Sauber.  “Mi papá y Jules siempre me decían que mantuviese mis pies en el suelo y nunca dejara de esforzarme. Yo creo que deben sentirse orgullosos mirándome desde el cielo. Jules se merecía más que yo este lugar en Ferrari. Por eso quiero obtenerlo, para agradecerle todo lo que hizo por mí”, subrayó Leclerc, un chico que no corre solo por su sueño, sino que lo hace por el que su padre y su padrino no pudieron alcanzar.

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